Un hurgador encontró ayer de mañana un recién nacido sin vida en una bolsa, en el interior de una volqueta, a pocos metros de la avenida Garzón.

La Policía desplegó un intenso operativo en la zona para intentar aclarar las circunstancias de esa muerte. Se trata de un varón, nacido a término (40 semanas). El cuerpo estaba cubierto por la placenta. Se desconoce si el bebé nació muerto, o si fue arrojado al contenedor aún con vida.

Personal de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) llegó al lugar para constatar el fallecimiento.

No es el primer caso que se ha registrado de un hecho de esta naturaleza, lo que llama la atención en virtud del seguimiento que el Sistema Nacional de Salud realiza a las embarazadas.

Hace un año, en el mes de junio, un albañil sin trabajo rescató con vida a una recién nacida arrojada a un contenedor situado en Camino La Paloma y Pasaje Artigas, cerca de Cerro Norte. Dijo que, al ir a revisar la basura, oyó el llanto de la bebé.

En enero de 2015, otra pareja de clasificadores encontró el cuerpo de un bebé sin vida en un contenedor del barrio Cordón.

En total, entre 2012 y 2015 se encontraron al menos 8 cuerpos, entre bebés y fetos, pero no se sabe por qué terminaron muertos.

Los casos, habitualmente, quedan sin resolverse. Sin embargo, un caso en que aparecieron dos mellizos muertos, de unas 30 semanas de gestación, la Policía pudo dar con la responsable: una mujer procesada por venta de drogas que había salido en libertad en 2013.

COLÓN