Publicidad

"Los empleos rutinarios están en riesgo"

Compartir esta noticia
Juan Manuel Rodríguez. Foto: Darwin Borrelli

Para el economista Juan Manuel Rodríguez, profesor de Economía Laboral y Relaciones Laborales en la Universidad Católica del Uruguay, que también ha sido asesor del Pit-Cnt y es autor de varios libros de su especialidad, Uruguay haría bien en comenzar a prepararse para la “cuarta revolución industrial” que hará desaparecer empleos. Propone la discusión de la reducción de la jornada laboral y la implementación de una “renta básica” para mitigar los efectos.

—¿Puede ocurrir en Uruguay que cada vez haya más gente "inempleable" para trabajos de buena calidad?

Pasa en todo el mundo y también pasa en Uruguay. La tasa de desempleo de quienes tienen estudios universitarios probablemente no llegue al 2% cuando la media del país es 9%. Esto significa que hay otros sectores que tienen tasas muy superiores a la media. Esto pasa con las mujeres, pasa con los jóvenes y pasa con los que tienen baja calificación. Con las tendencias que hay, con los cambios técnicos, esto se va a profundizar, razón por la cual las políticas de formación profesional, de la UTU, pero más del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) y lo que hagan las propias empresas, es relevante. Si ya el trabajador está insertado en el mercado laboral y no está capacitado, esto quiere decir que abandonó el sistema educativo para trabajar, con lo cual ya le cuesta mucho reinsertarse en el sistema educativo que le obliga a volver a estudiar con gente de 14, 13 años, según cuando haya abandonado. Es muy difícil esto. Con lo cual su opción, mucho más que la educación formal, es la formación profesional, es decir cursos específicos para las tareas que está haciendo.

— ¿El Inefop está cumpliendo esa tarea?

Dinero tiene. El problema es que el Inefop no hace cursos. Contrata cursos al sector público y privado. El hecho de que contrate permitió que se formara un mercado de capacitación privado que tiene algunas características. Hace pocas inversiones. Lo que pasa en el mundo es que la demanda es de habilidades no es de oficios solamente, es de habilidades blandas y transversales que son las que que permiten que un trabajador sea polifuncional, que pueda adaptarse a trabajar en equipo, que tenga habilidades relacionales, que le permitan resolver problemas y tener una actitud proactiva porque el trabajo rutinario probablemente sea sustituido por los robots y las computadoras.

—Hay quienes dicen que aquellos que se aburran en sus trabajos deberían preocuparse porque eso quiere decir que son rutinarios y por lo tanto corren riesgo de desaparecer.

Esto ya está pasando. Lo que está en la base del proceso es lo que se llama inteligencia artificial. Esto es una forma de denominar al hecho de que las computadoras desde hace unas décadas hacen algunas cosas que antes se entendía que eran privativas de los seres humanos, por ejemplo hacer procesos deductivos. Por ejemplo, jugar al ajedrez. El buen jugador de ajedrez no ve la jugada inmediata, ve 15 o 20 jugadas para adelante. Se programó una computadora que juega al ajedrez mejor que todos los humanos. Lo hizo IBM que creó "Deep Blue" y desafió y le ganó a Gary Kasparov, el campeón del mundo. El mes pasado una computadora que en este caso hizo Apple le ganó al campeón mundial de "go" (juego tradicional asiático). Esta computadora no hace solo deducción e inducción sino que resulta de un proceso en el cual se logró simular lo que se llaman las redes neuronales, que es la forma en que funciona el cerebro humano. El robot no es más que una máquina controlada por una computadora. El trabajo rutinario lo va a hacer mejor un robot. El trabajo pesado, por ejemplo cuando hay que levantar un motor y colocarlo, sin duda lo va a hacer mejor un robot que tiene mucha más fuerza. La tendencia es esa. En todo oficio hay una parte que es rutinaria y otra que no lo es. Pero si hay una situación en la que hay que tomar una decisión, en situaciones que no son claras y que son cambiantes, en ese caso esa tarea no va a ser sustituida por un robot.

— ¿En Uruguay se está actuando en función de esta nueva realidad?

Hay países en el mundo que hace ya varios años, 6 o 7, han comenzado a estudiar este proceso y a ver cuáles son sus implicancias y han elaborado programas nacionales para promover la introducción de las nuevas tecnologías, lo que se llama la "cuarta revolución industrial". Todos los estudios muestran que la introducción de estas nuevas tecnologías implica un gran crecimiento de la productividad y por lo tanto en la competitividad. El país que cambia y adopta las nuevas tecnologías va a tener mejores condiciones de competir. En una economía mundial, que más allá de lo que opine (Donald) Trump pocos creen que vaya a llegar al proteccionismo, va a haber una desigualdad mayor a la que hay. Alemania definió tomar como gobierno esto y tomó como política oficial la adopción de tecnología. Inmediatamente Francia hizo algo similar y luego otros países europeos, en menor medida. Y en paralelo lo hace Corea del Sur y en el 2015 lo hizo China que definió un programa de diez años de desarrollo de la innovación y el crecimiento. En América Latina esto no está pasando. Y si hay programas son de innovación, no necesariamente de nuevas tecnologías. Son mejoras de procesos y de productos. Los empresarios participan activamente en todos los países que tienen estos programas. En el caso de Alemania también participan los principales sindicatos. Dentro del Pit-Cnt me llamó la atención el hecho de que su presidente (Fernando Pereira) afirmara que los cambios tecnológicos son imparables. Quien los ha intentado detener no ha tenido éxito. No sé si esto es una postura global.

