FALLO

La jueza Diovanet Olivera procesó ayer a Nicolás D., que tomó de rehén a la dueña de una joyería ubicada en la calle Colonia (Cordón), entre la noche del miércoles 18 y la madrugada del jueves 19. Le imputó un delito de rapiña y privación de libertad, entre otros ilícitos, de acuerdo a lo que informó la Fiscalía de la Nación.

En 2019, la magistrada también debió expedirse sobre un caso de secuestro en la peluquería “Amor Mío” de Pocitos, donde un individuo tomó de rehenes a 14 personas.

Tras la audiencia judicial, el abogado defensor de Nicolás D. expresó a El País que su cliente había confesado los delitos atribuidos por la fiscal del caso, Adriana Costa.

Pareja del secuestrador: “Él no tenía el carácter como para hacer algo así; es alguien tranquilo”By Eduardo Barreneche

MIRA TAMBIÉN

Pareja del secuestrador: “Él no tenía el carácter como para hacer algo así; es alguien tranquilo”

Nicolás D. tiene antecedentes penales por receptación en 2007 y 2013. En la primera ocasión, dijo el abogado, el hoy procesado adquirió en una feria un bolso con artículos de pesca que era robado. “Le puede pasar a cualquiera”, sostuvo el profesional. En el segundo caso, agregó, una persona le dejó a Nicolás D. un celular hurtado y llegó la Policía a su casa siguiendo la señal de GPS.

Con respecto al delito de violencia privada que se le imputó este año, el profesional sostuvo que su cliente fue procesado sin prisión. Y agregó que no tenía detalles del ilícito.

El abogado defensor desmintió trascendidos de prensa acerca de que su defendido integrara una organización de padres que reclaman la tenencia de sus hijos. Además, aseguró: “Su defensa no tiene nada que ver con ninguna estructura”.

Por su parte, la excónyuge del rapiñero rechazó que uno de los hijos de Nicolás D. tuviera una discapacidad y precisara medicinas. “Eso lo dijo ese hombre y su actual pareja. No es real. Él no debe buscar excusas por lo que hizo”, dijo.

En la joyería asaltada se vivió una situación inusual al mediodía de ayer. Vecinos y clientes de años llegaron al comercio a saludar a doña Isabel, víctima del copamiento. Detrás del mostrador, la joyera respondió los saludos con agrado.