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Una rapiña entregada, el asesinato de un policía y dos condenados

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Fiscal de Homicidios, Juan Gómez. Foto: Darwin Borrelli

FALLO JUDICIAL

El fiscal de Homicidios, Juan Gómez, acusó a tres personas por el asesinato del policía Rogelio Souza. Una fue absuelta y Gómez apelará la decisión.

"Hay una rapiña para hacer”, le dijo un hombre que trabajaba en un reparto de bebidas a un conocido suyo del barrio de toda la vida. Esa “rapiña para hacer” sería al día siguiente y en el propio camión donde él trabajaba. El hombre sabía que dentro del vehículo había un cofre con dinero y por eso planeó el robo.

Fue así que comenzó a planificar con su conocido el atraco al camión donde él mismo trabajaba. Pero había algo que tenía que avisarle a quien daría el golpe: en el camión iba a haber un hombre armado; un policía que también trabajaba en ese reparto.

El 5 de junio de 2019 a las 13 horas, el conocido del repartidor que entregó la rapiña llegó en una moto negra junto a otra persona para sorprender a quienes iban en el camión. Antes habían acordado que el lugar sería frente a un almacén ubicado en el barrio Piedras Blancas, porque allí iban a estacionar las víctimas.

Los hombres de la moto estaban camuflados. Uno de ellos, el que había acordado atracar el camión el día antes, llevaba un casco amarillo y una campera azul que en su espalda tenía la inscripción “Bomberos”. El otro delincuente llevaba una campera azul de la Policía.

Ambos se bajaron de la moto. Uno fue hasta la puerta del camión desde un lado y el segundo atacó por el otro. Dentro de la cabina del camión estaba solo aquel que sabían que estaría armado: Rogelio Souza, un policía que ese día cumplía 27 años y trabajaba como custodia del camión de reparto. Su compañero, que había entregado la rapiña, ya se había bajado del camión y aguardaba en al almacén. Otras dos personas que también iban en el camión habían descendido minutos antes.

“Policía, Policía”, dijo uno de los delincuentes al abrir la puerta del lado del acompañante y sorprender a Souza, el único policía de verdad en toda esa escena. En su mano tenía una glock 9 milímetros con capacidad para 30 proyectiles, de acuerdo a la sentencia judicial a la que accedió El País. En ese momento se escucharon disparos. El otro delincuente abrió la puerta del conductor y disparó hacia Souza. “Me mataste”, alcanzó a decir el policía. Luego, ambos delincuentes sacaron a Souza del camión.

El que había disparado fue a buscar al hombre con quien había ideado la rapiña dentro del almacén y lo llevó hacia el camión apuntándolo. Le dio un marrón que un tercer delincuente había llevado ese mediodía a Piedras Blancas para ayudar en el atraco. En ese momento subieron adonde estaba el cofre y empezaron a golpear para abrirlo y agarrar la plata, pero el cofre no cedió. Como no pudieron robar el dinero, los delincuentes se llevaron pertenencias de los trabajadores y el arma de reglamento del policía que, en ese momento, aún estaba con vida.

Los tres delincuentes -el que se disfrazó de bombero, el que se puso campera de Policía y el que llevó el marrón- se subieron en la moto y huyeron. En el camino le dieron los uniformes a una cuarta persona para que los escondiera. Souza fue trasladado a un hospital donde murió minutos después.

El fiscal de Homicidios de 1° Turno, Juan Gómez, logró dar con los implicados en la rapiña entregada que terminó en un homicidio. La persona que escondió los uniformes cooperó con la investigación y a principios de año fue condenado a cinco años de prisión.

El País informó el 25 noviembre que había comenzado el juicio oral por el crimen de Souza y que el fiscal Gómez había solicitado 29 años de prisión para quien entregó la rapiña, 29 años para el delincuente que sorprendió a Souza en la cabina y 24 para el otro. Ayer la Justicia se expidió por el caso.

El compañero de Souza fue condenado a 20 años y seis meses de penitenciaría, y uno de los delincuentes que disparó estará 22 años y seis meses de cárcel. Un tercero, que según la Fiscalía había sido parte del ataque, fue absuelto. Se entendió que las pruebas no fueron suficientes para ubicarlo en la escena del crimen.

El fiscal Gómez apelará la decisión para que se revean, por un lado, la absolución y, por otro, las penas dictadas.

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