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Lo acusan de disparar 20 veces para matar a 3 personas; abogado defensor rechaza teoría del fiscal

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En la balacera ocurrida el 7 de abril de 2019, tres personas resultaron heridas; una mujer joven quedó parapléjica. Foto: Gerardo Pérez

BALACERA EN NUEVO PARÍS

El fiscal Gómez acusó a un hombre de haber participado en un ataque donde tres personas resultaron heridas. La defensa dice que su cliente estaba en otro lado en ese momento.

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El relato del fiscal Juan Gómez parece un guión de una novela policial ambientada en un barrio neoyorquino. Bandas mafiosas, balacera, autos que pasan a alta velocidad, uso de una ametralladora y amenazas de muertes.

La réplica del abogado defensor, Martín Frustaci, tiene rémoras de corte cinematográfico: el acusado tomaba un helado con su madre cuando ocurrieron las supuestas amenazas de muerte a las víctimas o se encontraba en un cumpleaños de 15 cuando sucedió la balacera que hirió a tres personas.

A las 16:30 horas del 7 de abril de 2019, un auto de color rojo ingresó desde la avenida Luis Batlle Berres hacia la calle Turubí (Nuevo París) a gran velocidad. El auto aminoró la marcha. Desde el asiento del acompañante y del de atrás del lado derecho, hicieron múltiples disparos hacia tres personas. Los agresores utilizaron dos pistolas -una de ellas adaptada con un “peine” para disparar ráfagas.

En una audiencia realizada el viernes 10, el fiscal Gómez señaló que una de las víctimas, de sexo femenino, recibió un balazo en el tórax que, en su recorrida, dañó el pulmón izquierdo y le causó una fractura de una vértebra dorsal con un compromiso de la médula sin orificio. Esta persona no podrá volver a caminar, según la acusación del fiscal Gómez.

Un hombre, que estaba con la mujer herida, recibió 11 impactos de armas de fuego que le provocaron una herida cortante en la zona lumbar y fracturas en un pie y en la pierna.

Una tercera víctima, también de sexo masculino, recibió dos disparos en el tórax que le causaron fracturas de costillas.

El auto rojo era conducido por el imputado acompañado, al menos, por dos personas que no fueron plenamente individualizadas -conocidas como “el Totito” y “el Marquito.

Los agresores tomaron hacia Carlos de la Vega y fueron seguidos de inmediato por un conocido de las víctimas hasta las cercanías de un “cante” (asentamiento), señala el documento del fiscal Gómez.

Ante la infructuosa persecución, el hombre giró su auto y asistió a dos víctimas. En cambio, la mujer herida fue trasladada por una vecina en su coche hasta el Centro del Cerro.

El fiscal Juan Gómez este lunes tras la audiencia. Foto: Darwin Borrelli
El fiscal Juan Gómez. Foto: Darwin Borrelli

Según Gómez, en el lugar del ataque fueron encontrados 20 casquillos de bala calibre 9 milímetros y una vaina calibre 32.

En la acusación, Gómez sostuvo que, previo al ataque, hubo amenazas de muerte hacia personas allegadas a las víctimas por parte del acusado y de un familiar directo.

Agregó que dos de las víctimas, que sobrevivieron al tiroteo del 7 de abril de 2019, reconocieron a plena luz del día y sin dudas al conductor del vehículo. El acusado también fue identificado por una testigo.

Librada la orden de detención contra el imputado, fue detenido el 22 de abril de 2019, procesado al día siguiente por tres delitos de homicidio en grado de tentativa en calidad de coautor, con un delito de violencia privada en calidad de autor y cumplió prisión preventiva.

Frustaci, abogado defensor del imputado, rechazó la teoría del caso de la Fiscalía y entendió que no correspondía que el Juzgado hiciera lugar al acusación por la “ausencia de prueba” de las imputaciones.

El abogado penalista sostuvo que su defendido “no se encontraba” en Nuevo París cuando ocurrió la balacera, ya que estaba con su madre en un restaurante de Paso Molino.

También negó que el día antes de la balacera, su cliente realizara amenazas de muerte a varias personas del entorno de las víctimas argumentando que este se encontraba en el cumpleaños de 15 de su cuñada realizado en un local de La Teja.

“Otro elemento a tener en cuenta y que no es menor, es la discrecionalidad con que se llevó adelante esta investigación, que versó solamente en atribuir la culpabilidad a mi cliente, ya que nunca se encontró a los famosos “el Marquitos” ni “el Totito”, siendo reconocidos por las víctimas de estas actuaciones”, dice el penalista en su defensa del imputado.

Según Frustaci, la Fiscalía solicita pruebas que “no es pertinente” a esta investigación, con el único fin de crear “un manto de hostilidad” hacia su defendido como lo es, por ejemplo, la solicitud de un testimonio de una sentencia donde se condenó al hermano de su cliente por un delito de homicidio.

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