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Canelones: piden prisión para dos policías por uso de una bicicleta

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Fachada de la seccional 27° de El Pinar (Canelones). Foto: Archivo El País

EL PINAR

El vehículo no era robado y estuvo en la comisaría 16 meses; para el fiscal del caso, los agentes incurrieron en dos delitos.

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En agosto de 2019, efectivos de la Seccional 18° del balneario El Pinar encontraron una bicicleta. No era robada. Fue llevaba al “depósito” de la seccional. Es decir, al techo de la comisaría.

La bicicleta estuvo allí más de un año y medio. Un policía que vivía en Colinas de Solymar solicitó a un oficial el uso del birrodado porque se le había roto la camioneta. “Mi casa queda a trasmano. A veces vengo a pie y otras en ómnibus con el riesgo de contagiarme de COVID-19 por la gran cantidad de pasajeros”, dijo el agente.

El oficial, que hacía un mes que estaba en la seccional, conocía igualmente a su subalterno. Sabía que tenía una excelente foja de servicios. Y que era un vocacional de la Policía.

El oficial respondió: “Fijate una que esté en condiciones de circular. No habría problemas, pero hay que solicitar el trámite en la comisaría”.

Luego se olvidó del tema por las decisiones continuas que debe adoptar el encargado de un turno de una seccional, según testificó en la Fiscalía.

El agente creyó que su superior le había dado el aval. Se subió al techo de la comisaría y eligió una bicicleta marca “Gary Fisher”, de aluminio y de color negro.

El policía usó la bicicleta por unas dos semanas para ir a trabajar, a la vista de todos. En la noche del 12 de noviembre de este año, el agente salió a patrullar. Dejó la bicicleta en la seccional. Un cabo, que se desempeñaba como encargado del turno, la vio. Le resultó familiar a una que fuera incautada tiempo atrás y le envió un mensaje al subcomisario para verificar su procedencia, dice el fiscal de la Ciudad de al Costa, Maximiliano Sosa, en su solicitud de procesamiento.

A las 0:30 horas del 13 de noviembre pasado, el policía regresó a la seccional al finalizar su turno.

“Se apersonó al cabo y dijo que la bicicleta era suya, por lo que este se la entregó”, agregó el fiscal en dicha solicitud.

Poco después, el subcomisario de la Seccional 27° presentó una denuncia en el Área de Investigaciones de la Policía de la Ciudad de la Costa.

El domingo 13, por orden de la Fiscalía, la Policía retiró la bicicleta de la casa del policía.

El oficial y el agente fueron citados a declarar en calidad de indagados en la Fiscalía de la Ciudad de la Costa. Una fiscal adjunta le trasmitió al oficial que, por órdenes del fiscal Sosa, iban a ser procesados con prisión. “Por ser policías se tomarán medidas ejemplarizantes”, dijo la funcionaria según un participante de la reunión.

El miércoles 16, en una audiencia ante el juez de la Ciudad de la Costa, Bernardo Bueno, el fiscal Sosa consideró que el oficial entregó el birrodado al agente para su uso personal “contraviniendo” los reglamentos, “sin consultar ni dar cuenta a su superior ni “dejando constancia alguna de dicha entrega”.

El agente, según el fiscal, cometió “un acto arbitrario” al “apropiarse en beneficio propio” de un bien que pertenece a un particular que estaba en posesión de la seccional donde presta funciones, y actuó con “abuso de su cargo”.

El fiscal pidió al juez el procesamiento de ambos policías por peculado y abuso de funciones y solicitó una medida cautelar de prisión de 120 días.

Los abogados del oficial, Marcos Pacheco y Juan Carlos Fernández Lechini, y el defensor del agente, Hugo Mazzeta, se opusieron al pedido fiscal.

Pacheco dijo que el pedido de prisión de la Fiscalía “era desproporcionado”, ya que esa bicicleta en el mercado “no costaría $ 500”. Y agregó que el agente no vendió la bicicleta e iba a la seccional con ella todos los días. “La Policía había encontrado esa bicicleta. No era producto de un hurto”, dijo Pacheco.

El fiscal replicó diciendo que la bicicleta fue hallada durante un procedimiento y negó que fuera de una marca ordinaria. “Es una Gary Fisher”, expresó.

Pacheco advirtió: “Iremos a un juicio por las medidas excesivas pedidas por la Fiscalía”.

Bueno no hizo lugar al pedido del fiscal Sosa y decretó el arresto domiciliario para los policías en horario no laboral.

El fiscal Sosa apeló.

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