CANELONES

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Empezó como una reunión, como una convocatoria espontánea por redes sociales para eludir los controles policiales, pero terminó con un muerto y un herido.

Eran aproximadamente unas 40 personas que sabían que la Policía de Canelones estaba inspeccionando cada rincón del departamento para disolver aglomeraciones. Por eso se les ocurrió una idea: organizar “una juntada” en un lugar abandonado, con la esperanza de eludir a los efectivos que recorrían el departamento en el marco del operativo policial de Semana de Turismo.

En la madrugada del domingo, entonces, unas 40 personas se citaron en una casona en desuso ubicada en el enorme Parque Roosevelt, para así pasar desapercibidos. El encuentro incluyó bebidas alcohólicas.

En determinado momento un joven de 25 años comenzó a discutir con otro de 26 años. El motivo, indicaron fuentes de la investigación a El País, fue que el de 26 “se había metido con su novia”.

La discusión subió de tono y los jóvenes se empezaron a pelear a golpes de puño. El de 26 años decía que “le había faltado el respeto” a la novia del otro. Luego de la pelea, se fue del lugar junto con su hermano, de 28 años.

Pero sobre las 5:00 de la madrugada las aproximadamente 40 personas que estaban en la casona vieron llegar un auto y a partir de allí todo se descontroló. En ese vehículo estaba el joven de 26 años que antes había peleado con el otro. Se bajó del vehículo y preguntó por su rival. Al verlo y escuchar su nombre, el joven de 25 años salió. Ahí, sin mediar palabras, el hombre que había vuelto a la reunión en su auto sacó un revolver de su cintura y comenzó a disparar contra la gente que estaba en el lugar. Hirió a la persona con la cual había discutido, y a otra más. Este último recibió una herida de bala en una de sus piernas.

El joven de 25 años que había agredido al de 26 “por meterse con la novia” fue trasladado a un centro de atención del Círculo Católico. Minutos más tarde constataron su fallecimiento.

El crimen del joven de 25 años, que no tenía antecedentes penales, ocurrió en jurisdicción de la seccional 26 de Canelones, ubicada en Paso Carrasco. Según indicaron fuentes de la investigación a El País, al principio ninguno de los involucrados “se animó” a decir qué fue lo que había ocurrido. Finalmente la Policía pudo identificar al agresor.

Efectivos policiales montaron una vigilancia en la casa de la madre del agresor y lograron detenerlo a él y a su hermano.

La Policía allanó el lugar, ubicado en Paso Carrasco, e incautó el vehículo que usó el homicida para trasladarse. El auto era propiedad de la madre del joven.

El agresor y su hermano fueron conducidos a declarar ante el fiscal de Ciudad de la Costa de 1ª Turno, Fernando Valerio. El hermano de quien disparó quedó en libertad. En tanto, el agresor, mediante un proceso abreviado, fue condenado a la pena de 10 años de penitenciaria por un delito de homicidio en reiteración real con un delito de lesiones personales. Esto último debido a las heridas que le causó a otra persona que estaba en el lugar de los hechos.

A raíz del crimen ocurrido en Paso Carrasco, la alcaldesa Verónica Veiga solicitó una reunión con el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Santiago González. Ayer González, el jefe de Policía de Canelones, Víctor Trezza, y el subdirector ejecutivo de la Policía Nacional, Jorge Berriel, dialogaron con Veiga y concejales municipales de la zona. González indicó a El País que se trató de “una buena reunión”.

“Conversamos de la situación del barrio, del patrullaje y de un proyecto de instalación de cámaras que nosotros tenemos”, relató el jerarca. En ese sentido, explicó que hace unas semanas le entregó a la Comisaría 26 un móvil nuevo porque “hace muchísimos años no tenían” uno. González destacó que los hurtos y rapiñas en esa zona “han ido bajando”.