PUDO MORIR DE UNA PUÑALADA

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El 28 de abril de 2019 Michael R. fue condenado a la pena de prisión de ocho meses por robar con un cómplice dos baterías de ómnibus. El fax de la Justicia ordenando su liberación fue enviado el 25 de diciembre del mismo año al penal de Punta de Rieles, pero le otorgaron la libertad recién el 24 de mayo de 2020. Durante esos cinco meses que estuvo preso en forma indebida, no la pasó nada bien y hasta fue apuñalado.

Sus abogados, Iván y Fabián Almeida, señalaron que el fax de la Justicia recibido en la Unidad N° 1 de Punta de Rieles ordenando la liberación de su cliente fue dejado de lado. ¿La razón? Los funcionarios carcelarios estaban festejando Navidad y se olvidaron de él.

“Eso ocurrió en la administración anterior del Ministerio del Interior. Debieron llegar las nuevas autoridades, que luego del confinamiento de la pandemia descubrieron que mi cliente estuvo preso durante cinco meses sin condena”, dijo Almeida a El País.

El abogado ya inició la demanda de conciliación contra el Poder Judicial y el Ministerio del Interior reclamando daños y perjuicios por US$ 250.000.

Michael R. tiene hoy 24 años y vive de changas.

Próximo a las 20:10 horas de la noche del 27 de abril de 2019, los imputados Michael R. y Luis S. concurrieron a los galpones de la empresa de ómnibus Coetc, que está ubicada en Habana y Juan Jacobo Rousseau, donde se apoderaron mediante hurto de dos baterías de ómnibus de la compañía.

Una vez que robaron se dieron a la fuga por la calle Fray Manuel de Ubeda. El accionar de los dos ladrones fue advertido por personal de la empresa, que llamó a la Policía.

Con las descripciones proporcionadas por los trabajadores, la Policía detuvo a los dos ladrones a las pocas cuadras cargando las dos baterías.

El 28 de abril de 2019, el fiscal de Flagrancia de 16° Turno, Ignacio Arias, solicitó a la jueza subrogante de 39° Turno, Adriana Chamsarian, el inicio del proceso penal contra Michael R. y Luis S. por un delito de hurto agravado. El fiscal Arias llegó a un acuerdo con Luis S. y su defensor, y aunque se le otorgó una pena de ocho meses de prisión, esta fue sustituida por un régimen de libertad vigilada.

Michael R. también acordó con la fiscal Arias. Sin embargo, como tenía un antecedente por tentativa de robo, debía cumplir una pena de ocho meses de prisión efectiva.

El 9 de mayo de 2019, el Centro de Ingreso, Diagnóstico y Derivación del Instituto Nacional de Rehabilitación informó al Juzgado Penal de 39° Turno que había trasladado al recluso Michael R. a la Unidad N° 1 de Punta de Rieles.

Según el expediente, al que accedió El País, el actuario adjunto del Poder Judicial Daniel Dacal firmó un documento el 25 de julio de 2019 titulado “Liquidación de Pena” de Michael R. Allí Dacal sostuvo que, por sentencia definitiva y ejecutoriada, Michael R. había sido condenado a la pena de ocho meses con descuento de la preventiva. La prisión preventiva que cumplió el delincuente fue dos meses y 29 días.

La sanción impuesta por la Justicia, decía Dacal, vencía “el día 25 de diciembre de 2019”.

Para aumentar más el nivel de absurdo del caso, una misiva enviada el 25 de diciembre de 2019 al Juzgado de Ejecución y Vigilancia de 1er Turno firmada por la directora de la Unidad N° 1, señala: “En el día de la fecha se procedió a la excarcelación por Vencimiento de Pena” de Michael R. Y sostiene: “Cabe agregar que la PPL (persona privada de libertad) fijó domicilio en la calle Avellaneda en jurisdicción de la Seccional 12 en el departamento de Montevideo”.

Según el abogado de Michael R., lo que vivió su defendido es una situación inédita en la historia judicial.

“Al Ministerio del Interior pasado se le olvidó sacarlo de la cárcel. Sin embargo, y para mi sorpresa y la de mi socio, lo dicho por la directora de la Unidad N° 1 a la Justicia no ocurrió. Michael R. siguió en prisión hasta fines de mayo de este año. Es decir, estuvo cinco meses preso sin condena”, dijo el abogado Almeida.

Y agregó: “Las nuevas autoridades del Ministerio del Interior tomaron cartas en el asunto y subsanaron el problema luego del confinamiento generado por la pandemia”.

En los cinco meses en que estuvo en prisión, Michael R. fue herido de gravedad en el hemitórax durante un ataque perpetrado con un cuchillo por parte de otro recluso.

El 22 de marzo de 2020, un mes antes de ser liberado, sufrió “una herida de arma blanca en hemitórax izquierdo” que le afectó el corazón, señala la historia clínica del exrecluso a la que accedió El País.

Ese mismo día ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Pasteur en estado grave. Tenía una lesión en el corazón y fue operado, recoge la historia.

Al salir de la anestesia, Michael R. tuvo una buena evolución, aunque continuó en la UCI durante dos días. Los médicos establecieron que debía pasar a sala, pero no había camas con aislamiento.

El 26 de marzo de 2020 se le retiraron los drenajes colocados durante la intervención quirúrgica. Valorado por los cirujanos, estos le indicaron el alta quirúrgica debiendo continuar con curaciones de la herida. Volvió al penal de Punta de Rieles luego de una semana de internación.

“Si Michael R. se hubiera muerto en el Pasteur, hoy no tendríamos ninguna prueba de que él siguió en la Unidad N° 1”, dijo Almeida.

Al regresar a la prisión, Michael R., al igual que venía haciendo antes, les comentó a todos los guardias que él debía haber sido liberado el 25 de diciembre de 2019.

Según señaló el penalista Almeida, ya con las nuevas autoridades del ministerio, y luego del confinamiento generado por lapandemia, autoridades carcelarias revisaron el expediente y percibieron que el recluso decía la verdad.

Michael R. fue finalmente liberado el 24 de mayo de 2020, sin que nadie pudiera explicar el motivo o fundamento legal de su prisión indebida.