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"Hay barrios de la ciudad bastante vulnerables a los narcos"

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"Hay conflictos entre narcos en varias zonas". Foto: Marcelo Bonjour
Nota a Gilberto Rodriguez, Fiscal, ND 20160513 foto Francisco Flores
Archivo El Pais

El ex fiscal especializado en Crimen Organizado y actual fiscal de 2° Turno consideró que los delincuentes uruguayos están asimilando los códigos de sus pares extranjeros en las cárceles y hoy adoptan conductas como el sicariato, los ajustes de cuentas y la utilización de la violencia extrema como herramienta intimidatoria o de persuasión.

El fiscal cree que la marihuana que hoy ofrecen los traficantes es de "mejor calidad" porque el Estado "intervino como competidor" en ese negocio.

—¿Usted camina por la calle sin miedo?

—Gracias a Dios, sí.

—¿Necesitó alguna vez custodia especial?

—Solo la que recibí cuando era fiscal especializado en Crimen Organizado. Es la custodia que se le brinda a todos los operadores que trabajan en esa materia.

—¿Las políticas del gobierno vinculadas a la marihuana incentivó el consumo y el tráfico de esta droga?

—No tengo estadísticas sobre ello. En los informes que recibí (de reparticiones estatales), hay una sensación de que hay una especie de mejora de competencia por parte de los narcos. Al salir el Estado a proponer la liberación de la marihuana, de alguna manera intervino en la oferta y la demanda. Ello derivó en cambios de estrategias por parte de traficantes tanto en la forma de cómo se suministra la droga como en la calidad de la misma.

—¿Se mejoró la calidad de la marihuana?

—Muchas veces tiende a mejorar la calidad. Cuando una organización delictiva tiene un competidor estatal, que sale a proponer una mejor oferta para que la marihuana venga de tal manera, ello obliga a los traficantes a mejorar su propuesta. En esto hay una especie de mercado donde la organización delictiva interviene ofreciendo su mejor producto tratando de mantener la captación de los consumidores.

— ¿Hay un proceso incipiente de favelización de barrios como Cerro Norte y Casabó?

—No tengo presente determinados barrios. Sí que hay zonas de la ciudad que son altamente vulnerables a todo este tipo de problemática. No es una problemática que puede decir que hay una favelización exclusiva en determinado barrios o lugares. Generalmente la droga atraviesa todo el estamento social.

—¿Los narcos de los barrios mandan a menores o a jóvenes a hacerse cargos de los ajustes de cuentas por deudas de drogas?

—He visto ese tipo de fenómenos. Son cosas que uno escucha en los juzgados pero que jurídicamente no se pueden probar. Hay personas que proporcionan el dato de lo que ocurre en sus barrios. Pero no están en condiciones lógicas de declarar por temor a represalias. Entonces vuelcan determinado caudal de información que va en la línea que usted menciona. Existe tristemente la utilización de jóvenes que de alguna manera los ingresan en las organizaciones delictivas. Los usan como delivery de drogas para las bocas de pasta base. Muchas veces ocurre que, por un problema de códigos, los adolescentes se hacen responsables de hechos que involucran a personas adultas.

—¿Hay una guerra de bandas en la periferia de Montevideo?

—No sé si en la zona periférica. Pero sí hay conflictos en determinados zonas de Montevideo como yo le decía, que son bastante vulnerables al problema del narcotráfico. Pero las informaciones con las que uno trabaja deja entrever que hay una especie de rivalidad o de conflictos por lucha de territorios. Lo cual tristemente es una cosa hasta lógica y coherente que ocurra en el marco de este tipo de organizaciones donde se pelea por lograr conquistar y consolidar territorios. No hay que olvidarse que en ese territorio es donde está la clientela. También puede haber robos o conflictos internos por el manejo de la sustancia. Pero sí hay conflictos en determinados zonas como yo le decía, que son bastante vulnerables al problema del tráfico de drogas.

—¿Hoy hay una extranjerización del delito en Uruguay?

—Los presos uruguayos conviven con presos extranjeros. Esos presos extranjeros manejan otros códigos de intervención. Y tienen otros códigos operativos y manera de moverse. Durante el intercambio, los presos uruguayos reciben un flujo de información de sus colegas extranjeros. Algunos códigos de delincuentes extranjeros parece que quisieran implementarse en este país.

—¿Uno de esos códigos es el sicariato?

—Sí. Hace muchos años ese fenómeno no existía en este país. Lo mismo ocurría con el ajuste de cuentas. El tema del sicariato está muy estrechamente vinculado al narcotráfico. Diría que casi es un problema emblemático del tráfico de drogas.

—¿La mayor violencia también es un código de los traficantes extranjeros que fue tomado por los narcos uruguayos?

—A veces la forma de llevar a cabo la violencia y de manifestarla es usada para generar temor. Son organizaciones delictivas que muchas veces trabajan a través de la intimidación y la persuasión social. La generación de miedo, la intimidación, despertar la consolidación del temor en los demás es lo que reafirma la presencia de estas organizaciones.

