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Guantánamo: Mujica instó a los expresos a que salgan a trabajar

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Mujica saliendo de la casa de los liberados de Guantánamo. Foto: Agustín Martínez

Algo más de dos meses después de que llegaran, el presidente José Mujica visitó ayer con un perfil muy bajo a cinco de los seis presos de Guantánamo con los que, té de por medio, conversó durante un par de horas durante las cuales les insistió en la necesidad de que aprendan español y empiecen a trabajar. 

El encuentro se produjo el día en que se supo que había problemas de convivencia entre los refugiados.

Mujica llegó sobre las 16 horas en un Volskwagen gris Bora acompañado de tres de sus custodios a la casa del barrio de Palermo donde están los refugiados. Entró a la casa, se sentó en un sofá ubicado en una especie de patio interno y charló largo y tendido -asistido por un traductor- con los refugiados, a los que les preguntó cómo se sentían, cómo veían su vida hacia adelante y qué expectativas tenían, según supo El País.

“Les habló como un padre veterano. Les dijo que la prioridad primera debe ser que aprendan español y que si quieren abandonar Uruguay, el Estado les puede dar una mano pero que, en cualquier caso, tienen que aprender español, algo que continúan haciendo en un instituto ubicado en Pocitos. Les dijo que sabía que venían con una ‘mochila’ pesada pero que debían evitar la autocomplacencia y tratar de comenzar a trabajar cuanto antes”, relató a El País uno de los participantes del encuentro.

Al salir de la casa, Mujica dijo a El País que prefería no hacer declaraciones, pero reconoció que encontró “bien” a los liberados y que les aconsejó acelerar su aprendizaje del español.

Durante la charla, los liberados le agradecieron calurosamente sus gestiones para que pudieran salir del campo de prisioneros de Guantánamo. El presidente también hizo referencia a que él estuvo 14 años preso. “Les habló de que tenían que salir adelante y de que él sabía de qué les hablaba”, explicó la fuente que estuvo presente durante la charla. Hasta ahora ninguno de los seis refugiados ha aceptado las ofertas de trabajo recibidas.

Al terminar la charla, los custodios de Mujica le tomaron fotos al mandatario con los liberados. El País les preguntó a dos de ellos cómo había sido el encuentro y levantaron sonrientes el pulgar derecho. El tunecino Abdul Bin Mohammed dijo a El País en italiano que por ahora no podía hablar pero quizás lo hiciera más adelante.

Mujica había dicho que visitaría a los liberados cuando el asedio mediático en torno a ellos aflojase, y así lo hizo. En la charla estuvieron dos de los custodios de Mujica y varios militantes del Pit-Cnt. Uno de los liberados, el sirio Ali Husein Shabaan lucía una remera con una bandera de Uruguay.

En el encuentro no estaba el sirio Jihad Diyab que viajó el domingo a Buenos Aires (ver nota aparte). “Esto demuestra que es un hombre libre y que no somos custodios”, comentó una fuente del Pit-Cnt.

El semanario Búsqueda informó ayer que el palestino Mohammed Tahamatan y el tunecino Abdul Bin Mohammed se habían mudado a un hotel céntrico porque tenían problemas de convivencia con los otros cuatro liberados que son sirios. Fuentes del Pit-Cnt dijeron a El País que, de todas formas, almuerzan en la casa de Palermo y van y vienen caminando al hotel que se encuentra cerca. Ambos estuvieron ayer en la reunión con el presidente y lo acompañaron hasta la puerta para despedirlo. Los cuatro sirios que siguen en la casa de Palermo “ganaron en intimidad” porque ahora cada uno puede dormir solo en una habitación, explicó una fuente.

De la inserción de los refugiados en Uruguay se pasará a ocupar la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (Acnur), informó Búsqueda. Hasta ahora los costos asociados a su estadía en Uruguay corren por cuenta del Estado. Acnur les entregaría $ 15.000 mensuales a cada uno.

