El Banco Mundial prepara estrategia para ayudar al Inumet y la Dinagua.

Cuando Madeleine Renom asuma la presidencia del Instituto de Meteorología (Inumet) la estará esperando una "hoja de ruta" para el "fortalecimiento de los servicios hidrometerológicos y climáticos", elaborada por Melanie Kappes, especialista en gestión del riesgo de desastres del Banco Mundial.

Es un plan de acción, que no está culminado, que propone "acciones para producir y comunicar información hidrometeorológica confiable, oportuna y relevante para atender las necesidades de los usuarios".

Algunos datos son elocuentes: las seis inundaciones que se produjeron en el año 2015 dejaron fuera de sus hogares a 33.145 personas. Por otro lado, la sequía producida entre los años 1999 y 2000 dejó una pérdida de US$ 250 millones, la se registró entre 2008 y 2009 fue más grave y generó la caída de US$ 450 millones en ingresos.

La experta, nacida en Alemania, presentó ayer un adelanto sobre su proyecto en ocasión del seminario "Aportes para una política de aguas" organizado por el Banco Mundial que contó con la presencia y exposición de diversas autoridades, entre ellas el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, el presidente de OSE, Milton Machado y el director de Aguas del Mvotma, Daniel Greif.

El informe de Kappes sostiene que "Uruguay se encuentra en una zona de amplia variabilidad climática y está expuesto a eventos hidrometeorológicos extremos que afectan de forma negativa sectores clave de la economía, asó como a la población en general".

Por otro lado, afirma que la intensidad y frecuencia de estos fenómenos se "ha intensificado como consecuencia del cambio climático y el fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur".

El estudio apunta a colaborar directamente con Inumet y la Dirección de Aguas (Dinagua) del Mvotma pero podría tener impacto en otros sectores como el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) y el Ministerio de Ganadería (MGAP).

"En las condiciones actuales, las capacidades de evaluación y pronóstico del país no son suficientes. Es una necesidad prioritaria cubrir la brecha de servicios hidrometeorológicos y climáticos existentes en aras del fortalecimiento de la economía y la seguridad de la población", indica el informe.

Kappes indagó sobre la infraestructura existente en el país y el efecto de las inundaciones sobre la sociedad.

Asegura que Inumet y Dinagua cuentan con "escaso personal calificado en meteorología e hidrología". Además, ambos organismos cuentan con "recursos humanos y financieros insuficientes para satisfacer la demanda de los usuarios y desarrollar nuevos servicios".

Califica como "limitado" el acceso a la infraestructura de monitoreo meteorológico e hidrológico. En esa línea, la especialista del Banco Mundial subraya que "presupuestos limitados para el mantenimiento e inversión en la infraestructura de observación han llevado a un deterioro progresivo".

En tanto, destacó que la falta de información adecuada y en tiempo real obligó a los usuarios de los sectores energéticos y agrícolas a establecer sus propias redes de observación.

Desde el punto de vista institucional, la experta alemana observó que en Uruguay "el mandato de pronósticos hidrológicos aún no se ha definido". "Ninguna organización de gobierno tiene el mandato de brindar pronósticos y alertas sobre inundaciones a pesar de su necesidad y urgencia", estableció la profesional.

En este sentido, Kappes destacó a El País el proyecto sobre alerta temprana de inundaciones que se ha desarrollado en la ciudad de Durazno y el río Yi.

En octubre pasado Renom fue nombrada presidente del Inumet por parte del Poder Ejecutivo pero se encuentra esperando la venia correspondiente por parte del Senado. Ocupará el lugar de Gabriel Pisciottano que fue cesado por el gobierno en medio de cuestionamientos por su gestión en materia de pronósticos y una dura batalla con el sindicato del Inumet.

Renom es doctora en Ciencias de la Atmósfera por la UBA de Argentina, Licenciada en Ciencias Meteorológicas (UdelaR) y docente del Departamento de Ciencias de la Atmósfera-Instituto de Física de la Facultad de Ciencias.

La situación de Ciudad del Plata preocupa a las autoridades de la Dirección de Aguas (Dinagua) y de OSE. La localidad del departamento de San José se formó a partir de un pequeño caserío instalado en el delta del río y en pocos años sufrió un migración masiva, volviendo incontrolable la provisión de servicios de saneamiento y agua potable.

"Hace dos años, cuando se inició el proceso de ordenamiento territorial, identificamos que la conflictividad del agua era muy grande, desde el punto de vista de las inundaciones y falta de servicios. Conformamos un equipo técnico interinstitucional con OSE y la Intendencia de San José con el objetivo de implementar medidas a mediano y largo plazo", explicó la arquitecta Adriana Piperno, de Dinagua. Se aguarda a que en las próximas semanas se presente un informe de una consultora internacional sobre la situación de la ciudad.

Las sequías o la falta de lluvias son el fenómeno climático que genera las pérdidas económicas más altas en Uruguay, según el informe de la especialista del Banco Mundial Melanie Kappes.

Durante 1999 y 2000 el déficit hídrico determinó la pérdida de unos US$ 250 millones y de US$ 450 millones durante los años 2008 y 2009. El ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, recordó que en promedio el país recibe 1.300 litros de agua por metro cuadrado al año; más de 500 litros se escurren. "Todo el sistema de represamiento permite guardar el 5% de las lluvias", dijo.

La amenaza natural que se observa con más frecuencia en el país son las inundaciones, según confirma el informe de la experta del Banco Mundial. En los últimos años el fenómeno se ha repetido como consecuencia del cambio climático. Afirmó que de las 10 inundaciones de alto impacto que se han registrado en Uruguay, ocho tuvieron lugar en las últimas dos décadas. Unas 33.145 personas fueron desplazadas durante las seis inundaciones que ocurrieron en 2015. Las que tuvieron lugar hasta abril de 2016 obligaron a movilizar a 12.470 personas.

En Uruguay hay unas 1.400 represas de diverso tamaño y con distintos objetivos. Una misión del Banco Mundial, encabezada por el ingeniero Alejandro Pujol, experto internacional en seguridad de presas, confirmó que las construcciones destinadas a generar electricidad y agua potable "están bien controladas porque se han regido por criterios internacionales".

Aseguró que se debería "ajustar" las presas destinadas al riego. "Hay algunas que fueron construidas con esquemas muy simples, tradicionales, y es necesario aggiornarlas a un modelo de producción garantido", dijo.

EL CAMBIO CLIMÁTICO DESAFÍA A URUGUAY