Vázquez hizo gestiones por industria del papel; expertos ven dificultades.
El gobierno quiere que el desarrollo de la cadena forestal no quede en la instalación de plantas de celulosa sino que avance en la industrialización hacia el papel. Con el telón de fondo de una tercera planta de celulosa, el presidente Tabaré Vázquez solicitó apoyo a Brasil y a Finlandia para definir una estrategia que permita mayor desarrollo industrial. La tarea no es sencilla, según los entendidos, porque, como en otras áreas, el mercado es escaso a lo que se suman factores de competitividad.
"Brasil tiene instaladas importantes plantas de pasta de celulosa en Mattogrosso del sur, pero además ha impulsado fuertemente la industrialización de la madera en producción de papel y cartón y el gobierno uruguayo también está interesado en impulsar industrias en este sentido y agregar mano de obra a esta producción", dijo Vázquez en Estados Unidos tras su encuentro con su par Michel Temer. El punto fue uno de los tres más fuertes del encuentro bilateral, según se informó. El mandatario afirmó que esto también fue conversado con el presidente de Finlandia Sauli Niinistö cuando estuvo en Uruguay en agosto. En ese encuentro Vázquez dijo que se consiguió que el gobierno de ese país "apoye en el conocimiento que tiene Finlandia en estos temas y también Brasil va a darnos apoyo en su conocimiento en la industrialización más allá de la producción de pasta de celulosa".
La meta tiene obstáculos. "La producción de papel está donde están los mercados, se hace localmente y los mayores volúmenes de consumo se dan en el sudeste asiático, Europa y el norte de América y nosotros estamos lejos, por lo que es más complejo desarrollar la industria del papel aunque no es imposible", dijo a El País Carlos Faroppa, consultor forestal y presidente de la Sociedad de Productores Forestales. "Sí se podrían dar emprendimientos de menor porte, que produzcan pequeñas partidas, pero no en volumen en el caso del papel", agregó. Faroppa descartó que "necesariamente" se trate de costos sino que el punto va por "dónde esté el usuario" ya que la producción "es a medida".
El presidente de la Cámara de Industrias, Washington Corallo, compartió el diagnóstico: "Normalmente las fábricas de pulpa están donde está la madera y las de papel y cartón donde está el consumo y Uruguay no es un gran consumidor". Para Corallo, localmente se podría invertir en la fabricación de un tipo de papel que pueda ser colocado en cualquier parte del mundo sin atarse a una demanda. "Papel A4 es igual el tamaño en todas partes del mundo por lo que puede ser exportado, aunque hay que competir con los países que producen lo mismo, por lo que para poder desarrollar esto hay que tener los mercados de Argentina y Brasil como socios prioritarios porque Uruguay no tiene por sí solo volumen de papel que justifique la inversión y en la región el flete sería una ventaja porque es muy difícil venderle papel a China". "A la región se podría vender incluso papeles de fibra corta, que son descartables, pero en cualquier caso se tendrían que generar condiciones de competitividad que cierren el negocio".
Las exportaciones de papel locales actuales, de hecho, van hacia Argentina, Brasil y Paraguay. Si bien las mismas junto al cartón están en niveles históricamente altos, el alza se ha dado por precios ya que los volúmenes han sido constantes.
El director forestal Pedro Soust dijo a El País que se trata de "inversiones de alto costo que no se visualiza en el país capitales que puedan dedicarse a eso". Según Soust "las empresas no han visto el momento oportuno y económico para radicarse ya sea porque no tienen el mercado, ya sea porque estén con otras ofertas de mayor tentación para poderse ubicar en otro lado". Más allá de eso, Soust afirmó que "la inquietud está" porque vengan. "Ahora quizás vendrán otras etapas y cuando los árboles tengan otro diámetro vendrán otras industrias de madera sólida para hacer tablas, tableros y otro tipo de industrias, que es lo que el modelo planteó con la ley".
Priman firmas de forestación
En Uruguay hay 1.840 empresas vinculadas al sector forestal en las que trabajan unas 16.000 personas (sin contar empleos indirectos del transporte), según datos del BPS manejados por Uruguay XXI. Del total, 968 son de forestación, 786 producción de productos de madera y 86 de fabricación de papel y celulosa.
DESARROLLO INDUSTRIALLucia Baldomir