ROCHA
Hermanos discutieron por un inmbueble y uno terminó asesinando al otro. Dentro de la casa estaba el hijo de la víctima, quien contó a la Policía que no escuchó ninguna discusión previa al hecho.
Pasaron 30 años y la tragedia volvió golpear a la familia prácticamente de la misma forma. La escena fue casi idéntica que la que se vivió en 1991: una discusión, un disparo y una muerte.
1° de agosto, ciudad de Rocha, próximo a las 20:00 horas. La Policía recibe un llamado de un vecino por un estruendo similar al de un arma de fuego. El hombre que llamó dijo que fue a pocas cuadras del centro de la ciudad, en la calle Agente Diego Machado. A esa zona llegó la Policía a los pocos minutos. Allí los investigadores se encontraron con un homicidio resuelto. De la vivienda salió un hombre de 40 años y les entregó a los uniformados una pistola Colt Poker. Enseguida contó lo que había pasado: le había disparado a su propio hermano. Los efectivos policiales lo detuvieron en el instante. Luego entraron a la casa que era propiedad de la víctima.
Una vez dentro encontraron a un hombre de 54 años herido y “aparentemente sin vida”, según relataron fuentes policiales a El País. Era el mayor de tres hermanos. Su fallecimiento fue constatado minutos más tarde por personal médico que llegó hasta la casa. Los policías avisaron a la fiscal Josefina García.
La representante del Ministerio Público, junto a investigadores policiales y a personal de Policía Científica, fueron hasta el lugar del crimen para recoger todos los elementos de prueba.
A medida que la Policía comenzó a investigar sobre el hecho y a obtener información del fallecido, se encontró con algo llamativo. La víctima, y hermano mayor de tres, había asesinado a otro hermano en 1991. De acuerdo a las fuentes, en aquel entonces ambos habían comenzado “a discutir por una campera” hasta que uno de ellos, el ahora asesinado, tomó un revólver y le disparó.
Este caso fue una reedición de aquel. Los testigos relataron a la Policía que el matador había ido de visita a la casa del hermano e incluso los vieron tomando mate juntos en la puerta de la vivienda. Luego, agregaron los testigos, comenzaron a discutir. En el medio del intercambio el hombre de 40 años sacó un revólver y cuando su hermano estaba de espaldas le disparó en la zona de la nunca.
Así fue que en 30 años la familia fue protagonista de dos fratricidios, delito que le pone nombre al asesinato entre hermanos.
Luego de entregar el arma y asumir el crimen de su hermano, el agresor dijo a los efectivos que habían discutido, que su hermano había comenzado a agredirlo y que como “tuvo miedo” por lo que había sucedido tiempo atrás, le disparó.
Ambos hermanos, indicaron fuentes cercanas a la investigación, llevaban tiempo discutiendo por el inmueble en el que vivía la víctima. De hecho, hace un año el matador denunció ante la Policía que su hermano lo había amenazado. Ambos vivieron juntos en la casa donde ocurrió el crimen. Pero luego, el ahora fallecido le pidió a su hermano que se fuera de la casa.
El pasado domingo el hombre fue a visitar a su hermano y una nueva discusión desencadenó la muerte. Dentro de la casa estaba su sobrino, hijo de la víctima, quien contó a la Policía que no escuchó ninguna discusión previa al hecho. Dijo que lo que sintió fue un ruido que pensó era producto de que había “saltado” la llave general de la luz, cosa que sucedía seguido. Al salir del cuarto vio a su tío y este, según indicaron las fuentes, le dijo: “Maté a tu padre”.
Prisión preventiva a la espera del juicio oral
El hombre que mató a su hermano el pasado domingo fue imputado ayer por un delito de homicidio muy especialmente agravado. La fiscal Josefina García solicitó en una audiencia judicial, llevada a cabo en la tarde de ayer, la formalización de la investigación penal por ser el presunto autor del crimen de su hermano.
La Justicia hizo lugar al pedido de García y decretó que, mientras la fiscal continúa recabando elementos de prueba de cara a un juicio oral, el hombre deberá permanecer en prisión. Esto será por un lapso de 150 días. De todas maneras, fuentes de la investigación indicaron a El País que el homicida tenía “antecedentes psiquiátricos”. Por esta razón deberá ser analizado por una especialista que determinará si es pasible de ser enviado a una cárcel de manera preventiva o no.