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Detalles del robo millonario en el que policías coparon las Termas del Daymán

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Dos policías y dos civiles planearon el robo para quedarse con recaudación de Semana de Turismo. Foto: Archivo El País

FALLO JUDICIAL

Seis personas fueron condenadas por el asalto ocurrido en 2019. El botín fue de $ 1.650.552, US$ 420 y 200 pesos argentinos.

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Caras cubiertas, ropa oscura, capuchas, guantes de látex y armas. Dos de los cuatro que se disfrazaron esa noche para cometer un robo millonario eran policías. Uno de ellos se desempeñó durante siete años en la Unidad de Investigaciones y en Policía Científica; el otro efectivo estuvo cuatro años en distintas dependencias. Pero esa noche los policías cambiaron de rol, y en vez de evitar la inseguridad, la generaron. Junto con otras dos personas planearon robar las Termas del Daymán, en Salto.

Un reciente fallo judicial, al que accedió El País, revela los detalles de la maniobra en la cual este grupo de personas logró hacerse de $1.650.552, US$ 420 y $ 200 argentinos.

A las 23:00 horas del domingo 21 de abril de 2019 el grupo entero se subió a un auto marca Toyota y durante aproximadamente 10 minutos se desplazaron por la Ruta 3 para llegar a las termas. Cuando lo hicieron, estacionaron en el auto lejos de la entrada y por casi cinco horas más se dedicaron a observar el movimiento de los funcionarios municipales para dar el golpe.

Entraron cada uno con un arma, amenazaron a tres trabajadores apuntándoles a sus cabezas y luego les ordenaron que se tiraran al piso. En ese momento les pusieron las manos para atrás y le colocaron precintos para que no pudieran soltarse. Además les ataron los pies con cinta adhesiva, les pusieron capuchas en sus cabezas y les sacaron sus celulares. Ya reducidos les exigieron que les dijeran dónde estaba el resto de los funcionarios y fueron por ellos. Solo uno se quedó custodiando a las tres personas maniatadas de pies y manos en el piso. “Poné el silenciador, si se mueven quemalos”, fue la orden de uno de los delincuentes al que se quedó vigilando.

Luego de eso se dispusieron a romper las cámaras de vigilancia del lugar, forzaron puertas y entraron a la boletería. El objetivo era robar la plata que se había recaudado durante la Semana de Turismo. Allí extrajeron una caja fuerte, luego entraron a la tesorería y sustrajeron otra. Ya con el botín robado lo llevaron hasta el auto y fugaron por la misma ruta por la cual habían llegado, pero con destino a Salto Grande, donde harían un cambio de auto. Los delincuentes se subieron al vehículo de uno de los policías, fueron a su casa y allí finalmente destruyeron la caja fuerte. Cada uno se quedó con una cuarta parte del dinero que lograron robar.

La Policía trabaja en el lugar. Foto: Luis Pérez
Foto: Archivo El País.

A los pocos días los dos policías fueron detenidos y aportaron datos sobre las dos personas que los habían acompañado en el copamiento y la rapiña esa noche.

Cinco meses más tarde del golpe, Prefectura encontró una de las cajas fuertes en aguas del Río Uruguay, a la altura de “Arenitas Blancas”. La Policía logró detener a los cuatro partícipes del robo y a otras dos personas que encubrieron el delito, de las que no se tiene información.

Del fallo emitido a fines de setiembre surge la condena con prisión de los cuatro delincuentes. Los policías deberán cumplir 12 años de penitenciaria por un delito de copamiento agravado. Por otra parte, otro de los delincuentes fue condenado a 15 años de penitenciaria por el mismo delito y otro que concretó en el lapso que no había sido detenido. El cuarto delincuente fue condenado a 11 años y cuatro meses de prisión. Otras dos personas fueron condenadas, mediante un juicio abreviado, a cuatro y tres años de penitenciaria por encubrimiento.

Las ventajas de conocer el lugar del copamiento

Los dos policías que fueron condenados conocían el lugar. Incluso uno de ellos había realizado servicios de 222 donde maniataron a cinco funcionarios municipales y robaron millones de pesos.

El otro policía además, al trabajar en la Unidad de Investigaciones de la fuerza policial, había trabajado con anterioridad de forma directa con la Fiscalía. Esto para la Justicia es un agravante, así como el hecho de que fue planeado, se usaron armas de fuego, hubo pluriparticipación y se privó de libertad a las víctimas.

Los dos policías confesaron ante la Fiscalía haber realizado el golpe a las Termas del Daymán. “A uno de los muchachos que estaban allá trabajando lo agarré yo. Yo fui el que lo desperté, estaba durmiendo y lo llevé allí, como que lo reduje”, declaró uno de los efectivos policiales.

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