—¿Cree que estos códigos violentos son trasmitidos por los extranjeros alojados en las cárceles uruguayas?

—No sé si exclusivamente puede ser atribuido a los delincuentes extranjeros. Pero obviamente hay toda una corriente de información que un individuo va recibiendo en la cárcel. No es un flagelo endémico del país. Generalmente el narcotráfico es un delito trasnacional. Y que de alguna manera involucra en estas organizaciones una confluencia de culturas y de códigos internacionales que lo que hacen es darle un flujo de información a integrantes de las bandas de cuáles son los códigos de actuación con que ellos se mueven.

—¿Cree que el tráfico de drogas está más controlado que el lavado de activos?

—La estrategia policial de abordaje del narcotráfico tiene un diseño más articulado, mejor estructurado. En materia de lavado de activos, se necesitan crear mayores articulaciones para prevenir el lavado de activo.

—¿La prevención del lavado está muy fragmentada?

—La prevención en materia de lavado de activos, más que operativos de índole policial, requiere de aspectos técnicos. En la parte del lavado de activos se necesita un mayor contralor de la policía financiera. Hay instituciones estatales que tienen una gran importancia como la Secretaria General Antilavado y la Unidad de Intermediación y Análisis Financiero. Yo diría que éstas son fundamentalmente las dos agencias del Estado que tienen mayor participación como policía financiera en lo que es la materia de detección de todos los reportes de operaciones sospechosas. Tienen que ver con un mayor compromiso de los llamados oficiales de cumplimiento. Más que represión, el lavado tiene que tener una etapa de actuación sobre determinados índices que jueguen como despertadores preventivos en materia de lavado.

—¿Se necesita mayor énfasis de la normativa en estas alertas sobre posibles casos de lavado?

—A mí me parece que debería haber una actualización y creo que se está en ese camino. Eso se logra a través de un buen cuerpo normativo. El país lo tiene pero está en vías de mejorarlo.

Los mensajes de las bandas a través de la muerte.

El 27 de julio y el 15 de agosto del año pasado aparecieron cuerpos en Punta Yeguas y en el barrio Maracaná Sur que llevaron a investigadores policiales a rememorar las ejecuciones ordenadas por traficantes mexicanos en la ciudad de Suárez. En el primer caso, personal de limpieza del parque de Punta Yeguas encontró, en Camino Antártida Uruguaya, la cabeza, el tronco y una pierna de un hombre de entre 30 y 40 años. La Policía investigó a carpinterías ubicadas en la zona oeste porque el cuerpo había sido cortado con una maquinaria de gran potencia. Y el 15 de agosto, dos cuerpos calcinados, uno de ellos dentro de un carrito de moto, fueron encontrados en la Ruta 1 y Ávalos. Ambas personas recibieron 15 disparos en la cabeza, tórax y brazo. Los dos individuos, de unos 20 años, tenían antecedentes penales por hurtos y rapiñas. Consultado sobre estos dos hechos atípicos en Uruguay, el fiscal penal de 2° Turno, Gilberto Rodríguez, dijo: "Objetivamente, esa forma de dar muerte genera miedo". En el siglo pasado, agregó, hechos como estos operaban como mensajes. "En países de Centroamérica, los cuerpos (de personas abatidas por narcos) se muestran de forma descarnada como para enviar un mensaje gráfico y visual de que lo que podría ocurrir si se hace ciertas cosas (por ejemplo, colaborar con la Policía)", explicó. Agregó que, en ocasiones, estas organizaciones o bandas marcan sus territorios. "Hay barrios que sus límites están delimitados por grafitis", sostuvo.

Lavado: no se denuncian casos sospechosos.

En menos de 15 días, dos casos de lavado de dinero internacional involucraron a Uruguay. El 23 de abril pasado, la jueza especializada en Crimen Organizado, Adriana de los Santos, y la fiscal María Camiño procesaron con prisión por lavado de activos a uno de los líderes del cartel mexicano "Los Cuinis", Gerardo González Valencia. El miércoles 4 fue detenido en Colombia el millonario panameño Nidal Waked, acusado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de integrar una red mundial de lavado de activos. El organismo estadounidense ubicó como el cabecilla de la red a Abdul Waked, tío de Nidal, y líder de un conglomerado empresarial dueño del free shop "La Riviera" con locales en tres ciudades del interior. El fiscal penal Gilberto Rodríguez dijo que los equipos técnicos de juzgados especializados en crimen organizado "detectaron que hay ausencia de información" sobre casos sospechosos de lavado de activos. "Dos leyes establecen cuáles son las medidas que los agentes deben tomar ante un eventual caso de lavado", dijo.

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"Hay conflictos entre narcos en varias zonas". Foto: Marcelo Bonjour

GILBERTO RODRÍGUEZEDUARDO BARRENECHE

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