Indagatoria penal no descarta la hipótesis de venganza externa.

La investigación del homicidio del gurú alemán, Arno Wollensak apunta ahora a todos los negocios que la víctima realizó en Uruguay desde 2007 hasta su muerte: la casa en Los Cerrillos y dos campos en Lavalleja. El juez del caso, Marcos Seijas, citará a profesionales que participaron en las ventas de esas propiedades, las que no podrían ser enajenadas porque fueron escrituradas con un nombre falso. En los interrogatorios realizados ayer, Seijas trató de reconstruir las relaciones que Wollensak tenía con sus vecinos que residen en la zona de chacras de Los Cerrillos (Canelones). También indagó como testigo a los dos caseros contratados por el nuevo dueño de la chacra de Wollensak, quienes ocuparon la propiedad hace unos 10 días.

Los amigos y conocidos de Wollensak señalaron al magistrado que la víctima era una persona de buen trato y que demostraba tener mucho dinero. "Poseía dos camionetas Mercedes Benz y decía que administraba una inmobiliaria en Montevideo", declaró uno de los vecinos a Seijas.

Por el momento el magistrado no descarta ninguna hipótesis. Se mantiene la creencia de que el gurú alemán fue encontrado por sus perseguidores en Los Cerrillos. Hace más de dos meses, logró escapar de la chacra a toda velocidad en una de las camionetas y acompañado por dos mujeres, según relataron testigos. El 8 de julio pasado, hace dos meses, fue la única comunicación que un testigo mantuvo con Wollensak.

En la tarde de ayer, un equipo de Inteligencia y de la División de Investigación de la Prefectura mantuvo reuniones con Seijas. Ambas reparticiones también buscan indicios sobre el paradero de la esposa de Wollensak. Su desaparición hace suponer a los investigadores que corrió la misma suerte que el gurú alemán. "No hay rastros de ella por ningún lado", dijo ayer uno de los investigadores.

RELATO DE UNA VÍCTIMA DE ARNO WOLLENSAK