Niños y jóvenes de diversos institutos pueden conocer desde adentro qué se realiza en los distintos laboratorios.

Con motivo de la Semana de la Ciencia y la Tecnología se está llevando a cabo en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) la "Jornada de Puertas Abiertas", desde ayer y hasta hoy.

Como hace 4 años el Latu abre sus puertas a estudiantes de distintas instituciones, tanto públicas como privadas, para que puedan ver desde adentro cómo funcionan los laboratorios y qué tareas se realizan día a día.

Este año la actividad está dirigida a estudiantes de sexto de escuela hasta tercero de liceo, que podrán visitar los laboratorios en dos horarios: de 9:30 a 12:00 y de 14:00 a 16:30 horas.

Hasta el día de ayer habían pasado aproximadamente 340 niños y jóvenes y se espera que al culminar la jornada de hoy haya asistido un total de 650 personas.

De acuerdo al presidente del Latu, Fernando Fontán, uno de los principales cometidos al realizar la "Jornada de puertas abiertas", además de difundir el trabajo desplegado en cada uno de los laboratorios, es el de motivar a los niños y jóvenes a que estudien carreras relacionadas con la ciencia y la tecnología.

"El enfoque de las charlas y de las actividades es entusiasmarlos a estudiar las áreas de ciencia y tecnología que son las que hacen posible que el país se desarrolle en estos temas, no solo para que en el futuro ojalá alguno pueda ser colaborador del Latu sino también para que la industria uruguaya y toda la actividad productiva cuente con el capital humano calificado que se necesita para sostener este desarrollo", explicó a El País.

Tubos de ensayo con soluciones coloridas en el interior, balanzas, botellas, plásticos así como alimentos, lanas y cueros, entre otras cosas, eran algunos de los elementos que se podían ver en las 16 mesas ubicadas en un largo pasillo del Latu.

Cada una de esas mesas pertenecía a un laboratorio en particular y los expertos allí presentes eran los encargados de explicarle a los niños para qué sirven los implementos y cuál es la tarea que realizan día a día.

Los niños habían sido previamente separados en grupos de entre 10 y 12 personas, e iban pasando de una mesa a otra.

El departamento de muebles es el lugar en donde se les explica a los jóvenes el control a los que deben ser sometidas, por ejemplo, las sillas, para verificar si están aptas para ser utilizadas. Allí resultan golpeadas contra el piso fuertemente; si a los 10 golpes no se rompe, la silla habrá sorteado exitosamente el control y es seguro utilizarla.

Ese laboratorio, junto con el de medio ambiente, son los únicos abiertos para que los niños puedan ingresar. A los restantes 14 se prohíbe el acceso debido a razones de seguridad. Las demostraciones se realizan en las mesas ubicadas en un pasillo.

En la muestra están presentes varios laboratorios. Como ser el de toxinas naturales, (en donde se explica cómo se controla si un alimento está contaminado); el de metrología legal, (en donde se muestra cómo se calibran las balanzas y los termómetros, entre otras cosas); el departamento de materiales, (en donde se enseña cómo se verifica si los cascos, calefones, o el asfalto son lo suficientemente resistentes y cumplen con los requisitos necesarios; allí además se mide la flamabilidad de los juguetes). También está el laboratorio de innovación y desarrollo, (en donde se demuestra cómo puede crearse nuevos productos alimenticios); el laboratorio de productos lácteos y cárnicos (en donde quedan expuestos los controles de calidad y el proceso que lleva realizarlos); y el laboratorio de textiles, lana y cuero, (en donde enseñan de qué manera se pasa de la lana "bruta" al hilo de lana).

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