Maldonado

La investigación comenzó cuando, a fines de julio de 2018, una persona denunció que un desconocido que decía ser policía le exigía u2013a través de llamados telefónicos y mensajes de texto- dinero.

La Fiscalía Letrada Departamental de Young (Río Negro) pidió la formalización de la investigación de un hombre y obtuvo una condena de tres años de penitenciaría de cumplimiento efectivo para el imputado por un delito continuado de estafa agravado, según informó la Fiscalía de la Nación. El caso tiene una particularidad: el hombre estaba preso al momento de cometer esta maniobra.

El imputado u2013de 41 años- sigue en la Cárcel de Las Rosas, en Maldonado, lugar desde donde arrancó esta estafa.

La investigación comenzó cuando, a fines de julio de 2018, una persona denunció que un desconocido que decía ser policía le exigía u2013a través de llamados telefónicos y mensajes de texto- dinero. Esta persona ya había girado $4.000 mediante una red de cobranza a un número de cédula que le habían dado por mensaje de texto.

El imputado, desde su reclusión, ingresaba a un chat u2013el 12345- en el que u201clas personas se comunican con el fin de relacionarse con otras, teniendo connotaciones de índole sexualu201d, según consta en el documento divulgado por Fiscalía. Allí conseguía datos de diferentes hombres y, haciéndose pasar por una mujer, mantenía conversaciones u201ccon contenido sexual o eróticou201d.

Más tarde, el imputado u2013siempre desde su celda de Las Rosas- le escribía al hombre que había conocido a través del chat u201cfingiendo estar afligida o llorandou201d, y le decía que era porque su madre u201cla había golpeado o reprendidou201d. Tras esto, volvía a escribir, pero esta vez haciéndose pasar por la madre de esa supuesta mujer. u201cSimulaba un gran enojo, expresando que la persona con la que se había comunicado era una menor de edad, 13 o 14 años, tratándolo de pedófilo e insultándolo y amenazando con denunciarlou201d, agrega el documento.

Desde uno de los ocho celulares que tenía en la cárcel, el imputado llamaba a su víctima, esta vez haciéndose pasar por un funcionario policial. En ese momento le decía al hombre que sabía que se había comunicado con una menor de edad, y que si no quería que se informara del asunto a las autoridades debería realizar un giro a cierta persona. Según Fiscalía, esta suma variaba en función de la u201cdisposición que la persona tenía de cumpliru201d.

u201cPero luego los volvía a llamar solicitándoles más dinero, aduciendo que debía también u2018darle algo para el Comisariou2019 y si la persona giraba, le pedía más dinero, diciéndole que necesitaba algo para él, la propina. Así consecutivamente realizaba una puesta en escena, diciendo que necesitaba el dinero para un funcionario de Interpol o el Fiscal, logrando cobros importantes de dinerou201d, marca el documento.

Los números de cédula que el imputado proporcionaba a sus víctimas eran de su pareja, de familiares e incluso de otros reclusos de Las Rosas u201ca quienes a través de negocios internos del centro de reclusión, venta de celulares, championes etc. les pedía el número de cédula y ellos eran quienes cobraban y le enviaban efectos a sus familiares a la cárcelu201d.

El imputado comenzó esta maniobra en abril, y había ingresado a la cárcel en febrero de 2018. u201cSi bien no se pudo determinar la cantidad que el imputado habría cobrado éste expresó haber realizado maniobras por alrededor de $ 2.000.000 incluyendo otras maniobras que realizó al estar recluido en otra oportunidad y al estar en libertadu201d, detalla el documento.