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Uycheck somete a chequeo una frase del secretario general del Pit-Cnt, Marcelo Abdala. ¿Dice la verdad?

El secretario general del Pit-Cnt Marcelo Abdala participó de una entrevista en el programa radial “La Mañana en Camino” para referirse a diferente temas sobre el sector laboral uruguayo, sobretodo de cara a la instalación de una tercera planta de celulosa en nuestro país. Una de las preocupaciones es siempre respecto a la calidad de empleo, sobre la cual afirmó que “En la población trabajadora, en los años ´90s, casi el 50% tenía alguna limitación en el empleo”, pero ¿fue así?

En la década de los ´90s, la demanda de trabajo mostró una tendencia creciente hasta el año 1998, verificándose solo en el año 1996 una reducción del número de personas ocupadas. Este dato surge de la Encuesta Continua de Hogares (ECH) y es recogido por la economista Alma Espino para el documento de trabajo titulado “El desempleo en el Uruguay” del Instituto de Economía. El aumento de la tasa de actividad puede ser explicado por el aumento de la participación femenina en el mercado de trabajo que pasó del 43,8% en 1991 a 49,1% en el año 2000. En el periodo comprendido entre los años 1991 y 1998 la oferta laboral pasó de 57,4% a 60,4%. Espino señalará que “si bien entre 1990 y 1998 el número de ocupados creció 13.2% y el Producto Interno Bruto a precios constantes 40,6%, este crecimiento se dio en el marco de una intensa reasignación sectorial”.

En cuanto al poder adquisitivo de los salarios, la autora señala que “se registró un crecimiento importante a principios de los noventa con una fuerte caída hacia 1995, para posteriormente recuperarse lentamente”. En la primera mitad de la década el crecimiento de 8,1% es explicado tanto por el incremento de los salarios de los trabajadores del sector público como los del privado; en tanto que en la segunda mitad las remuneraciones del sector público crecieron en términos reales 10,6% mientras que las del sector privado lo hicieron 1, 9%. La caída registrada en el año 1995 fue de 2,9%.

Untrabajo realizado para la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) y publicado en 1999 por los economistas Buxedas, Aguirre y Espino, dedica una sección a hablar sobre la calidad del empleo. En el periodo estudiado, 1991-1996, constatan un aumento del empleo informal el cual afectó en mayor medida a hombres dado que su participación en el mercado formal bajó cinco puntos mientras que en el caso de las mujeres lo hizo dos.

De acuerdo al INE (hasta el año 2000) los empleos denominados precarios eran “todos los ocupados privados afectados por la inestabilidad en el empleo, la falta de acceso a derechos de salud de la seguridad social y a los trabajadores familiares no remunerados”. Para el año 1991 representaban el 52,3% del total de empleos, subiendo a 53,5% en 1995. En el año 2000 alcanzó el 53,7%. Este problema afectaba en mayor medida a las mujeres debido a la falta de cobertura en la seguridad social e inserción como familiar no remunerado.

Fuente: "El desempleo en el Uruguay" en base a ECH

El secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, dijo que en los años noventa la mitad de la población tenía limitaciones en el empleo. De acuerdo a las cifras del INE sobre precariedad del empleo en esa década, la misma inició con un 52,3% de empleos precarios y finalizó con un 53,7%. Por lo tanto, la frase es verdadera.