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20 años de cárcel para un hombre que en 2018 entró a robar a una casa y asesinó a anciano

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Se inició una investigación interna. Foto: Archivo El País

SENTENCIA JUDICIAL

La víctima, de 92 años, fue muerta a golpes. Su asesino dijo que lo había encontrado ya sin vida cuando ingresó a la vivienda. La Fiscalía logró probar que era el culpable.

El hombre entró a robar a una casa y tras llevarse algunos objetos, saltó un muro perimetral. Luego, con el mismo objetivo, entró a la casa de al lado. Dijo que en esa última vivienda rompió la ventana y que al entrar le pareció que estaba abandonada porque “había poca cosa”.

De todas maneras, insistió y se puso “a revolver” todo el lugar. Pero en un momento se “pechó” con un hombre.

“Sinceramente pensé que estaba borracho (…); el hombre estaba muerto, acostado en la cama, me asusté”, declaró ante Mirta Morales, fiscal de Homicidios de 2° Turno.

El hombre que estaba muerto tenía 92 años, vivía solo y esa mañana del 26 de noviembre de 2018 lo habían asesinado dentro de su casa, ubicada en la calle Luis Lasagna del barrio Lezica. El único sospechoso del crimen, el delincuente que esa mañana entró a las dos casas de la cuadra, negó haberlo matado, pero sí admitió haber ingresado a robar. Desde ese entonces Morales comenzó la investigación para probar que ese hombre, que había robado dos casas, era el culpable del crimen.

Día del homicidio.

Entre las 6:00 y las 7:00 horas del 26 de noviembre el delincuente se encontraba por la zona de Lezica. En determinado momento frenó frente a una casa ubicada en la calle Lasagna y decidió esperar a que los dueños se fueran para entrar y robar lo que pudiera.

Eso ocurrió minutos más tarde. Las personas salieron de su casa y ahí el hombre aprovechó la oportunidad. Primero escaló el muro de la entrada de la casa y, cuando lo cruzó, forcejeó varias de las puertas para poder entrar.

Minutos más tarde, según se pudo apreciar en las cámaras de seguridad que había en el lugar, el hombre salió de la vivienda con una escalera y una caja de herramientas. Inmediatamente agarró los dos objetos y los tiró por encima del muro perimetral, que separaba la vivienda que acababa de robar con la del hombre de 92 años. Luego de lanzar los objetos saltó el muro, que tenía alambre de púa, y se cortó uno de los pies.

Ya dentro del predio comenzó a caminar por el terreno hasta que se topó con la entrada de la otra casa. Usando la misma metodología, comenzó a forcejear las puertas. Como ninguna cedió fue hasta la ventana de la cocina, rompió las varillas y logró entrar. El hombre quedó registrado en las cámaras y admitió haber entrado.

“Voy y parto la ventana (...) veo qué me puedo llevar (...) estaba revisando, me pongo a revolver y me pecho con un hombre que sinceramente pensé que estaba borracho”, declaró. Pero la investigación a cargo de efectivos policiales de la Zona Operacional IV y de la fiscal Morales era totalmente distinta. El delincuente, al ver al dueño de la casa comenzó a golpearlo hasta que lo mató.

Luego se fue de la casa y en la huida dejó tirada la escalera que había hurtado en la primera casa. Sin embargo, el testimonio del delincuente tuvo una inconsistencia que lo dejó endeble: dijo que la víctima estaba en la cama, pero cuando la Policía llegó al lugar, el cuerpo estaba tirado en el suelo.

La fiscal logró probar que había sido el culpable del crimen y pidió 25 años de prisión por un homicidio muy especialmente agravado. La Justicia lo condenó a 20 años y la defensa del imputado apeló la sentencia. Este mes el Tribunal de Apelaciones de 3° Turno confirmó la sentencia.

“Me asusté y me fui sin llevarme nada”, declaró

El delincuente aseguró que cuando entró a robar a la segunda casa se topó con el cuerpo del hombre de 92 años sin vida, y dijo: “Me asusté y me fui sin llevarme nada”. Sin embargo, la teoría de la Fiscalía fue irrefutable.

El Tribunal de Apelaciones de 3° Turno dejó firme la sentencia que determina que el delincuente fue el asesino. “Fue la única persona que ingresó a la vivienda, solamente sus huellas se levantaron de la escena”, explica el fallo.

Se le tipificó homicidio muy especialmente agravado porque el delito se cometió con el fin de consumar otro: el hurto. Además, en la condena se tuvo en cuenta la alevosía.

“La víctima se encuentra limitada en su capacidad de defensa de modo relevante”, expresa el Tribunal en el fallo, haciendo alusión a la edad del hombre que fue asesinado.

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