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Una "cadenita" fue clave para condenar a dos personas por crimen de trabajador de Kinko de Pocitos

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Nicolás Pereira era empleado del comercio y salió en defensa de una compañera en un intento de rapiña; fue asesinado. Foto: Archivo El País
Fachada del minimercado Kinko ubicado en Sarmiento y Obligado, Pocitos, cerrado tras hurto y homicidio de trabajador en la noche del 29 de mayo, en Montevideo, ND 20180430, foto Ariel Colmegna - Archivo El Pais
Ariel Colmegna/Archivo El Pais

EL HOMICIDIO OCURRIÓ EN 2018

El homicida, al escapar del comercio, dejó caer un objeto personal que luego serviría para encontrarlo culpable y condenarlo por el crimen de Oscar Nicolás Pereira.

El delincuente llegó a su casa nervioso. Hacía minutos le había disparado a un trabajador de un Kinko de Pocitos, pero lo que le preocupaba era que le faltaba “una cadenita”. Esa noche, un 29 de abril de 2018, él y otra persona habían ido en moto al local ubicado en Avenida Sarmiento y Obligado. Llevaban sus rostros tapados. Frenaron la moto frente a esa sucursal de la cadena de almacenes y mientras uno de ellos se bajó, el otro se quedó esperándolo en la puerta.

En el Kinko, a las 23:30, había dos clientes y algunos empleados. Entre ellos una mujer que trabajaba como cajera y que en ese momento estaba barriendo el piso del local. Otro de los empleados era un joven de 22 años que estaba en el área de las góndolas.

Ambos se vieron sorprendidos cuando el delincuente ingresó apuntando con un arma. Primero se dirigió a la trabajadora que barría y estaba a pocos metros de la puerta, y le exigió que le diera la plata de la caja. Luego fue hasta las góndolas, donde estaba el joven, para que todos se enteraran de su presencia.

Cuando el rapiñero volvió hacia la caja para robar el dinero, se distrajo. Oscar Nicolás Pereira, el joven que estaba en la góndola, se dio cuenta de que el delincuente le había dado la espalda por unos segundos y en el afán de evitar la rapiña, o que el delincuente atacara a su compañera, se trabó en lucha con el rapiñero. Tras unos segundos el delincuente logró zafarse y disparó tres veces contra Pereira; luego salió corriendo. Pero en esa huida resbaló, se volvió a parar y finalmente se subió a la moto que lo esperaba para ir hacia Casavalle. En esa escena de forcejeo, tropiezo y huida el delincuente perdió “la cadenita” que lo tenía preocupado cuando llegó a su casa.

Óscar Nicolás Pereira Tellechea. Foto: Facebook José Pereira
Óscar Nicolás Pereira Tellechea. Foto: Facebook José Pereira

“Estaba muy nervioso, perdió una cadenita en el lugar… una cadenita del cuello, un crucifijo”, declaró una testigo ante el fiscal de Homicidios Juan Gómez, de acuerdo a la sentencia judicial a la que accedió El País.

Cuando la Policía llegó al Kinko esa noche de 2018, Pereira había sido trasladado a un hospital, donde luego murió, y una cliente les mostró “la cadenita” que había en la puerta del local. El delincuente fue atrapado un año después de haber matado al joven trabajador y aquel descuido en esa trágica noche fue clave, entre otras pruebas, para que el fiscal Gómez lo acusara de ser el asesino.

Según declaró un policía que investigó el caso, en la cuenta de Facebook del delincuente se podían apreciar varias fotos antes del homicidio en las que el acusado tenía puesta la cadenita y otras en las que, luego del crimen, ya no la llevaba colgada. El otro delincuente también fue ubicado por los investigadores. Se trata de un hombre que ya estaba preso por otros delitos.

Varios testigos, algunos de identidad reservada, le permitieron al fiscal probar que estos dos delincuentes señalados como sospechosos fueron los que intentaron rapiñar el Kinko esa noche de abril de 2018.

Por otra parte, un testigo de identidad reservada dijo que había escuchado a los delincuentes hablar sobre el tema y que uno de ellos decía que “había matado” a Pereira luego de un “asalto”.

La Fiscalía decretó el inicio de una investigación penal contra ambos acusados. Uno de ellos ya estaba en prisión, mientras que el señalado como el homicida fue enviado a prisión preventiva a la espera de un juicio oral. Ambos negaron ser las personas que intentaron rapiñar el comercio y que terminó en el homicidio de un joven trabajador. Ayer se conoció la decisión de la Justicia sobre la acusación del fiscal Gómez.

El representante del Ministerio Público solicitó que se condenara a la persona que disparó contra Pereira a 22 años de prisión por un delito de homicidio muy especialmente agravado, un delito de tráfico interno de armas y municiones, y un delito de porte y tenencia de armas de fuego, todos en régimen de reiteración real y a título de dolo directo. Estos otros delitos surgieron producto de los allanamientos que se hicieron para capturarlo. Por otra parte, el fiscal pidió la condena de 21 años de penitenciaría para el otro implicado, quien manejó la moto en la noche del crimen, como coautor de un homicidio muy especialmente agravado.

El trabajador asesinado fue reconocido en el local donde ocurrió el crimen. Foto: Francisco Flores
El trabajador asesinado fue reconocido en el local donde ocurrió el crimen. Foto: Francisco Flores (archivo)

El juez penal Humberto Álvarez dio como probada la teoría de Gómez de cómo surgieron los hechos y de quiénes fueron los culpables. Por eso hizo lugar al pedido de la Fiscalía y condenó a los dos delincuentes a las penas que solicitó Gómez. El conductor de la moto, que ya estaba en prisión, pasará a cumplir la pena por la coautoría de homicidio cuando sea excarcelado de la causa por la cual se encuentra en prisión.

Luego de casi tres años de investigación y juicio, el crimen de Pereira quedó aclarado.

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