BPS y MTSS INDAGAN
El supermercado que Cristian "Kiki" Pastorino asaltó el pasado sábado 17 está en la mira del BPS y de la Inspección Nacional de Trabajo. Fue en ese lugar donde el delincuente mató a la cajera Florencia Cabrera y disparó sobre el guardia venezolano José Enrique Sánchez, dejándolo malherido.
El inspector nacional de Trabajo, Gerardo Rey, anunció que está investigando junto al Banco de Previsión Social (BPS) la situación laboral del guardia. El trabajador se encuentra internado, estable, pero con una bala en la médula.
En declaraciones a canal 10, Rey afirmó que ya se pudo constatar diversas irregularidades. Se pudo establecer que el hombre realizaba tareas de seguridad, pero no pertenecía a ninguna empresa del rubro y que fue ingresado a la planilla de trabajo el mismo día en que se cometió el asalto aunque Sánchez se desempeñaba allí desde antes.
"Estamos analizando los posibles incumplimientos de la empresa", dijo Rey.
El funcionario destacó que las empresas pueden contratar empleados para que se desempeñen como guardias, pero deben tener la autorización de la Dirección General de Fiscalización de Empresas (Digefe), un organismo del Ministerio del Interior que controla ese tipo de servicios.
"Nos contactamos con el Ministerio del Interior y el guardia baleado no tenía la habilitación correspondiente", aseveró Rey.
En tanto, el abogado del trabajador, Roberto Gossi declaró a canal 12 que su defendido está en un estado reservado y que los médicos esperan la posibilidad de intervenirlo quirúrgicamente.
Con respecto a la contratación dijo "en negro no estaba". "Tuve a la vista la filiación alta el BPS, pero no sabemos cuál era el régimen laboral que tenía. Estoy esperando que se dilucide la situación clínica para tener una reunión con la familia, con los más allegados, y con los propietarios de la empresa y buscar en lo posible una solución que evite una reclamación a nivel judicial", afirmó el abogado.
Víctimas.
Por otro lado, la ministra de Desarrollo Social (Mides), Marina Arismendi, anunció en la mañana de ayer que el organismo que dirige se ocupará de los niños que Cristian "Kiki" Pastorino dejó huérfanos. "Si no nos ocupamos, transitarán por la violencia", afirmó ayer la secretaria de Estado.
"Esos niños son víctimas, precisan una asignación o una tarjeta de alimentación", indicó. Se trata del hijo de Florencia Cabrera, la cajera que mató en la noche del sábado, y de Alison Patricia Pachón, la joven mujer que tuvo un hijo con el criminal y fue asesinada salvajemente el 6 de noviembre.
Cabrera tenía un hijo de 8 años de edad a su cargo y Pachon era madre de un bebé, hijo de "Kiki" que en la actualidad tiene 7 meses y un niño de tres años. El bebé quedó en manos de la familia materna.