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"Hoy tengo miedo por mis hijas y mis nietos"

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Ribeiro y su esposa muestran una piedra que fue arrojada por jóvenes. Foto: M. Bonjour.
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El vecino que denunció “picadas” de motos recibió amenazas y teme represalias en las fiestas navideñas.

Tengo miedo por mis hijas y por mis nietos. Sé que esos delincuentes van a volver porque los denunciamos", dijo a El País Hugo Ribeiro (70), quien recibió pedradas e insultos de un grupo de jóvenes que realizaban "picadas" frente a su casa en la tarde del lunes 7.

El juez penal de 18° Turno, Huberto Álvarez, y el fiscal Gustavo Zubía procesaron con prisión a tres individuos —uno de ellos tenía antecedentes penales— por los delitos de violencia privada y coautoría de lesiones personales.

En la tarde de ayer, un familiar de uno de los encarcelados pasó frente a la casa de Ribeiro y le gritó: "Ellos se van a comer fin de año adentro (de la cárcel). Pero ustedes no van a pasar muy bien el 24 y el 25 (de diciembre".

Ribeiro dijo que hoy presentarán una segunda denuncia en la Jefatura de Policía por esas amenazas. "Pienso que ellos realmente van a tomar medidas contra nosotros. Tienen amigos en el Marconi. Mi esposa fue operada y en mi casa viven mi hija con sus hijos pequeños. Puede pasar cualquier cosa", dijo el denunciante.

Picadas se realizan en casi todos los barrios y generan temor en los vecinos.
Picadas se realizan en casi todos los barrios y generan temor en los vecinos.

Enfrentamiento.

En la tarde del lunes 7, la esposa de Ribeiro, María Santiago abandonó la fábrica que cuida junto a su esposo. La planta queda a 50 metros de su casa por la calle Bruselas (barrio Pérez Castellanos). Su esposo la miraba desde la vereda. Un joven en moto le hizo un "finito" a María Santiago. Ribeiro lo paró y le increpó: "Están como locos corriendo a toda velocidad por la calle. Si siguen así, van a lastimar a algún vecino".

Sin descender de la moto, el joven lo insultó.

Ribeiro relató que las personas que corrían carreras eran dos. "Ese día estaban desacatados. Levantaban la rueda delanteras de las motos, hacían picadas", recordó.

Ribeiro agarró un teléfono y los dos sujetos se alejaron pensando que este había llamado a la Policía.

Al día siguiente, los jóvenes volvieron a la casa de Ribeiro acompañados por amigos que viven en el barrio Marconi. En esta ocasión, llegaron a su casa armados con cuchillos, hierros, piedras y palos, relató el denunciante.

Tras insultarlo, comenzaron a tirarle piedras. Un cascote golpeó a Ribeiro en el brazo izquierdo y le generó un enorme moretón.

La familia Ribeiro se refugió en la humilde casa. Afuera solo quedó una familiar de Ribeiro que está embarazada.

"A vos no te tocamos porque vas a tener un hijo", le espetó uno de los individuos. Los cascotes llovieron contra la casa de Ribeiro. Dentro de la vivienda se encontraba el matrimonio de ancianos, su hija y tres nietos pequeños. Uno de los cascotes rompió la claraboya. Otro impactó en el vidrio de una ventana ubicada en la puerta.

Medida.

La Policía respaldó la decisión del juez Álvarez y del fiscal Zubía de remitir a la cárcel por violencia privada a tres individuos que realizaban "picadas" y "finitos" en la zona del Cilindro Municipal, y que participaron en las pedreas.

El presidente del Círculo Policial del Uruguay, Juan Carlos Cipolini, dijo a El País que las "picadas" son un fenómeno que se repite en el tiempo en diferentes puntos de la ciudad. "Las picadas en motos generan muchos problemas, cuya solución todavía no se encontró", dijo el ex jerarca policial.

Enseguida agregó: "Con el procesamiento de esas tres personas, la Justicia Penal pretendió enviar un mensaje a la sociedad, una señal muy firme para que estas cuestiones (las picadas) no sigan ocurriendo".

La dirigente del Sindicato de Policías de Montevideo (Sipom), Patricia Rodríguez, dijo que estas decisiones judiciales "le hacen bien a la población" y agregó que la Policía "esperaba" que la Justicia "actúe con mano dura" en estos casos, así como contra personas que incurran en delitos de violencia doméstica. "Con el versito de los derechos humanos, se han justificado muchas acciones de delincuentes", dijo.

El fiscal Zubía dijo a El País que las "picadas" de motos en las calles y otras conductas que ponen en riesgo la integridad de los vecinos "deterioran" la convivencia social.

"Las víctimas muchas veces tienen miedo de denunciar. Por eso hay que dar una respuesta severa para mantener el tejido social", agregó.

Policía apoya fallo judicial.

El subdirector Nacional de Policía, Raúl Perdomo dijo a El País: "Todas las medidas que contribuyen o ayuden la vida corriente de los espacios públicos, son bienvenidas". El jerarca expresó que las

"picadas" y juegos de destrezas en motos son fenómenos recurrentes en barrios sobre todo en el verano. Recordó que organizaciones trataron de canalizar que ese tipo de carreras se realicen en lugares con seguridad. "Esas iniciativas buscaban canalizar inquietudes deportivas de personas y que no afecten a vecinos que usen vías de tránsito", dijo Perdomo.

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Ribeiro y su esposa muestran una piedra que fue arrojada por jóvenes. Foto: M. Bonjour.

"Picadas"EDUARDO BARRENECHE

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