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"En mi hotel no se realizó ninguna fiesta clandestina", dice exjerarca de Turismo de Rocha

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Salud Pública pretende multar a un hostel de La Pedrera. Foto: Fernando Ponzetto
Personal de Prefectura bajando a la Playa del Desplayado del balneario La Pedrera, temporada de verano, Carnaval, dispositivo de seguridad en el departamento de Rocha, ND 20180212, foto Fernando Ponzetto - Archivo El Pais
Fernando Ponzetto/Archivo El Pais

LA PEDRERA

Juan Calvo presentó descargos ante el MSP alegando que no cometió ninguna infracción y que en sus propiedades “no se violó” el protocolo dispuesto por el gobierno.

El 9 de enero de este año, el intendente de Rocha, Alejo Umpiérrez, destituyó al subdirector de Turismo de esa comuna, Juan Calvo, luego de constatar que, en un hostel de su propiedad en el balneario La Pedrera, se realizaban fiestas clandestinas.

Un comunicado de la intendencia rochense dice que Calvo violó la ley 19.932 y normativa sanitaria nacional y departamental en la lucha contra el COVID-19 como dueño del lugar. “Ahora vendrán las sanciones económicas correspondientes y la clausura del hostel”, expresó Umpiérrez.

El intendente dijo, además, que la Policía radicó una denuncia penal ante la Fiscalía.

En un escrito presentado por el abogado Nicolás Pereyra, Calvo presentó descargos ante el Ministerio de Salud Pública (MSP) alegando que no cometió ninguna infracción y que en sus propiedades “no se violó” el protocolo dispuesto por el gobierno.

En el documento elaborado por Pereyra, Calvo recordó que es dueño del Hotel La Pedrera, de Rocha.

También es propietario de siete apartamentos duplex que arrienda semanalmente o por quincena a turistas, mediante contactos a través de las plataformas Airbnb, Booking, Lapredrera.com, Facebook y Mercado Libre, en La Pedrera.

“Esos apartamentos no son un hostel, ni tampoco un hotel. No hay empleados, yo mismo les doy la llave a los arrendatarios”, explicó el empresario y exsubdirector de Turismo de Rocha.

Sostuvo que informaba a los arrendatarios sobre la normativa de prevención y combate del COVID-19, y que estos debían seguir las disposiciones referidas sobre que las reuniones dentro de la finca debían ser de menos de 10 personas. “En mis apartamentos no se hizo ninguna fiesta clandestina. Y en mi hotel tampoco”, insistió.

Según el documento, dos apartamentos de Calvo fueron arrendados el 1 de enero de 2021, cuatro el 2 de enero y el ultimo el 5 de enero. Es decir, desde el 24 de diciembre de 2020 al 3 de enero de 2021, “no hubo” inquilinos en los apartamentos. Por lo tanto, “es imposible que yo tenga algo que ver con las fiestas denunciadas por los vecinos que ocurrieron los días 24 de diciembre de 2020 y 31 de diciembre de 2020”, dijo.

Advirtió que “se está manchando” su nombre y reputación al responsabilizarlo de un hecho que nunca ocurrió en mi propiedad, ni estando él presente.

Y recordó que el responsable ante cualquier violación a la normativa es el arrendatario, ya que el propietario no puede tener ningún control sobre el cumplimiento de la normativa que hace el arrendatario.

“En el caso particular, me avisaron que había más gente de la permitida en la casa, y concurrí a la finca desalojando y expulsando a las personas que había allí”, relató Calvo.

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