Veintisiete de ellos fueron reparados en la democracia.

De las casi 55.000 jubilaciones y pensiones que paga mensualmente el Servicio de Retiros y Pensiones Militares (SRPM), apenas 40 son superiores a los $ 190.000 por mes.

De esas, un total de 27 pertenecen a militares que en los gobiernos democráticos recibieron la reconstrucción de su carrera, que había quedado suspendida en los años de la dictadura por motivos políticos. Además, estas personas que fueron reparadas, el Parlamento les votó por unanimidad un aumento permanente de 25% en sus nuevos haberes. El resto de los 13 expedientes pertenece a los excomandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, dijeron a El País fuentes militares.

El Servicio informó en su página web que en julio del año pasado sirvió un total de 53.398 jubilaciones y pensiones a militares retirados.

De acuerdo con la información obtenida por El País, la mayor pasividad que se paga es a un exjerarca del gobierno frenteamplista.

Asimismo, los informantes dijeron que hay que considerar otro factor. Hoy la relación activo/pasivo en el SRPM es de dos a uno porque a partir de 1985 los sucesivos gobiernos del Partido Colorado, el Partido Nacional y el Frente Amplio tomaron la decisión política de disminuir el número de integrantes de las Fuerzas Armadas, llevándolo de unos 40.000 en 1985 a los actuales 26.000. Esto hizo que sucesivamente hubiera menos aportantes al Servicio, lo que aumentó la desproporción entre ingresos y egresos.

El proyecto de ley por el que se reforma el Servicio ya se encuentra en el Senado y la semana próxima irá a la comisión de Asuntos Laborales y Seguridad Social.

Los partidos de la oposición aún no tienen posición oficial, pero todo parece indicar que el Partido Nacional no lo apoyará porque alguno de sus integrantes considera que no hay que reformar solamente el régimen de pasividad sino hacer más global el análisis de la situación de las Fuerzas Armadas.

Por ejemplo, el senador Javier García, dijo a El País que la reforma planteada "tiene un notorio perfil ideológico, tiene un antimilitarismo primario, infantil, atávico", y no analiza "la integralidad de las Fuerzas Armadas".

"Cuando uno atiende la pasividad sin considerar los salarios más postergados de la administración es porque hay un prejuicio ideológico, partimos del antimilitarismo", agregó el senador del Espacio 40.

Asimismo, el senador del Partido Independiente Pablo Mieres, dijo que formalmente el partido no tiene posición sobre el extenso proyecto.

"Estamos dispuestos a analizarlo, pero no tenemos posición. Hay que tener cuidado porque es un tema muy delicado. Cualquier reforma de un sistema de seguridad social implica gradualismo. Hay colectivos que ya generaron derechos, otros que están hoy en funciones y están los que van a ingresar", dijo el senador a El País.

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