JUSTICIA

Un joven de 27 años fue procesado con 150 días de prisión preventiva tras ser acusado de la muerte de su padre, un comerciante de Treinta y Tres que se había separado de su esposa -y madre de su hijo- hace alrededor de diez años. 

El delito que se le imputó fue el de homicidio especialmente agravado en concurrencia fuera de la reiteración. Dos días antes por el mismo crimen había sido acusado la actual pareja de su madre, un efectivo policial y ex jefe de la Policía Comunitaria. 

Vecinos de la zona vieron cuando los dos hombres salían de la casa del comerciante, ubicada en las calles Los Pinos y Francisco Giró del barrio María Isabel. El llamado de alarma al 911 lo hicieron cuando notaron la ausencia del comerciante en el barrio durante varias horas.

El hombre apareció muerto en su casa estrangulado con una bufanda y con un golpe en la cabeza efectuado con un objeto contundente. Al momento no trascendió la información sobre cuál de los dos motivos fue la causa de la muerte. 

En el marco de la investigación y en base a los datos recogidos primero se dispuso la detención del policía y se libró una orden de captura para el hijo, quien horas más tarde se entregó en una jefatura de Montevideo. 

Desde la capital fue trasladado hasta Treinta y Tres donde lo llevaron ante la Justicia. Tras declarar se determinó su prisión preventiva a la espera de una resolución formal.

","

Desde la separación de la pareja, la exesposa del comerciante se había quedado a cargo del negocio, una barraca en el centro de Treinta y Tres que actualmente ya dejó de operar.

Sin embargo, el comerciante había hecho un reclamo vía judicial por las acciones que le correspondían en el negocio y la instancia se venía dilucidando a nivel de la justicia. Una fuente informó a El País que la resolución iba a ser favorable para el hombre y que tendría que ser resarcido económicamente.

Tanto el efectivo policial como el joven de 27, fueron a la casa del comerciante a presionarlo por dicha instancia judicial y se habría producido una discusión que terminó con las agresiones y a su posterior muerte.