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Inédita medida de jueces penales ante los paros

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Corte: "En un acuerdo, ambas partes ceden derechos inciertos". Foto: Gerardo Pérez
Entrada del edificio sede de la Suprema Corte de Justicia, ubicado en Gutierrez Ruiz y Tarigo, barrio Centro, Montevideo, ND 20160801, foto Gerardo Perez
Archivo El Pais

Tomaron testimonios en apoyo a los cuatro magistrados de turno.

Los jueces penales de Montevideo adoptaron ayer una inédita medida: oficiaron de funcionarios receptores y tomaron declaraciones a indagados y testigos en apoyo a sus cuatro colegas de turno. Es que, a partir de ayer comenzó un paro de 48 horas de los funcionarios judiciales en reclamo del incumplimiento del gobierno a pagar una deuda laboral de US$ 40 millones y en rechazo a una supuesta omisión del Poder Ejecutivo en designar a un fiscal que intervenga en una acción de inconstitucionalidad promovida por funcionarios judiciales contra el artículo 733 de la Ley de Presupuesto.

Con la paralización, los jueces de turno carecían del trabajo de apoyo de los receptores. Ante esa situación y como vencían los plazos constitucionales para personas detenidas, los jueces Néstor Valetti, Blanca Rieiro, Beatriz Larrieu y Ricardo Míguez concurrieron a los juzgados y actuaron como personal administrativo de los jueces de turno, Ana de Salterain, Dolores Sánchez, Eduardo Pereyra y José María Gómez. Otros magistrados llamaron por teléfono a sus colegas de turno para ponerse a disposición. Hoy los magistrados penales que no están de turno también ayudarán a sus colegas que investigan los delitos cometidos esta semana.

La jueza Ana de Salterain dijo a El País que los jueces actuaron en conjunto sin pretender chocar contra la medida gremial. "Nos apoyaron como medida de seguridad y de humanidad con la sociedad. Hay plazos constitucionales sobre detenciones y no podemos dejar en libertad a un rapiñero", dijo la jueza.

Agregó que los jueces apoyaron a los colegas que estaban de turno porque un solo magistrado no puede tomar declaraciones como lo harían tres funcionarios receptores.

"La ayuda de los compañeros también fue un acto de solidaridad con la sociedad", explicó De Salterain.

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Corte: "En un acuerdo, ambas partes ceden derechos inciertos". Foto: Gerardo Pérez

JUSTICIA PENAL

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