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Exportaciones locales a salvo de trabas de Trump

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Ventas: Estados Unidos fue fue el cuarto cliente de Uruguay en 2016. Foto: archivo El País
Vistas Puerto de Montevideo, movimiento en puerto, ND 20150831 foto Ariel Colmegna
Archivo El Pais

Lo que se envía a EE.UU. no inquieta al nuevo presidente.

Los analistas uruguayos creen que el acceso a la presidencia de Estados Unidos por parte de Donald Trump trae incertidumbre respecto a lo que ocurrirá con el comercio mundial, pero no afectará sustancialmente, al menos por el momento, a las exportaciones uruguayas.

Estados Unidos fue el cuarto mercado en importancia en 2016 para las exportaciones uruguayas. El año pasado le compró a Uruguay por US$ 509 millones, lo que representó el 6% de las ventas locales. Los principales productos vendidos al país norteamericano fueron carne bovina, celulosa, cueros y cítricos.

Marcel Vaillant, profesor titular de Comercio Internacional en la Universidad de la República, dijo a El País que "no se trata de productos especialmente sensibles hoy dentro del perfil proteccionista que podría tener la nueva política comercial de Estados Unidos".

Marcos Soto, de la consultora PwC apuntó, por su parte, que "para la relación bilateral con Uruguay veo riesgos muy moderados, porque, a diferencia de lo que ocurre con otros países de América latina, Estados Unidos no es un activo inversor en nuestro país, por lo que las políticas (de Trump) que tienden a repatriar inversiones no deberían afectarnos".

Vaillant no cree que Trump adopte una política de sustitución de importaciones "clásica", "porque si Estados Unidos realmente revierte a una política proteccionista seria lo que va a hacer es afectar la competitividad global de su economía, en relación a otras áreas del mundo que no van a aplicar esas políticas y que están en una trayectoria totalmente distinta, como es el caso de China, que está armando una red de acuerdos que van a terminar por configurar las relaciones comerciales futuras: el centro del mundo en materia comercial va a ser el sudeste asiático", dijo.

Soto consideró que el hecho de que Trump haya puesto "paños fríos" en el acuerdo Transpacífico podría llegar a beneficiar a Uruguay "que miraba de afuera a ese acuerdo que podría haber generado la zona de libre comercio más importante del mundo donde estaban nuestros competidores" (como Australia y Nueva Zelanda)

Los expertos coinciden en que la llegada de Trump al gobierno perjudicará todavía más al sistema multilateral de negociaciones de liberalización comercial que ya estaba muy dañado. "Una economía pequeña como la de Uruguay que tiene los problemas de acceso a mercados y que no tiene la opción de mirar hacia adentro porque no tiene mercado interno, va a tener que intensificar los esfuerzos en materia de acceso a mercados y de negociación de acuerdos comerciales para blindarse un poco para una situación futura que si se mantiene el statu quo ya no es demasiado buena. Esto puede empeorar. Hay un uso de instrumentos muy diversos de restricciones al comercio que se aplican a nivel de la economía global y hay mucha incertidumbre", advirtió Vaillant.

Para Soto un efecto indirecto sobre Uruguay puede provenir de los perjuicios que sufrirá México por el proteccionismo de Trump. Si bien no es un socio importante hoy para el país sí lo es para Argentina y Brasil. "El peso mexicano acumula una devaluación de casi 20%. El primer riesgo sería el riesgo contagio", consideró Soto.

Dudas respecto a si la nueva administración será proteccionista.

Todos los actores del comercio internacional mueven sus fichas y los industriales de Brasil le piden ahora al gobierno de su país que busque un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, con o sin Mercosur. Este interés podría quizás ser tomado como "moneda de cambio" por Uruguay para intentar obtener más margen de maniobra, entiende Marcos Soto, de PwC. Para Soto es difícil saber hoy si Estados Unidos realmente se volverá proteccionista y si, por ejemplo, revisará el acuerdo de libre comercio de América del Norte, ya que sus otros integrantes (Canadá y México) son sus principales clientes.

Marcel Vaillant, profesor de Comercio Internacional de la Universidad de la República, explicó que "la mayoría de lo que consume Estados Unidos viene de México y China e incorpora partes o elementos tecnológicos fundamentales que son estadounidenses. "Por lo tanto, Estados Unidos importa algo que antes exportó. Destruir esos canales de comercialización y pasar de producir global a producir local es algo que no se hace en dos días y que tiene un costo en términos de productividad majestuoso", sostuvo. En este contexto, el Mercosur deberá asumir que no puede negociar en bloque acuerdos ambiciosos, opinó.

George Bush padre seguirá internado.

El expresidente George Bush padre (92) permanecerá unos días en la Unidad de Cuidados Intensivos de un centro médico de Houston por una insuficiencia respiratoria derivada de la neumonía que padece. Su mujer, Barbara Bush, de 91 años, fue ingresada el miércoles en el mismo hospital por precaución después de experimentar un cuadro de fatiga y tos.

Kerry le pasa la posta a Shannon

El secretario de Estado, John Kerry, se despidió de su equipo de trabajo y apuntó a Thomas Shannon para conducir la diplomacia de Estado Unidos hasta que su sucesor sea formalmente confirmado por el Senado. Donald Trump escogió al empresario Rex Tillerson, director de ExxonMobil, para ser el futuro Secretario de Estado.

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