La escasa adhesión de las farmacias para vender marihuana de uso recreativo pone en el tapete otro fin.

La venta de cannabis de uso recreativo "no les cambiará la vida" a las farmacias que sí consideran que podría ser un salto cualitativo mucho más importante la difusión de su uso con fines medicinales.

Alejandro Antalich, presidente del Centro de Farmacias, dijo a El País que el cannabis de uso recreativo "no les cambiará la vida" a las farmacias comunitarias (aquellas que no están dentro de las mutualistas) y que sería "importantísimo" que Uruguay aprobara su uso e importación con fines medicinales como decidió el mes pasado el Senado argentino por unanimidad.

Para Antalich sería fundamental que el producto se ofreciese solamente a través de las farmacias comunitarias que hoy tienen una participación en las ventas de medicamentos de solamente el 30% ya que el resto corresponde a los que expiden las mutualistas y ASSE.

El cannabis de uso medicinal es un aceite derivado de la planta de marihuana con alto contenido de cannabidiol y baja proporción de THC, la sustancia que causa adicción. Se entiende que puede ayudar al alivio del dolor provocado por enfermedades como el cáncer o de origen neuropático e inflamatorio o la esclerosis múltiple, al control de las náuseas y los vómitos que son provocados por la quimioterapia y a la disminución de las convulsiones en pacientes con epilepsia refractaria, entre otros efectos.

"Esto (el cannabis de uso recreativo) no es la salvación (de las farmacias), no le cambia la vida a nadie. La salvación es que el 100% de los medicamentos se canalicen a través de las farmacias comunitarias", señaló Antalich. En países como Alemania quienes recurren al cannabis medicinal se provén de él en su farmacia de confianza cuando se lo prescribe su médico, explicó.

La ley que regula el mercado de la marihuana establece tres modalidades para su uso: el recreativo —los interesados pueden acceder a la droga a través del autocultivo, los clubes cannábicos o la venta en farmacias—, el medicinal y el cáñamo industrial. Al menos tres empresas han manifestado interés en producir cannabis medicinal en Uruguay.

Por otra parte, Antalich señaló que es demasiado pronto para saber si serán suficientes las 30 farmacias que se anotaron para vender cannabis. "Dependerá de lo que arroje el registro de usuarios. Si se registraran 1.000 usuarios está perfecta la cantidad de farmacias, más allá de que estén o no bien distribuidas geográficamente o no porque habría tres o cuatro departamentos sin cubrir", explicó. El prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, ha dicho que no espera un registro masivo en las farmacias. "Es una gran incógnita", dijo Antalich. Hay alrededor de 6.000 autocultivadores y miembros de clubes cannábicos registrados.

La ley vigente le permite al consumidor registrado ante el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) comprar hasta 40 gramos mensuales en farmacias también inscriptas ante el instituto y el Ministerio de Salud Pública.

La semana próxima las farmacias se reunirán con el IRCCA para definir los detalles finales de la operativa porque algunas empresas quieren que el mecanismo asegure reserva sobre su ubicación. Antalich dijo que "las dilatorias" hicieron que algunas farmacias se desinteresaran. Otro factor que influyó para que sea relativamente baja la cantidad de las que ofrecerán el producto son las preocupaciones por la seguridad de los puntos de venta y el hecho de que el cannabis sea "controversial". De todas formas, cree que es probable que haya varias farmacias a la expectativa que podrían sumarse luego.

Algunas se han planteado su participación como "salvavidas" para la situación financiera por la que atraviesan como consecuencia de que el 70% del mercado del medicamento es controlado por las mutualistas.

Una investigación de la Universidad Católica en 2015 concluyó que el 59% de los consumidores frecuentes de marihuana tenían previsto registrarse o consideraban probable que lo hicieran. El 39% respondía que no lo haría o que probablemente no lo haría. El 55,9% dijo que prefería acceder al cannabis en las farmacias. En 2014 el 17% de los estudiantes de liceo reconocían habían consumido en el último año. En 2003 el porcentaje era de solamente el 8,4%.

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