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El general Barneix supo que fue procesado y se suicidó

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El cuerpo del general fue retirado por efectivos policiales. Foto: D.Borrelli.
Suicidio del militar retirado Pedro Barneix, ND 20150902 foto Darwin Borrelli
Archivo El Pais

Una detonación retumbó ayer cerca de las 14 horas en la esquina de Gabriel Pereira y Chucarro. Vecinos y comerciantes se asomaron pero nada parecía afectar la normalidad del barrio. El drama se vivía en el apartamento 101 de un retacón edificio que está justo en la esquina.

El general (r) Pedro Barneix (69) se suicido cuando un policía llegó para conducirlo porque había sido procesado por la jueza Beatriz Larrieu por el delito de homicidio político de Aldo Perrini, ocurrido en 1974.

Barneix, que estaba en compañía de su esposa, una expartera del Hospital Militar, dijo que se cambiría las chancletas por unos zapatos. Fue a su dormitorio y se pegó un tiro en la cabeza.

La regularidad del barrio quedó atrás. Cerca de diez patrulleros, policías de particular y dos ambulancias coparon la esquina. El rumor no tardó en correr. "Se mato el militar del escrache", informaba el cuida coche.

Es que en diciembre de 2014, después que el presidente Tabaré Vázquez confirmara que el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, continuaría en el cargo, Plenaria Memoria y Justicia convocó a escrachar al general retirado bajo el lema "pasan los gobiernos, la impunidad queda".

El militar no era muy conocido en el barrio a pesar que vivía allí desde hace varios años con su esposa y su hijo. Los vecinos coincidieron en que se lo veía poco.

Su cuerpo fue trasladado a la morgue cerca de las 17 horas. Hoy se le realizará una autopsia y luego será velado en la empresa Forestier Pose de 14 a 16 horas en la sala 105. El sepelio será 16:30 en el Cementerio del Norte.

El cuerpo del general fue retirado por efectivos policiales. Foto: D.Borrelli.
El cuerpo del general fue retirado por efectivos policiales. Foto: D.Borrelli.

Recta final.

El general había vuelto a declarar el pasado jueves luego de que la Suprema Corte de Justicia (SCJ) rechazara un recurso de inconstitucionalidad que su defensa presentó en el año 2012 y que había congelado el proceso judicial en su contra.

En ese entonces la fiscal Ana María Tellechea había solicitado el procesamiento de Barneix y otros tres oficiales del Ejército (José Puigvert, José Baudean y Washington Perdomo), por el homicidio político de Perrini.

Amigos de Barneix, que se acercaron a la puerta del edificio tras enterarse de su muerte, dijeron a El País que en los últimos días "estaba mal" porque "se la veía venir" e incluso faltó a las últimas reuniones de amigos. Barneix era de la barra del Club Armonía, que tomó notoriedad en el año 2010 cuando fue secuestrado el expresidente de la Bolsa de Valores de Montevideo, Ignacio Rospide.

"A nosotros nos dijo que sabía que iba a ir preso y que estaba preparado", contó a El País un integrante del grupo visiblemente apesadumbrado.

Barneix no le había comentado a nadie que pensaba quitarse la vida en caso de ir preso, ni siquiera a su familia, dijeron allegados a El País.

El militar tomó la misma decisión que hace ocho años adoptó el coronel (r) Juan Antonio Rodríguez Buratti tras ser notificado que sería procesado con prisión por la desaparición de Adalberto Soba y Alberto Mechoso. Rodríguez Buratti se suicidó en el estacionamiento de su casa.

El presidente del Centro Militar, coronel (r) Guillermo Cedrés, que también se acercó al domicilio de Barneix y que estuvo con su camarada el martes, dijo visiblemente emocionado que perdía un amigo en "una circunstancia donde se agitaban fantasmas del pasado" y se crean "muertos en el presente". "A esta altura de la vida asumir una condena es asumir cadena perpetua. La Justicia penal es muy difícil, es una maquina de picar carne", aseguró Cedrés.

Aldo Chiquito Perrini era propietario de una heladería en el centro de Carmelo. En 1974, cuando fue secuestrado por personal militar y trasladado al Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia, tenía 34 años y tres hijos. Era votante del Frente Amplio pero no desarrollaba actividad ni militancia en ninguna organización política.

