Una docena de árboles sucumbieron ayer en calles de la ciudad de Durazno debido a una turbonada que se dio poco antes de las 14:00. Las ráfagas de viento alcanzaron los 80 kilómetros por hora.
Primero llegó un fuerte aguacero y enseguida se desató el temporal que tiró ramas, gajos, árboles de las especies sauce, fresno y paraíso, además de cables de electricidad, según informó a El País Alejandro Petutto, director del departamento de Servicios.
En la calle Lavalleja y Baltasar Brum se desplomó un árbol que rompió el parabrisas de una camioneta. No hubo heridos.
TURBONADA DURÓ DIEZ MINUTOS