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Impotencia policial ante saqueos en 18 de Julio

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Así lucía yer a la mañana la tienda de ropas que fue apedreada y saqueada. Foto: F. Flores
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“Nos arrojaron piedras, pirotecnia y botellas”, dijo director del operativo que debía controlar los “festejos”.

Un solo procesado, a quien se le impuso arresto domiciliario por 90 días entre las 16:00 horas y las 6:00 de la mañana, dejó la ola de disturbios, vandalismo y saqueos que se produjo en el Centro durante los festejos de hinchas de Peñarol por el título del Campeonato Uruguayo, la noche del domingo.

El otro sancionado fue el conductor de una camioneta que ayer de mañana estaba reponiendo artículos en un local de 18 de Julio y Yaguarón que había sido destrozado y saqueado la noche de los disturbios. Un inspector municipal le aplicó una multa por estacionar "en lugar prohibido".

Lo llamativo de esta sanción es que se impuso la misma mañana en que varios ómnibus de Raincoop realizaban un "piquete" frente a la Intendencia, cortando el tránsito en la principal avenida, sin que ningún inspector aplicara multa alguna.

El Ministerio del Interior emitió ayer un comunicado sobre los incidentes del domingo de noche, cuando "unos quinientos hinchas de Peñarol se dirigieron hacia la avenida 18 de Julio concentrándose más específicamente en la Plaza Cagancha".

En palabras del director del operativo, comisario Mayor Eduar Álvez, "en reiteradas oportunidades se subieron a la garita de ómnibus que se encuentra en la plaza Cagancha" mientras que la Policía les solicitaba que bajaran "evitando la rotura de la misma".

"Al continuar con esa actitud personalmente fui a dialogar con las personas y es cuando comienzan a arrojarnos botellas, piedras y pirotecnia tratando de avanzar sobre las fuerzas policiales", detalló el comisario. Fue en ese momento que se dispuso que los efectivos policiales se pusieran "a cubierto" y actuara la Guardia Republicana que aguardaba por órdenes en el lugar. En ese momento se producen corridas hacia la plaza del Entrevero y hacia la esquina de Colonia y Rondeau donde se producen destrozos en la pizzería que allí se encuentra, así como en parabrisas de vehículos que estaban en la calle Colonia. También se produjeron roturas de vidrios y hurto en un local comercial en una Galería de 18 de Julio y Yi, pero la rápida acción policial permitió la detención de cuatro personas que participaron en este hecho y la recuperación de algunos artículos robados", dice el comunicado de Interior.

Más ataques.

El bar Facal de 18 y Yi fue uno de los comercios atacados a pedradas. Cerca de las 20:30 del domingo comenzaron las corridas de los hinchas y los cascotes volaban desde la calle hacia los cerramientos de vidrio. Un guardia de seguridad debió ser conducido al Banco de Seguros para atenderlo por un corte en un pómulo.

Federico Celsi explicó a El País que, por prevención, había contratado a otro guardia para la custodia de la puerta del bar.

"Además de las pérdidas por las roturas, el mal momento que se vive no se lo deseo a nadie. Alguna gente que había hecho su pedido se fue. Esto genera miedo. Además de la situación económica difícilísima, y de las cargas impositivas tan grandes, se dan estas cosas, que desalientan mucho".

Celsi, quien integra la comisión del Grupo Centro, indicó que vio policías en el entorno pero considera que el operativo de prevención "falló".

Sexto sentido.

Daniel Edelman, encargado del local Sexto Sentido, en la Galería del Litoral, que fue saqueado, dijo a El País que la vidriera de su comercio tenía 20 años y nunca antes la habían roto, aunque hubo intentos de hacerlo. Para él, resultó algo preparado.

Una veintena de sujetos que ingresaron a su comercio, tras destrozar la vidriera, se llevaron ropa de marca y hasta los maniquíes que tenía en el escaparate. Las cámaras de seguridad de la zona mostraron una camioneta matrícula SBI 9208, con varias partes de maniquíes cargadas en la caja.

"El domingo nos quedamos hasta las 12 de la noche y sacamos lo que quedó de mercadería. Limpiamos un poco y dejamos un guardia", contó Edelman a El País.

Ayer de mañana, temprano, regresó al local que permanecía con los cristales rotos. Al rato, sobre las 8:00, llegó una camioneta desde la cual se descargó la poca mercadería que habían podido salvar la noche anterior.

A las 8.10 apareció un inspector de la Intendencia. El funcionario no tuvo miramientos para estampar una multa a la camioneta que estaba estacionada en 18 de Julio, frente al local saqueado.

Recién al mediodía llegó hasta Sexto Sentido una cuadrilla municipal para retirar los trozos más grandes de los vidrios tirados en la vereda. Para reponer la vidriera, a media tarde trabajó una empresa contratada por los dueños del local.

Desmanes del 2013 en la Plaza Cagancha.

Para evitar disturbios y disuadir a los hinchas más fervorosos, el pasado dimingo se dispuso que más de un centenar de policías estuvieran distribuidos en la zona céntrica. El comunicado oficial habla de explanadas y plazas pero no de la Cagancha, típico lugar de las celebraciones deportivas y en donde, en 2013, quedó registrado otro episodio lamentable. Peñarol había salido campeón uruguayo, después de jugar contra Defensor en el Estadio Centenario. En aquella oportunidad hubo 89 personas detenidas —todas liberadas por la Justicia—, 22 policías heridos, 8 patrullas dañadas, un comercio de venta de electrodomésticos hurtado, 29 negocios más sufrieron destrozos de diversa índole, un kiosko de Rondeau y Colonia resultó incendiado, se vandalizaron refugios peatonales y no faltaron los ataques contra la Suprema Corte de Justicia y edificios colindantes de la Plaza Cagancha. Unas 300 personas del grupo que celebraba la consagración futbolística, también conseguida en junio, terminaron en aquella jornada enfrentándose a 60 policías.

ASI LO VIERON ELLOS.

Federico Celsi - Bar Facal.

"Entró gente que vino a festejar en una buena, hinchas de Peñarol que tenían miedo y se sentían más protegidos aquí; del malandraje no entró nadie. El guardia de seguridad recibió una pedrada y terminó en el Banco de Seguros, le cortaron la mejilla, tenía un corte profundo pero estaba bien. Por la cantidad de pedradas que había marcadas en los vidrios no entiendo todavía cómo no se rompieron más. Hay momentos en que uno tiene ganas de salir corriendo. No está pensado el sistema para proteger a los que intentamos hacer las cosas lo mejor posible".

Daniel Edelman - Tienda Sexto Sentido.

"El vidrio era muy grueso, de seguridad. Hasta ahora venía aguantando. Hace 20 años que el local es tienda de ropa. Con Sexto Sentido estamos hace un año. Todo lo que pasó estaba preparado. Tenemos las fotos de un par de camionetas. Nadie te protege pero la Intendencia para multar siempre está, es un despropósito, no hay nadie con quien hablar, el inspector nos multó porque tuvimos tres minutos en la puerta del local una camioneta para bajar las pocas prendas que rescatamos la noche anterior después del robo".

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Así lucía yer a la mañana la tienda de ropas que fue apedreada y saqueada. Foto: F. Flores

UN PROCESADO POR DISTURBIOS Y UN LOCAL MULTADOJUAN ESTOLARI

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