Joselo López cree que sus decisiones aumentan cada vez más polarización.

Venezuela sigue en el ojo de la tormenta y en el Pit-Cnt empiezan a aparecer voces en por lo menos dos de las corrientes internas de la central sindical que sugieren que convendría realizar un análisis más frío de la situación en ese país que evite el apoyo automático al gobierno de Nicolás Maduro.

La corriente "5 de marzo" (del dirigente Richard Read) y la "41", que tiene como referente a Joselo López, no creen que haber suspendido del Mercosur a Venezuela sea una buena idea, pero no quieren tampoco una solidaridad automática con el gobierno de Maduro. Fernando Ferreira, integrante del Secretariado de la central sindical por la "5 de marzo", dijo a título personal a El País que "la salida del Mercosur no ayuda al proceso", pero también consideró que la central debería dosificar sus planteos respecto al tema en momentos en que crecen los cuestionamientos al gobierno venezolano, incluso provenientes de la propia izquierda. Estos obligan a un análisis más detenido de la situación. "Quizás sería bueno esperar un tiempito y dejar que las cosas se apacigüen, porque si no son continuos los lanzamientos de opiniones. Yo supongo que esta semana estarán de vuelta los compañeros de la delegación que fue a Venezuela y podemos hacer un parate y tener una mirada de más largo plazo. Está todo muy caliente y a veces reflexionar en caliente no es lo mejor", sostuvo Ferreira. "Llegan mucho informes de diferente tenor y sería bueno hacer un análisis más frío, por ejemplo, de lo que pasó con la fiscal general (se refiere a Luisa Ortega Díaz que fue destituida por el gobierno de Maduro). De todas formas, Ferreira consideró que "en lo que tiene que ver con la suspensión del Mercosur creo que no va a haber mayores diferencias porque aislarse no es lo que necesita Venezuela".

Por su parte, López señaló que "siempre tuve una visión de simpatía del proceso revolucionario bolivariano porque hay experiencias de ese proceso que han sido muy importanes como fue todo el tema de la estatización de las petroleras y el empoderamiento de los sectores más humildes que antes no tenían ninguna participación", pero dejó claro que también el gobierno de Maduro le merece reparos. "En determinado momento, en 2002, cuando se dio el golpe de Estado, el propio pueblo reivindicó a (Hugo) Chávez y lo puso nuevamente en su lugar, algo de lo que hay pocas experiencias en el mundo. Pero está claro que Chávez era Chávez y Maduro es Maduro. No tienen la misma impronta para dirigir el proceso. Y el proceso de Maduro, sobre todo en los últimos tiempos, tiene cosas que a mí no me terminan de cerrar. Son como complicadas a la hora de poder digerirlas", comentó.

Mencionó, por ejemplo, que "la sustitución de un Parlamento que fue reconocido por el propio gobierno de Maduro y la sustitución por la Asamblea Constituyente —que tiene también un respaldo popular importante—, a mí por lo menos no me termina de cerrar". "Y lo mismo con la decisión de llevar de manera inmediata nuevamente a la cárcel a dirigentes políticos y todo lo que pasó con la fiscal. Son cosas que no terminan de cerrar. Hay una polarización entre una derecha golpista, oligárquica, que está apoyada por el imperialismo y que tiene el respaldo de los grandes medios de comunicación. Pero también hay errores por parte del propio gobierno de Venezuela que me parece que está tomando decisiones que están agrandando cada vez más esas diferencias. No se apuesta al diálogo que para mí es la única salida que puede tener todo este proceso", advirtió.

López dijo que tiene una posición "equidistante" y que rechaza la injerencia extranjera, "salvo la de aquellos que quieren ayudar". Pero también cuestionó duramente a los gobiernos del Mercosur. "No me fumo las decisiones ni del gobierno de Uruguay ni del Mercosur. La decisión de Uruguay no sé si es o no del gobierno porque se supone que este está amparado en una fuerza política, pero la mayoría de los sectores de esa fuerza cuestionan la decisión del gobierno. Ese juego raro que hace el gobierno que toma decisiones y, por otro lado, él mismo se las cuestiona, a mí no me termina de cerrar. Y mucho menos me cierra que en el Mercosur se tomen decisiones como las que se tomaron cuando el gobierno de (Michel) Temer y Paraguay también están cuestionados por cosas más complejas que las que pasaron en Venezuela", agregó.

El País intentó, sin éxito, obtener el punto de vista de la corriente sindical "Articulación" (moderada) y de la alineada con el Partido Comunista la más alineada con Maduro.

"¿Que habrás dicho viejo Bebel que te elogian tanto...?" dijo el diputado obrero al oír los elogios de la derecha...", escribió en Twitter el secretario general del Pit-Cnt, el comunista Marcelo Abdala. Hacía referencia al político socialdemócrata alemán August Bebel y a los elogios que recibía de parlamentarios conservadores por algunas de sus intervenciones. De esta manera, Abdala ironizó sobre los elogios del senador blanco Luis Lacalle Pou a la postura de la Cancillería uruguaya favorable a la suspensión de Venezuela del Mercosur. El Partido Comunista continúa defendiendo al gobierno de Nicolás Maduro de una manera monolítica. El diputado Gerardo Núñez, escribió: "vergonzosa y lamentable la postura del gobierno de Uruguay apoyando la expulsión de Venezuela. Pegados al Golpista de (Michel) Temer (presidente de Brasil) y (Eladio) Loizaga (canciller paraguayo)".

En su última edición, el órgano del partido "El Popular" publicó una nota de opinión en la que se sostenía que "no tenemos una visión idílica de la Revolución Bolivariana. "No compartimos todas sus medidas, ni todo su discurso, ni todos sus métodos. Pero no adoptamos una postura de ajenidad o de falsa superioridad para juzgar un proceso transformador asediado y agredido", señalaba.

"La Asamblea Constituyente y, sobre todo, la contundente expresión popular democrática del domingo abren un camino de paz", agregaba.

JUAN PABLO CORREA

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