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Fulco promete otro rumbo para atender reclamos en el Sirpa

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La ministra Arismendi participó ayer de la asunción de Fulco como directora del Sirpa. Foto: Mides

El salón de actos del Ministerio de Desarrollo Social quedó chico ayer para la asunción de la psicóloga Gabriela Fulco como directora del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa).

Fulco, que en la previa estuvo en la mira e incluso hubo quienes pusieron en duda su asunción, dejó claro que su gestión cambiará el rumbo del sistema. Aunque no lo dijo explícitamente, detalló nuevas políticas, tanto para los adolescentes como para las familias y los trabajadores, que van en la línea de los reclamos de las organizaciones sociales nacionales e internacionales.

La ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, fue la encargada de hacer contrapeso en la balanza. Habló de "profundizar" y destacó lo hecho hasta ahora. Pero también respaldó la gestión de las nuevas autoridades.

"Hubo muy poca gente que dijo sí, yo acepto el desafío, sabemos que vamos a tener problemas, no tenemos la ingenuidad de creer que no los vamos a tener. Vamos a tener que cambiar la realidad interna y la externa", reconoció la secretaria de Estado y dijo que está la "voluntad política" para hacerlo.

El Faro.

Fulco comenzó su discurso asegurando que hará una gestión "de puertas abiertas", agradeció al directorio saliente por la ayuda en el período de transición y citó la Constitución.

"La base fundamental es que el funcionario existe para la función y no la función para el funcionario", y aclaró: "En otras palabras, los funcionarios públicos deben actuar en el ejercicio de sus funciones otorgando preeminencia al interés público".

Ante la atenta mirada de su exjefe, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi (Fulco se desempeñó como asesora de cárceles del Ministerio del Interior), la jerarca anunció que está a consideración de la ministra un proyecto de ley que transforma al Sirpa en un servicio descentralizado y que se incorporará un departamento de estadística e investigación científica y criminológica que aporte para la creación de políticas de prevención del delito.

Fulco delimitó tres ejes: adolescentes, familias y funcionarios. Sobre los primeros indicó que "son la razón" de ser del sistema y que se apostará a su rehabilitación. Para ello detalló que trabajarán en planes de rehabilitación que contemplarán "el diseño individualizado del tratamiento, que será integral y abarcará la salud general y mental.

Tal como recomiendan instituciones como el Comité contra la Tortura, aseguró que la educación de los adolescentes privados de libertad será prioritaria. "Aspiramos a incorporar el Plan Ceibal y a desarrollar programas de 365 días ajustados al tiempo de reclusión", afirmó.

El mercado laboral también fue incluido. Comentó que se considerarán factores de la vocación de la persona, las necesidades del mercado y que se implementará un programa que tenga por objetivo detectar talentos en distintas materias.

La nueva dirección pondrá el deporte y la actividad física en el centro, como una actividad del día a día, porque entienden que a través del mismo se puede educar e integrar en valores tales como el respeto, tolerancia, disciplina, esfuerzo, y trabajo en equipo.

Habrá un giro de 180 grados en la política para con la familias que deberán "necesariamente acompañar el proceso de rehabilitación, estar informados, tener voz, opinión y contar con los aportes necesarios para que culminado el tránsito institucional tengan herramientas para continuar con el proceso de crianza".

Promoverán encuentros entre las víctimas y adolescentes infractores.

El vínculo entre la víctima y el victimario y su utilidad para la rehabilitación, es un tema de debate en el mundo, y también en Uruguay. La directora de la Asociación de familiares y víctimas de la delincuencia (Asfavide), Graciela Barrera, que perdió a su hijo en una rapiña, dijo a El País semanas atrás que cree que ese vínculo puede rehabilitar. Incluso confesó que ella misma suele ir a la cárcel para hablar con los presos.

Desde el año pasado los jueces penales pueden aplicar el mecanismo de la mediación para los casos de delitos leves. Víctimas y victimarios se ven las caras en forma voluntaria y, en caso de acuerdo, el agresor no va a la cárcel.

Ayer la nueva directora del Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil (Sirpa), Gabriela Fulco, anunció que "se promoverán programas de encuentro con las víctimas con metas de reparación para beneficio del infractor y la víctima".

La jerarca dijo que la seguridad es la estructura que permite el cumplimiento del mandato judicial, pero que "está obligada a diseñar normas y protocolos que garanticen la convivencia de los adolescentes".

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La ministra Arismendi participó ayer de la asunción de Fulco como directora del Sirpa. Foto: Mides

Arismendi: hay voluntad política para modificar “la realidad interna y externa”

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