El joven policía de 27 años que permanecía desaparecido desde el jueves de la semana pasada, fue hallado sin vida en el fondo de una casa en el departamento de Maldonado. Según constató la policía se trató de un caso de autoeliminación.

Al salir de su casa había dejado sus documentos y también su celular, por lo que los familiares comenzaron a buscarlo de inmediato. Según contó su madre a Subrayado, el joven ya había intentado quitarse la vida en otras oportunidades.

Según explicó Patricia Rodríguez, presidenta del sindicato de funcionarios policiales, uno de los principales problemas que tienen los uniformados es la alta tasa de suicidio, sobre todo debido a "la función que cumplen y la exposición continua a situaciones de riesgo y de violencia muchas veces extrema". Explicó que si esos problemas o situaciones no se canalizan, pueden derivar en problemas psicológicos o depresión.

"Por lo general, los funcionarios policiales no acuden a la policlínica de Distrés (que se encarga de evaluar el estado psicológico de los funcionarios), salvo que tengan un problema judicial o que se les haya quitado el arma por alguna resolución. Esto es porque tienen el prejuicio de que si van a esa unidad les quitarán el arma, y eso trae aparejado un quebranto económico porque el funcionario no puede hacer el servicio 222 y no puede viajar uniformado sin pagar boleto de ómnibus. Además, pasa a desempeñar una tarea distinta a la que hacía", explicó Rodríguez.

La dirigente sindical contó que aquellos que acuden a la clínica por algún problema de salud, "son discriminados y estigmatizados por sus propios compañeros de trabajo".

Rodríguez considera que "después de vivir un hecho traumático mientras está trabajando, en vez de regresar al turno, se debería incentivar al uniformado para que vaya con uno de los psicólogos que trabaja en la Policía, hablar del hecho y recibir contención".

SE TRATÓ DE UN SUICIDIO