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“Marcó” la casa, volvió a robar y el dueño lo mató; investigan si fue legítima defensa

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El cuerpo sin vida fue arrojado en la puerta del Instituto Nacional de Ortopedia y Traumatología. Foto: Archivo El País

INFORMACIÓN POLICIAL

La fiscal de Homicidios Mirta Morales deberá determinar si el hombre que disparó y mató al delincuente actuó en el marco de la legítima defensa.

Eran cerca de las 18:30 horas del sábado. Un hombre de 69 años estaba en su casa, ubicada en Santiago Sierra y General Flores, barrio Cerrito, cuando dos personas llamaron a su puerta. Le preguntaron por una mujer. El dueño de casa, que vive solo, sospechó que algo podrían estar tramando y contestó que se fijaría. Cuando entró estaba dispuesto a llamar a la Policía, pero vio que los extraños visitantes habían salido corriendo.

Así fue como esas dos personas, según indicaron a El País fuentes policiales, “marcaron la casa”. Ya sobre la madrugada del domingo, cerca de las 4:00, el dueño de casa estaba durmiendo cuando un ruido lo despertó. Tres delincuentes habían saltado el muro de la casa contigua, treparon a una reja, la rompieron e ingresaron a la vivienda en la que, horas antes, se habían cerciorado de que el propietario estaba solo.

El dueño del lugar tomó una pistola calibre 22 y fue caminando hacia la cocina. En ese momento vio que los delincuentes ya estaban dentro de su casa. Ahí, dijo ante los investigadores de la Zona Operacional III de la Jefatura de Policía de Montevideo, notó que uno de ellos llevaba un arma. El hombre, entonces, disparó unas cinco veces. Uno de los delincuentes cayó. Luego los otros dos forcejearon con el dueño de la casa, lo golpearon y le lograron quitar el arma y después huyeron, cargando al delincuente herido, por la puerta delantera de la casa.

A pocos metros de distancia un auto Nissan Tida color gris, los estaba esperando. Con el delincuente herido a rastras, subieron al auto y fugaron rumbo al Instituto Nacional de Ortopedia y Traumatología (INOT). Al llegar al lugar, ubicado en la calle Tomas Toribio, ingresaron contramano por la rampa destinada a las ambulancias y tiraron al delincuente, ya sin vida, sobre la puerta.

“Lo dejan en la puerta de la policlínica a los efectos de que lo cuiden ahí. Es una ventana de escape porque al dejarlo ahí no se lo llevan a su casa, y no levantan sospechas”, confió una fuente a El País.

El fallecido, de 22 años, tenía cuatro antecedentes penales por hurto. Horas más tarde, el auto que los delincuentes usaron para ingresar a robar a la casa y luego trasladar al delincuente que fue herido por el propietario de la casa, fue ubicado en la calle Boix y Merino, en Malvín Norte.

Los investigadores de la Zona II trabajan intensamente para ubicar a los otros ladrones que coparon la casa del hombre de 69 años y luego huyeron.

El caso también es investigado por dos fiscalías. La rapiña en la casa ubicada en el barrio Cerrito estará a cargo del fiscal Carlos Negro. En tanto, la fiscal de Homicidios Mirta Morales tendrá que investigar cómo sucedieron los hechos que terminaron con un delincuente muerto.

Cada vez que se constata “una muerte violenta” la Fiscalía de Homicidios debe intervenir. Morales, en este caso, deberá realizar pericias a las armas, analizar las cámaras públicas y privadas que haya en la zona, y recabar testimonios para esclarecer los hechos. Todo esto para determinar si el hombre que disparó y mató al delincuente actuó en el marco de la legítima defensa.

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