Según trabajadores, habrá más envíos al seguro de desempleo.

Un ingeniero y dos administrativos despedidos. Esa es la primera consecuencia del abandono del proyecto de la planta regasificadora en Puntas de Sayago por parte del gobierno, luego de una evaluación de la actividad de la empresa, parte propiedad de UTE y parte de Ancap.

Gas Sayago tiene un total de 22 empleados, de los cuales tres acaban de ser despedidos, confirmaron a El País fuentes políticas. La razón esgrimida para los despidos estaba cantada: reducción de costos. Gas Sayago tiene un costo anual de funcionamiento de US$ 4 millones, la mitad de los cuales (US$ 2 millones) se van en salarios.

Los despidos de funcionarios de Gas Sayago van a continuar porque la situación económico financiera de las empresas socias, especialmente Ancap, no es la mejor y habrá envíos al seguro de paro.

La empresa "está siendo mantenida artificialmente. No tiene razón de ser", dijo a El País el diputado nacionalista Pablo Abdala, a instancias de quien se formó una comisión investigadora en el Parlamento sobre la frustrada planta.

Según el diputado de la lista 66 de Alianza Nacional, "el gobierno no termina de reconocer y sincerar una situación que claramente conduce a que el proyecto fracasó. Para sostener todavía la expectativa de que eventualmente se pueda construir una regasificadora, deja a Gas Sayago que siga funcionando. Pero lleva a que haya que financiar sus costos", dijo.

La semana pasada, en la comisión investigadora del Parlamento, altos jerarcas de la Armada y el propio ministro de Defensa Jorge Menéndez, aclararon que la fuerza naval no tuvo injerencia en la definición del lugar donde se instalaría el muelle y demás instalaciones de la planta.

Uno de los problemas de la planta es que el lugar escogido para instalarla requiere un dragado constante debido a la elevada sedimentación que por el arrastre de río arriba presenta esa zona del Río de la Plata.

DANIEL ISGLEAS

PLANTA REGASIFICADORADANIEL ISGLEAS