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Así cayó “la Ocho”, la mujer que dirigía una banda de ladrones de autos

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Tras una orden del fiscal Diego Pérez, investigadores de la Zona IV realizaron allanamientos buscando pruebas contra una banda. Foto: Archivo El País

LA ACUSAN DE PARTICIPAR EN VARIAS RAPIÑAS

La banda estaba integrada por cinco personas, todos ellos con cierto parentesco o lazos de amistad. "La Ocho” estaba en pareja con un delincuente, integrante de una familia famosa en el bajo mundo.

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La banda de rapiñeros de autos asolaba la zona de Colón y como su pareja se encontraba en la cárcel, Joselin P., alias “la Ocho”, se transformó en líder de la gavilla y participaba en los robos a mano armada.

La banda estaba integrada por cinco personas, todos ellos con cierto parentesco o lazos de amistad del barrio. Por ejemplo, “la Ocho” estaba en pareja con un delincuente, integrante de una familia famosa en el bajo mundo. Eso, aunque mucha gente no lo crea, abre puertas en ciertos ambientes, genera contactos y “trabajos”.

Según una fuente policial, la rapiñera en ocasiones “marcaba” para la banda dónde se encontraban los autos que debían robar. Para ello aplicaba una simple metodología: salía en una moto de poca cilindrada a recorrer los barrios. Cuando observaba a una víctima, llamaba por celular a los otros integrantes de la banda.

“La Ocho” esperaba a poca distancia del “blanco”. Sabía que no llamaba la atención una mujer sentada encima de una moto respondiendo mensajes en su celular.

Al rato, llegaban al lugar otros cuatro integrantes de la gavilla en dos motos. Uno de ellos extraía una pistola y apuntaba al conductor del auto “marcado” por la mujer. Luego ella se subía al vehículo y se lo llevaba. Los otros cuatro rapiñeros huían de la zona a toda velocidad. Posteriormente, esos vehículos eran utilizados en otros hechos ilícitos.

En una rapiña cometida el 19 de febrero de este año en la esquina de Gutemberg y Mediodía (Colón), “la Ocho” cometería un error infantil que llevaría su posterior detención por parte de investigadores de la Zona IV (Cerro). Tras reducir la banda a la propietaria de un auto Cherry modelo QQ usando un arma de fuego, la imputada se subió al vehículo. En un gesto que hace cualquier persona que entra a un auto que no es suyo, “la Ocho” acomodó el espejo retrovisor del auto. Luego lo encendió y partió.

Patrullero. Foto: Estefania Leal
Patrullero. Foto: Estefania Leal

El fiscal Diego Pérez dijo a la jueza Ana Laura Sunhary que el auto Cherry fue recuperado a las pocas horas, ya que la banda no lo incendió como hacía habitualmente para borrar rastros. Policía Científica encontró en el espejo huellas dactilares de la mujer acusada, dijo Pérez.

Salir de compras.

El fiscal le atribuyó a la banda otras dos rapiñas. El 1 de febrero de este año, la conductora de otro Cherry QQ, de color plateado, estacionó su auto en Calderón de la Barca y Valentín Álvarez.

Fue abordada por cuatro personas que llegaron en un auto blanco. Una quinta, de sexo femenino y las mismas características que la imputada, se sumó al atraco.

Tras amenazar a la víctima con un arma de fuego, los rapiñeros le sacaron las llaves del auto, dinero y varias tarjetas de crédito.

Pocas horas después, “la Ocho” y otra mujer hicieron compras en un supermercado con dichas tarjetas, según filmaciones en poder del fiscal Pérez. “Inclusive, la imputada llevaba en el supermercado la misma remera que hoy lleva puesta”, dijo Pérez en la sede.

Una tercera rapiña cometida por la banda ocurrió el 22 de febrero pasado en Lucrecio y Volta donde se llevaron un auto Peugeot. En un allanamiento en la casa de la imputada, los policías encontraron una llave de un auto Peugeot y Lauro E., su cuñado, fue filmado en una estación de servicio mientras cargaba nafta en el vehículo.

La jueza Sunhary procesó a “la Ocho” por asociación para delinquir y rapiñas.

La torta y la tarjeta robada

El abogado de “la Ocho” rechazó la formalización afirmando que su defendida no participó en rapiña alguna. Dijo que el auto rapiñado era conducido por el cuñado de su clienta y agregó que ésta se subió al vehículo y acomodó el espejo. Agregó que su defendida usó las tarjetas de crédito robadas para comprar una torta. “Se le podría tipificar receptación”, dijo.

Una entrega que no ocurrió
Hombre usando el celular. Foto: Shutterstock

Lauro E. es el cuñado de la joven conocida como “la Ocho”. Se trata de un delincuente con profusos antecedentes penales. Lauro E. cumplía un arresto domiciliario por una rapiña cometida tiempo atrás, dijo el fiscal Diego Pérez en el Juzgado. Relató que el jueves 22, cuando estaba en una audiencia por otro caso, recibió una llamada de un técnico de la Oficina de Libertad Asistida (OSLA) diciéndole que Lauro E. incumplía un fallo judicial al no estar en su casa.

Al día siguiente, la madre del imputado dijo que éste había ido a ver a su abogada, ya que se iba a presentar a las 16:00 horas en la Fiscalía, relató Pérez. Y agregó que la abogada concurrió a la Fiscalía. Sin embargo, cuando Pérez preguntó por Lauro F., la profesional afirmó que había ido al baño. Pero jamás regresó. Pérez dijo en la audiencia que hubo un intento de entorpecer la investigación por parte de la abogada y Lauro E. Tras advertir que iba a investigar el accionar de la profesional y de su defendido, Pérez recordó que Lauro E. y otro individuo rapiñaron una camioneta Volkswagen el 19 de marzo pasado usando el mismo modus operandi de la banda.

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