La designación de los cinco integrantes de la Institución Nacional de Derechos Humanos se concretará sobre la hora. El martes vence el plazo para que el Parlamento elija al nuevo Consejo Directivo.

La cita para el plenario de la Asamblea General será a las 10 de la mañana, pero media hora antes se reunirá la comisión especial, creada con ese fin, y ultimará los detalles. "Si no hay acuerdo, se pedirá un cuarto intermedio durante la Asamblea General", dijo una fuente que participa de las negociaciones.

De los 17 postulados a ocupar la plana mayor de la Institución, hay seis nombres que, a esta altura, cobran más fuerza. El Frente Amplio tiene intenciones de renovarles la confianza a Juan Raúl Ferreira y Juan Faroppa, ambos integrantes del actual Consejo. El Partido Nacional, en cambio, pide una "renovación total", pero, según miembros de la comisión especial, "se está abierto a negociar".

Lo seguro es que se mantendrá una relación de género de tres a dos (ya sea dos hombres y tres mujeres, como ahora, o viceversa). Dentro de la fracción oficialista, la jueza Mariana Mota es la que tiene más respaldo. Es casi un hecho, según fuentes del Frente Amplio, que ella sea una de las electas. La magistrada había concentrado buena parte de las investigaciones sobre desapariciones en la dictadura, hasta que fue trasladada a la órbita civil.

Mota cuenta con el respaldo, además, del Partido Independiente y Unidad Popular. Estos dos grupos tienen otras coincidencias con el Frente Amplio: los liderados por Pablo Mieres apoyan a Wilder Tayler y Juan Faroppa. Y Eduardo Rubio pretende que sea reelecto Juan Raúl Ferreira. Ambos ven con buenos ojos a Virginia Martínez, quien junto a María Josefina Plá son alabadas en el oficialismo.

El Partido Nacional apo-ya a Mariana Blengio, de Unesco. Los nacionalistas propondrán, además, a dos hombres: Marcos Israel, quien presidió el Comité Central Israelita, y al exsacerdote Juan Martín Posadas.

Los dos primeros de estos nombres fueron bien vistos por otros partidos.

Los legisladores pensaban que la decisión sería más sencilla que la última vez, porque en aquel entonces se habían postulado 32 personas. Si no se consiguen los votos de dos tercios de la Asamblea, se pasa a una segunda votación. La misma será 20 días después y servirá la mayoría absoluta.

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