JUSTICIA
El imputado tiene antecedentes y era amigo de las víctimas.
Las víctimas fatales se habían reunido con el imputado en horas de la mañana “y algo salió mal”. Ocho horas después aparecieron sus cuerpos, los del “Rafa” y el “Bebé”, calcinados en el interior de una camioneta. Esa es la primera impresión de la fiscal de Homicidios de segundo turno, Mirta Morales.
Un hombre de iniciales C.A.C.P., miembro de la barra de Nacional, fue imputado por los dos homicidios. Tiene dos antecedentes penales y fue detenido en el Aeropuerto de Carrasco luego de haber ido a Brasil a presenciar un partido por la Copa Libertadores.
Ante el juez lloró e imploró que le pusieran una tobillera o un policía en la puerta de su casa. Negó haber matado a alguien. Dijo que los dos asesinados eran sus amigos y que su hija nacerá en cuatro semanas.
Junto a él fueron conducidos ayer a la audiencia otros dos hombres. Uno de ellos dijo ser el nexo entre la barra y la directiva del Club Nacional. Ambos quedaron en libertad con prohibición de salir del país.
De acuerdo a la pericia forense, los fallecidos presentaron 8 y 9 disparos en sus cuerpos. Aparecieron el día 30 de marzo en una camioneta Volkswagen Amarok en una calle del barrio Tres Ombúes.
El abogado defensor del imputado, Pablo Casás, remarcó que la prueba presentada por la fiscal Morales no es suficiente para llegar a la imputación. En el mismo sentido, el juez Marcelo Malvar afirmó que los elementos de prueba eran “circunstanciales”. Por ese motivo, no accedió a la solicitud de 180 días de prisión preventiva solicitada por la fiscal y fijó en 90 la cantidad de días que estará en la cárcel mientras se produce la segunda parte de la investigación. La fiscal Morales indicó que la prueba concluyente que tenía en su poder era la triangulación de los celulares de estas personas que estaban en la vivienda conjuntamente con las víctimas.
“Es para mí un elemento muy objetivo porque es científico, no es que lo sé porque me lo contaron, lo veo científicamente dónde estaban las personas antes de fallecer”, indicó. Además, aclaró que necesita tiempo para obtener el testimonio de otros testigos que podrían ser fundamentales para el desenlace de la causa.
Algunos de ellos dijeron que en el momento en que se supone ocurrieron ambos crímenes se sintieron disparos como de “ametralladora” en las cercanías de la casa del imputado. Tras el hecho, el dueño de casa contrató a un albañil para que pintara las paredes, cambiara el piso y colocara pedregullo en el patio de la vivienda. Morales aclaró que “no hay nada que vincule esto a ninguna asociación civil o deportiva”.