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Fonasa llega a déficit histórico

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Cada febrero de abre el "corralito mutual" que permite cambiar de prestador de salud.
VISTA INTERIOR DEL CASMU DE 8 DE OCTUBRE, MUTUALISTA , ND 20081015 GENTE HACIENDO COLA Usuarios. Largas colas durante el paro de los funcionarios.¶
Inés Guimaraens

El déficit del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) llegó a una cifra récord en 2014. La pérdida fue de cerca de 8.800 millones de pesos, equivalentes a más de 375 millones de dólares. El desfasaje fue cubierto por transferencias de Rentas Generales.

Las cifras de la Junta Nacional de Salud (Junasa) dan cuenta de que el déficit del Fonasa crece cada año un poco más desde 2010. "Se puede observar que el porcentaje de los egresos que debe ser solventado por las transferencias del Gobierno ha venido incrementándose", señala la Rendición de Cuentas 2014 de la Junta.

El déficit se traduce en que los pagos realizados a los prestadores del sistema (Administración de Servicios de Salud del Estado, ASSE), mutualistas y seguros privados) por cápita de la cuota salud, metas asistenciales, sustitutivos de tickets, sobrecuota de inversión y cuotas del Fondo Nacional de Recursos (FNR), superó la recaudación de los aportes que hicieron los usuarios.

Los aportes recibidos por el sistema fueron 1.931 millones de dólares, mientras que los egresos fueron de 2.306 millones de dólares (ver cuadro año por año, desde 2008).

La Junasa explica esta situación por "dos grandes factores": por un lado "la puesta en marcha del régimen de reintegros de aportes" y, por otro, "el ingreso de nuevos colectivos a la cobertura del SNS (Seguro Nacional de Salud)".

"El primero de los factores mencionados tuvo un papel significativo al momento de explicar el crecimiento de las transferencias necesarias en los ejercicios de 2011 y 2012. Sin embargo, en 2013 y 2014, el porcentaje de los egresos que representan los reintegros de aportes se ha mantenido estable en el entorno del 4%", señala el informe.

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La devolución o no de los excedentes que pagan algunos contribuyentes al Fonasa ha sido motivo de debate. El año pasado la Presidencia —del entonces mandatario José Mujica— incluso consideró enviar un proyecto de ley al Parlamento para dejar sin efecto la devolución. Las voces críticas fueron tantas que el plan terminó quedando sin efecto.

De todas maneras, la Ren-dición de Cuentas de la Junasa señala que "la principal razón para explicar el crecimiento en la brecha entre egresos y aportes está en el ingreso al SNS de colectivos que, en líneas generales, tiene mayor impac-to sobre los pagos del Fonasa que sobre la recaudación de aportes".

En realidad, este concepto, que la Junasa usa para explicar el déficit, supuestamente es la naturaleza misma del plan, que propone que se compense el faltante de quienes menos pueden aportar, con el dinero de quienes más pueden hacerlo.

A partir de diciembre de 2013 quedaron habilitados para entrar al sistema los cónyuges de contribuyentes sin menores a cargo. Esto supuso un aumento de cerca de 50.000 beneficiarios. También, en julio de 2014, ingresaron 30.000 jubilados y pensionistas más. La Rendición advierte: "Teniendo en cuenta que estamos frente a un colectivo que suele presentar niveles de gasto esperado superiores a los aportes que generan, el cumplimiento de esta cadencia tiene un nuevo efecto incremental sobre la brecha de egresos". Por último, el informe señala que hubo un aumento en lo que se paga a los prestadores por el concepto de "inversión", que en 2014 representó un 1,6% y en 2013 fue el 1,1%.

Cada vez más.

Mientras en 2014 el dinero que salió de Rentas Generales para darle cierre a los números rojos que generaba el Fonasa fueron 375 millones de dólares, el 2013 fueron poco más de 295. En 2012, 159. En 2011, 65. Y en 2010, 25.

El déficit creciente ha generado la alerta de varios actores; por ejemplo, desde el Observatorio de Salud, su director, Gustavo Mieres, ha dicho tiempo atrás a El País que "el aporte que hace la población, de acuerdo a cómo está diseñado el sistema, no es suficiente". Y señaló que la situación es "compleja", ya que "del otro lado están las mutualistas que advierten que el dinero que se les pasa desde el Fonasa no les alcanza".

En su discurso de asunción, el presidente Tabaré Vázquez prometió incorporar, entre las prestaciones que las mutualistas deberán dar de manera gratuita, la cirugía de vesícula y ecografías estructurales.

Sobre este tema, el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, ha dicho a El País que "se va a analizar el impacto en la economía de las instituciones", pero que a priori lo cree "sustentable".

Sobre las críticas que hacen las mutualistas, en tanto, el jerarca precisó: "En todas partes del mundo se discuten estas cosas, cuánto pueden soportar las instituciones, el sector salud y la sociedad en términos de prestaciones que se pueden ofrecer. Lo que es claro es que cuando uno trabaja con una realidad en la que el que puede tiene y el que no puede no tiene, es muy fácil, ahora cuando el camino que se busca es otro, todo es más difícil".

Entre las propuestas que el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) ha entregado al presidente Vázquez, se incluye un plan con el cual, el presidente del gremio, Julio Trostchansky, sostiene que se puede reducir lo que gastan los prestadores. La idea salió de la Convención Médica Nacional que se desarrolló el año pasado, y consiste en generar centros de referencia para algunas patologías, para evitar que las instituciones dupliquen esfuerzos, tantos técnicos como económicos.

SABER MÁS

¿Cómo se costea el sistema?

El Fondo Nacional de Salud (Fonasa) se financia con aportes que hacen los trabajadores. Quienes perciben menos de 2,5 Bases de Prestaciones y Contribuciones (BPC), 7.630 pesos, sin importar si tienen hijos o no, aportan un 3% de su salario. Si tienen cónyuge o concubino que no aporta al sistema y quieren incluirlo, se les descuenta un 5%.

En tanto, para quienes ganan más de 2,5 BPC, son solteros y no tienen hijos, se les descuenta un 4,5%; en caso de que sean solteros y tengan hijos, se les descuenta un 6%; si tienen cónyuge o concubino que no aporta al sistema y no tiene hijos, se le descuenta un 6,5%; y si además de cónyuge o concubino que no aporta al sistema tiene hijos, el descuento es de un 8%. Los jubilados y pensionistas, también dependiendo de cuánto ganen, pagan 3%, 4,5% (si gana más de 7.000 pesos) o 6% (si gana más de 11.000 pesos).

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