JUSTICIA

Julio Walter Guillén Bustamante, alias “Cotorra Loca”, fue trasladado a un penal de máxima seguridad en Argentina. Cayó en Lomas de Zamora por tentativa de homicidio contra su expareja, quien terminó muriendo.

La baleó en una pierna. Lo detuvo Interpol. Tenía en su poder una pistola Browning 9 milímetros con la numeración borrada, cargadores, una manopla, un cuchillo y varios precintos. Ahora lo investigará la Justicia de Argentina. No se descarta su vinculación con otras actividades delictivas en aquel país.

Si bien podría tener que cumplir una pena por los delitos cometidos durante su fuga en Argentina, un acuerdo entre los poderes judiciales de ambos países permitiría que “Cotorra Loca” sea trasladado a Uruguay. Se trata de un mecanismo que se utiliza habitualmente para aquellos reclusos que tienen familia en Uruguay.

En tal caso, el delincuente terminaría de cumplir la condena por los delitos en el extranjero y luego pasaría a cumplir con varias sentencias que dejó inconclusas con su fuga del año 2005, según explicaron fuentes del Poder Judicial. Además, tendrá que responder ante el Juzgado de la ciudad de Libertad, San José, por el delito de asociación para delinquir.

El delincuente, dueño de un abundante y sanguinario prontuario, estuvo 14 años fugado de las cárceles uruguayas. Tiene 47 años de edad y su primera entrada a la cárcel fue en marzo del año 1998. De ahí en adelante su vida fue entrar y salir de las prisiones uruguayas.

En el año 2005 logró fugarse del Penal de Libertad. Lo hizo como nadie se lo imaginaba: por la puerta. Le pagó a dos personas para que se presentaran como agentes de Inteligencia y simularan un traslado de él y su cómplice, el traficante israelí Yehoram Alal.

El delincuente protagonizó tres fugas a lo largo de su carrera delictiva. La primera de ellas tuvo lugar durante el año 1990 cuando estaba alojado en la Cárcel Central de Montevideo. Desde allí se fugó disfrazado de agente policial. Más tarde se escapó mediante un boquete de la cárcel de Conventos en Melo.

Los que lo conocen saben que tiene el físico de un jockey. Sin embargo, es considerado por la Policía como uno de los delincuentes más peligrosos del país. Investigadores policiales le atribuyen, solo en Uruguay, una decena de muertes, asaltos millonarios, fugas espectaculares y motines. Se lo acusa de ser el líder de la banda que asaltó la remesa en el estacionamiento del hipermercado Géant.

Esa gavilla también estaría implicada, según la Policía, en las rapiñas a los peajes, sustracción de los fusiles de guerra del cuartel del Batallón Florida y el asalto al Banco República de La Paz, entre otros ilícitos.

Un experimentado delincuente le confesó a un policía: “El Cotorra Loca es el tipo más peligroso que conozco. Está comiendo, se molesta contigo, te mata de un disparo y sigue comiendo como si nada”.