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Tenía tobillera, mató a la pareja de su ex, se escondió casi 2 años y fue detenido en Brasil

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Funcionario colocando una tobillera electrónica. Foto: AFP
LOS ANGELES, CA - SEPTEMBER 19: A migrant father from Guatemala, who chose not to be identified, demonstrates the ankle monitor he is required by ICE to wear 24 hours a day, on September 19, 2018 in Los Angeles, California. He said he was separated from his 11-year-old daughter for weeks after they were apprehended crossing the U.S.-Mexico border. He said he is required to submit to weekly home ankle monitor inspections which disrupts his availability to work. Mario Tama/Getty Images/AFP == FOR NEWSPAPERS, INTERNET, TELCOS & TELEVISION USE ONLY == US-GUATEMALAN-MIGRANT-FATHER-REQUIRED-TO-WEAR-ICE-ANKLE-MONITOR
MARIO TAMA/AFP

ARRESTO DE ASESINO PRÓFUGO

Tras un trabajo de inteligencia de la Policía de Rivera fue capturado en Bagé, municipio brasileño ubicado en Río Grande do Sul. Iba en un Volskwagen junto a otro uruguayo.

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Diciembre de 2019, Vichadero. El primer día de ese mes esa localidad ubicada en el departamento de Rivera, a unos 130 kilómetros de la ciudad y a unos 105 kilómetros de Melo (Cerro Largo), vivió una de sus más recordadas tragedias.

Fue un crimen con un trasfondo de violencia de género y por el que al día de hoy su presunto culpable aún no fue juzgado. A las 15:30 horas sonó el teléfono del 911. El denunciante dijo que había sentido disparos de arma de fuego y dio la dirección exacta donde le pareció ver a un hombre caído. Personal de la seccional policial se dirigió enseguida a ese lugar, ubicado cerca del kilómetro 77 de la Ruta 44.

Los efectivos encontraron a un hombre de 53 años tirado frente a la entrada de una casa. Una ambulancia fue rápido a atenderlo, pero ya era tarde. Allí, el personal médico constató su fallecimiento por impactos de bala en su tórax, su tronco y su cabeza.

“Probable homicidio”, anotaron los efectivos policiales en el momento y comenzaron una investigación junto a la fiscal de turno, Luján Gómez, para determinar quién estaba detrás de ese crimen.

Testimonios.

Lo primero que hicieron los investigadores fue tomar declaraciones a las personas que estaban dentro de la casa frente a la que hombre había sido asesinado. Una mujer, propietaria del lugar, tenía un dispositivo electrónico porque había realizado una denuncia contra su expareja. Este hecho llamó la atención de los investigadores. La mujer dijo a los efectivos que estaba en su casa con sus hijos, una niña y un varón menores de edad, y con una amiga de la niña. El hombre que había sido asesinado era su pareja.

La mujer, según indicaron fuentes de la investigación a El País, narró ante los policías que su pareja había salido a fumar a la entrada de la casa y que en determinado momento lo escuchó decir: “Por favor, no me mates”. Luego de esas palabras se sintieron los disparos.

Ella decidió trancar la puerta de la casa para proteger a los menores. Sus dos hijos eran producto de una relación con el hombre al que había denunciado por violencia doméstica.

La investigación de la Policía continuó y el testimonio de uno de los menores que estaba en la casa cuando ocurrió el crimen esclareció el puzzle que intentaban armar sobre lo sucedido: dijo que vio a su padre por la ventana. La fiscal solicitó orden para detener a esa persona que había huido luego del crimen.

Como el hombre llevaba una tobillera electrónica el operativo policial comenzó a buscando de acuerdo a su última ubicación y rastrilló la zona. Fueron por la Ruta 44, hasta que dieron con una pista: la tobillera. El hombre la había abandonado en una zona rural cerca de una escuela. La Justicia dispuso custodia para la mujer mientras se seguía el rastro del posible autor del homicidio. La Policía continuó con la búsqueda durante mucho tiempo, pero no pudo dar con el paradero del hombre.

En abril de 2020, unos cuatro meses después del crimen y tras no tener pistas de a dónde había se fugado el presunto autor, se tramitó una orden de requisitoria internacional. La alerta roja de Interpol era para detener a “H.C”, buscado por ser el presunto autor de un homicidio muy especialmente agravado por la premeditación. A partir de ese momento el hombre comenzó a estar en el radar de la Policía internacional, sobre todo en los países limítrofes con Uruguay, donde se presumía que podría estar escondido. En esos días los investigadores uruguayos comenzaron a recibir información del auto en que podría estar moviéndose el fugado y empezaron los trabajos de inteligencia.

El pasado miércoles, casi a dos años del crimen, el sospechoso de haber matado a la pareja de su ex fue detenido en Bagé, municipio brasileño ubicado en Río Grande do Sul. Iba en un Volskwagen junto a otro uruguayo. Cuando los efectivos brasileños quisieron detenerlo intentó fugarse, pero esa vez no tuvo suerte.

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