Los refugiados llegaron a Uruguay el 7 de diciembre pero todavía no trabajan pese a que recibieron ofertas laborales de joyerías, establecimientos rurales, empresas que necesitan operadores de montacargas y carnicerías. Tahamatan, el palestino, había dicho que quería trabajar en una joyería. En el Pit-Cnt evalúan que es necesario que los refugiados consoliden su dominio del español antes de que puedan trabajar.

Los hombres pasean con frecuencia por el barrio y El País pudo ver cómo Shabaan le decía “Hola, ¿qué tal?” a una vecina que contó que suelen jugar con su perrita blanca. Han ido a la playa en la Costa de Oro y a un campo en Colonia.

Hasta ahora no se han cerrado todos los trámites necesarios para que vengan sus familias a acompañarlos.

Estados Unidos aseguró por carta al gobierno de Mujica que no eran peligrosos. Los seis estuvieron encerrados sin ser juzgados en Guantánamo desde 2002 hasta diciembre pasado.

El gobierno les entregó un documento de identidad y asegura que tienen total libertad de movimientos. De todas formas, la casa en la que se encuentran está siempre custodiada por uno o dos voluntarios del Pit-Cnt. El gobierno quiere acelerar la venida de la familia del sirio Diyab que es el que psicológicamente aparece como más vulnerable.

Para la oposición faltó control parlamentario

La decisión del gobierno del presidente José Mujica de dar refugio a exdetenidos de la prisión militar estadounidense de Guantánamo (Cuba), generó críticas opositoras ayer al canciller Luis Almagro en la Comisión Permanente.

Tanto los blancos como los colorados cuestionaron al gobierno por no dar información al Parlamento y por no respaldar con un acuerdo formal la venida de los exdetenidos. “Nos metimos en un problema del cual no vamos a poder salir. El gobierno nunca informó cabalmente qué hay detrás de todo esto, y lo disfrazó de una actitud humanitaria”, dijo el nacionalista Jaime Trobo.

“¿Por qué no se hizo un acuerdo pasando por el Parlamento? Seguramente porque algunos legisladores del Frente Amplio no lo votarían. Hay que ser claro, abierto, transparente, honesto para decidir los temas. Uruguay no es una monarquía, es una república. Hay que apegarse al derecho”, dijo Trobo, que agregó que “es una vergüenza que el gobierno traiga estas personas sin pedirle autorización al Parlamento. No los llevan a Estados Unidos porque el Parlamento lo prohíbe”.

Almagro respondió que la venida de los expresos “es parte de una política humanitaria que es tradición en el país” y que “no es un acto voluntarista a raíz de un pedido de Estados Unidos”. Sostuvo que no hubo un acuerdo formal con Estados Unidos para recibir a los detenidos, sino un arreglo de palabra entre ambos gobiernos. Almagro afirmó que la comunicación entre Uruguay y Estados Unidos se realizó a través de una “nota verbal” y que no hubo “ningún acuerdo escrito ni nada de esas cosas que se pide que debiera haber pasado por el Parlamento”.

SABER MÁS

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“Cualquier periodista sabe que es llamativo que este hombre haya aparecido en este momento que está viviendo la Argentina, pero también es cierto que está libre y puede moverse y por eso no nos llamó la atención que pudiera cruzar el Río de la Plata”, dijo a El País el director de Resumen Latinoamericano, Carlos Aznárez, sobre la entrevista que concedió el sirio Jihad Diyab en Buenos Aires.

Aznárez contó que el exprisionero de Guantánamo arribó el domingo “de la mano” de la periodista argentina Nora Fernández Espino, que “está superligada a los temas del mundo árabe”.

Fernández Espino es activista por los derechos humanos y colabora con la ONG turca Fundación de Ayuda Humanitaria (?nsani Yard?m Vakf?). De hecho, según una nota que le realizó el diario argentino Página 12 en 2011, “repartió su vida entre Uruguay, Argentina, Europa y Medio Oriente por amor a Palestina” y era “dueña del barco Mavi Marmara, atacado brutalmente (en 2010) por comandos del ejército israelí”.

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Mujica saliendo de la casa de los liberados de Guantánamo. Foto: Agustín Martínez

El presidente les hizo una visita de dos horas y “les habló como un padre”JUAN PABLO CORREA / DANIEL ISGLEAS

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