Al heladero lo llevaron a una habitación "donde les requirieron sus datos identificatorios. Luego les sacaron las esposas y les ataron las manos a la espalda con cuerdas, les cambiaron las capuchas por vendas en los ojos y los trasladaron a otra habitación —anteriormente destinada a cantina— donde debieron permanecer de pie, durante varios días, sin agua ni comida, en lo que llamaban ablande. Allí debían permanecer parados, sin hablar y sin tocarse entre ellos", relata el fallo de la jueza Larrieu.

Los detenidos eran llevados a una "sala de interrogatorios" donde recibían preguntas bajo torturas, tales como golpes en el abdomen, golpes en los oídos, "submarino" y picana eléctrica. Según relata la jueza en el fallo, en la tarde que Perrini falleció, fue trasladado hasta la sala de interrogatorios a donde llegó "forcejeando con cinco o seis soldados, muy enojado".

"El interrogatorio fue dirigido por el Capitán B (Barneix) (...) Los partícipes negaron haber infringido apremios físicos. Sin embargo, según declaración de los restantes detenidos de la época, en esa sala era donde el Capitán B y los demás funcionarios militares llevaban a cabo las sesiones de tortura antes descriptas para obtener información de los detenidos. Por su parte, el Capitán B declaró que en determinado momento el detenido insultó y quiso ponerse de pie, ante lo cual lo tomó del hombro y lo hizo sentar nuevamente, diciéndole que se callara. Lo que contradice los dichos de B cuando afirma que no se acercó al detenido ya que se encontraba portando su arma y en tales condiciones no le estaba permitido acercarse a los detenidos", relata la jueza, que concluye que Barneix estuvo en el interrogatorio.

Ayer Larrieu procesó a Barneix y al militar (r) José Puigvert por homicidio político, que fue introducido al ordenamiento jurídico uruguayo en la ley 18.026 del año 2006 y que tiene una pena prevista de 15 a 30 años de penitenciaría.

El artículo 20 de la ley define la figura de homicidio político como el que se establece cuando "el que siendo agente del Estado, o sin serlo contando con la autorización, apoyo o aquiescencia de uno o más agentes del Estado, diere muerte a alguna persona en virtud de sus actividades u opiniones políticas, sindicales, religiosas, culturales, de género, o en razón de su real o presunta pertenencia a una colectividad política, sindical, religiosa o a un grupo con identidad propia fundada en motivos de sexo o sector social".

Integró la comisión que creó Vázquez.

El general (r) Pedro Barneix fue junto al general Carlos Díaz integrante de una comisión interna del Ejército a la que el presidente Tabaré Vázquez durante su primer mandato (2005-2010) le encomendó investigar sobre el destino de los detenidos desaparecidos en la dictadura.

Barneix la integró a sugerencia del entonces comandante en jefe del Ejército, Angel Bertolotti. La comisión fue coordinada por el entonces coronel y ayudante del comandante en jefe, Raúl Gloodtdofsky.

El trabajo de Barneix y Díaz fue cuestionado por las organizaciones de derechos humanos, que consideraron que no obtuvieron resultados sustanciales para avanzar en la ubicación de los restos.

Incluso el fallo de la jueza Beatriz Larrieu, donde procesa a Barneix por homicidio político de Aldo Perrini, hace referencia al trabajo de ambos militares.

"Los altos Mandos, por lo menos del Ejército y la Fuerza Aérea, a través de una investigación interna, han reconocido institucional y públicamente, en agosto de 2005, que en las dependencias militares se detuvo ilegalmente, se torturó y se mató a personas cuyos cadáveres fueron luego enterrados, en general en predios de las Fuerzas Armadas. Esto que era un hecho notorio, por sabido desde hace mucho tiempo, vino a tal modo a ser oficialmente reconocido en la fecha indicada", dice la jueza en su fallo.

El vínculo de Barniex con la muerte de Perrini surgió años después del trabajo de la comisión en 2005, cuando apareció un expediente de la Justicia Militar que investigó, en plena dictadura, el caso.

En 1974, cuando murió Perrini, Barneix era capitán, y ascendió a mayor en 1981.

Estuvo en Inteligencia del Ejército, donde se desempeñaba, por ejemplo, en 1993 cuando se produjo el asesinato en Uruguay del bioquímico y agente de la dictadura chilena, Eugenio Berríos.

Barneix llegó a general en el año 2003, durante el gobierno de Jorge Batlle. Su último destino fue en 2004, jefe de la División de Ejército N°4 en Minas.

VEA EL VIDEO VIVIANA RUGGIERO

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