La bancada del Frente Amplio y el Ministerio de Salud Pública (MSP) se pusieron de acuerdo para modificar el polémico artículo 425 del Presupuesto, por el que se bloqueaba la posibilidad de iniciar juicios contra el Estado por medicamentos de alto costo.

El nuevo texto, elimina el concepto que "no es responsabilidad del Estado" el suministro de fármacos que no estén incluidos en el Formulario Terapéutico de Medicamentos (FTM) y tampoco de aquellos que aún definidos y aprobados, sean destinados a atender patologías ajenas a las previstas en los catálogos.

En el nuevo articulado —al que accedió El País— se establece que "compete al Poder Ejecutivo regular los programas integrales de prestaciones obligatorias consagradas en el artículo 45 de la ley 18.211, no siendo de su cargo la dispensación de prestaciones, estudios, procedimientos quirúrgicos, terapéuticos o de rehabilitación, medicamentos o vacunas que no tengan eficacia demostrada basada en la evidencia científica". De este modo, se agrega el concepto de la "eficacia demostrada" para el acceso a los medicamentos como forma de no desfinanciar al Sistema Nacional Integrado de Salud.

El Frente entiende que con esta modificación se salvan posibles inconstitucionalidades que tenía el proyecto remitido al Parlamento. Ahora se negociará con la oposición el voto del nuevo artículo. Es posible que se autorice su desglose y tratamiento en la Comisión de Salud.

La idea inicial de la coalición era colocar dentro del proyecto el concepto de "responsabilidad compartida" entre el laboratorio y el Estado para el acceso de los medicamentos de alto costo. Sin embargo, esto decidió no incluirse debido a las avanzadas negociaciones y la proximidad de un acuerdo con las empresas farmacéuticas.

Por ahora se manejan dos alternativas para financiar en conjunto estos tratamientos. Una posibilidad es que cada uno pague la mitad de la medicación; la otra, es que la cartera financie por un año el tratamiento, y que luego de pasado este lapso se empiece a hacer cargo el laboratorio. La mayoría de estos fármacos son lo que se denomina paliativos, es decir no curan, sino que prolongan la vida.

Los financiarán en los casos de “eficacia demostrada”