RELATO DE DIPLOMÁTICAS LLEGAN A LA JUSTICIA

El lunes siguiente a la Semana de Turismo, la Cancillería entregará a la jueza de Familia Lilián Elhorriburu los nombres de 69 diplomáticas que enviaron una misiva a la cartera relatando hechos de acoso sexual, violencia y discriminación laboral. La mayoría de los casos refieren a la gestión anterior en la Cancillería y uno de ellos sucedió en este período de gobierno, dijeron a El País fuentes del caso.

Elhorriburu trasmitió a jerarcas de la Cancillería que interrogará a las presuntas víctimas que firmaron la misiva y les preguntará los nombres de los supuestos victimarios y el lugar donde ocurrieron los hechos. Si las denunciantes no dan nombres, deberán explicar a la jueza por qué firmaron una carta de ese tenor.

La judicialización de la misiva es el gran temor que tienen muchas de las funcionarias firmantes. Las diplomáticas plantearon sus reclamos en la misiva con el objetivo de que se creara en el Ministerio de Relaciones Exteriores un ámbito de discusión sobre políticas de género, y no pretendían que sus nombres integraran un expediente penal, según afirmó a El País una firmante de la carta.

En forma paralela a la Justicia de Familia, la Fiscalía de Montevideo de Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia basada en Género de 1º turno, a cargo de la fiscal Alba Corral, investiga las denuncias de supuestos acosos sexuales sufridos por las diplomáticas.

Según las fuentes del caso, por lo menos tres hechos implicarían a un exjerarca de la cartera de la pasada administración y dos a un exembajador, ambos destacados dirigentes políticos del Frente Amplio.

El lunes 8, fecha en que se conmemoró elDía Internacional de la Mujer y se realizó un paro internacional por los derechos de las mujeres, las 69 diplomáticas enviaron la carta a la subsecretaria del Ministerio de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, quien la derivó al ministro Francisco Bustillo.

Al día siguiente Bustillo se comunicó con el fiscal de Corte, Jorge Díaz, y le trasmitió que la carta de las diplomáticas podía referirse a hechos delictivos. Díaz pidió a Bustillo que le enviara una copia de la misiva. Poco después, la Fiscalía de la Nación derivó el caso a Corral.

El miércoles 10, el diario El Observador publicó la misiva donde las diplomáticas denunciaban situaciones de acoso y violencia de género, y solicitaban la creación de un ámbito de discusión sobre el tema dentro de Cancillería.

“(...) Aún hoy es posible identificar situaciones de vulneración de derechos en las cuales, de forma significativa, las afectadas son mujeres. Comprender que estas situaciones continúan ocurriendo debe servir como un disparador para desterrar conductas que, sobre la base de la discriminación ejercida por quien está en una situación de autoridad, produce daños de entidad a quien las padece y refuerza una cultura que valida estos comportamientos”, dice un fragmento de la misiva a la que también accedió El País.

En algunos casos, expresó la fuente ministerial, hay persecuciones claras y violentas contra funcionarias embarazadas o acosos sexuales contra secretarias por parte de diplomáticos durante una misión. En otras ocasiones, agregó, falta el contexto de la situación denunciada: “Un embajador me dijo que estaba muy linda” (ver nota aparte).

Una de las denunciantes señaló a El País que la subsecretaria Ache propuso crear un grupo de trabajo que dependiera de su cargo, pero la iniciativa no prosperó. “Pedíamos una dirección, como se había anunciado previamente. Pero lo más importante era que se la dotara de recursos humanos y financieros, gente especializada que pudiera trabajar el tema”, dijo la diplomática.

Y agregó: “Por ahora solamente sabemos que una colega la va a coordinar, pero no tiene ni una oficina donde trabajar. Y tampoco tuvimos respuesta a las otras seis o siete propuestas que planteamos”.

La denunciante destacó la creación en la Cancillería de la Unidad Especializada en Género, cuya coordinadora es la embajadora Lilián Silveira. No obstante, se quejó de que aún no informaron al grupo que redactó la cartera a qué mail debían enviar sus propuestas.

Bustillo instaló dicha unidad y resolvió que esta dependiera de la Dirección General de Secretaría. Su argumento es que la propia Ley de Presupuesto creó en el Ministerio de Relaciones Exteriores la Unidad Especializada en Género y no una dirección.

El ministro se contactó con la directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) del Ministerio de Desarrollo Social, Mónica Bottero, y con la directora regional de ONU Mujeres, María Noel Vaeza, solicitándoles asesoramiento para instrumentar mecanismos que eviten este tipo de conductas dentro de la Cancillería.

Esta semana, Bustillo, Ache y el director de Secretaría del Ministerio de Relaciones Exteriores, Diego Escuder, se reunieron con Bottero para pedirle que armara un abordaje del tema de género dentro de la Cancillería. Bottero ya entregó un plan de trabajo a Bustillo.

(Producción: Paula Barquet)