JUSTICIA
El imputados realizaba tareas de procuración en fiscalías y juzgados pese a no tener un diploma que lo habilitara para ello.
La actuación del “abogado” y procurador llamó la atención de la Asociación de Escribanos del Uruguay. Y también de la Fiscalía Especializada en Delitos Económicos, donde el “profesional” denunció penalmente supuestas maniobras por parte de escribanos que firmaban hipotecas a favor de prestamistas.
Ayer trascendió que, en febrero de este año, el abogado “trucho” fue condenado por la Justicia a pedido de la fiscal Ana Valverdú por usurpación de título, dijeron fuentes del caso. Agregaron que el imputados realizaba tareas de procuración en fiscalías y juzgados pese a no tener un diploma que lo habilitara para ello.
El procesado llegó a un acuerdo de un juicio abreviado con la fiscal y se le imputaron medidas alternativas a la prisión (libertad vigilada).
Visitas a dueños de inmuebles.
Una fuente cercana a los escribanos dijo a El País que el profesional trucho tenía información sobre hipotecas a bienes que estaban a un paso de ser rematados. Luego visitaba a los dueños de esos bienes que habían recibido dinero de prestamistas. Les decía que podía revertir sus casos y evitar que sus bienes fueran rematados. A cambio pedía una suma de dinero.
Posteriormente, el supuesto abogado visitaba a los escribanos que trabajaban con los prestamistas y los presionaba para que dejaran sin efecto las subastas o serían denunciados por usura.
En una ocasión, el supuesto abogado denunció a un grupo de escribanos. En el escrito relató tres casos de eventual usura. La Fiscalía en Delitos Económicos aún no se expidió sobre esa denuncia.