— Si todo esto incrementa la productividad, ¿la productividad tendría que estar en los convenios laborales?

Yo creo que habría que incluirla porque favorece a todas las partes. Si no se incluye la productividad, el más perjudicado será el trabajador. Pero también deberían incluirse en los convenios los cambios técnicos, porque estamos en el medio de una revolución industrial. Está claro que si hay una parte de los trabajos que pueden ser sustituidos por robots esto va a significar una pérdida de empleos. Pero pueden desarrollarse sectores en los cuales crezca el empleo como la industria verde de las tecnologías alternativas, el ocio, los cuidados. La gente prefiere que la cuide otra persona por lo que implica el cuidado. Hay una discusión en el mundo respecto a si el trabajo se termina o no. Y hay una visión pesimista que dice que está muy complicado porque esta revolución industrial tiene características distintas que las anteriores ya que no se está sustituyendo solo el trabajo físico sino también el intelectual. Cada revolución tiene su particularidad. En cada revolución hubo alguien que anunció que el trabajo moría. Todos se equivocaron. ¿Por qué no pensar que puede haber otras soluciones? Por ejemplo, la reducción de la jornada laboral. Si la productividad crece, el problema no es la generación de riqueza, que va a aumentar. El problema es cómo se distribuye.

— ¿Debería apelarse a la "renta básica" para atender a quienes quedaran al costado del camino?

Si una parte de los trabajadores es sustituida por robots y los robots no comen ¿quién va a consumir? La producción ¿quién la va a comprar? Por eso la "renta básica" pasó a ser un tema de actualidad económica pese a que no es nuevo. En la década de los años 60, cuando venía la tercera revolución industrial de las computadoras, el gobierno estadounidense creó una comisión de expertos para ver qué se hacía con el trabajo. Esta comisión le recomendó al gobierno trabajar en el tema de la renta básica porque decían que no iba a haber empleos para todos y demanda para la producción. O sea, el tema de la renta básica es muy viejo. Si falta algo, se para todo, incluida la producción. Por lo cual si no hay una generación de empleos —y en el corto plazo va a haber una disminución, sin dudas— entonces uno podría pensar un sistema impositivo que financie el consumo. Si esto se da, sin duda va a llevar a una disputa que tiene claramente un contenido político y económico que se resume en una pregunta: ¿quién paga? Se atenuaría un problema social que es una cantidad muy grande de gente que no tenga ningún tipo de ingreso. Alguno podría decir que es justo que alguien que no trabaja no tenga ingresos. Pero eso es para una economía que tiene trabajo. En una economía que no tiene trabajo, la persona tiene derecho a vivir.

Actividad y las razones de la cautela empresarial.

Para Juan Manuel Rodríguez la cautela de los empresarios es lo que explica que, pese a la expansión de la actividad, el desempleo esté en 8,5% (según los datos de mayo pasado). "Si uno toma la evolución del empleo y la evolución del producto hay una correlación muy clara. Pero esa correlación no es automática en el tiempo. Para que una empresa tome nuevos trabajadores no alcanza con crecer un mes, dos meses, tres meses. Tiene que pensar que va a ser una tendencia relativamente razonable. Entonces aumenta todos los recursos. Compra más materia prima, si tiene que comprar una máquina, la compra y contrata más trabajadores. Pero en el corto plazo, ante un cambio coyuntural, lo que hace es aumentar las horas extras. Esto pasa sobre todo cuando contratar y despedir trabajadores es costoso para una empresa", explicó. Dada esta situación, "incluso si una empresa ve caer su nivel de actividad y vende menos, no despide normalmente", señaló. "O hace acuerdos de reducción de horario o, incluso, baja el margen de utilidad, pero no despide. Porque luego retomar también es costoso. Entonces hay un rezago entre la evolución del mercado de trabajo y el nivel de actividad.

¿Qué pasó en el primer trimestre? Contra todas las expectativas públicas y privadas, el país creció 4,3% respecto al mismo período del año pasado. ¿Esto se va a mantener? Si se mantuviera, no tengo ninguna duda que la tasa de empleo va a subir y el desempleo va a bajar". Los empresarios tienen dudas sobre la sustentabilidad de la recuperación y "es razonable que las tengan porque desde 2015 venimos hablando de que terminó el contexto externo favorable", dijo. "Un sector no va a cambiar la tasa de desempleo".

POR LOS AMPAROS DE LOS JUECES LOS GREMIOS CAMBIARON DE TÁCTICA.

La ocupación de las empresas "es un factor de inseguridad".

— ¿Tienen razón los empresarios de protestar por las ocupaciones de empresas?

Es parte de la correlación de fuerzas. Este año el gobierno tomó una iniciativa que fue regular los piquetes. Fue un hecho nuevo. Lo hizo de manera particular, más dirigida al transporte que a las medidas sindicales. Es una legislación que buscó reordenar algo que podía generar problemas. La ocupación, en la legislación que actualmente existe, es un factor de inseguridad para el empresario. La ocupación concebida como una extensión del derecho de huelga no es aceptada en todo el mundo. Es muy difícil conciliar la ocupación con el derecho a trabajar del empleado. El trabajador que no acepta la medida tiene derechos. Esto ha llevado a que cuando se han hecho pedidos de amparo, tanto por parte de trabajadores como de empresarios, el juez les da la razón y la ocupación tiene que desaparecer. Por eso se han tomado de parte del movimiento sindical otras medidas que buscan, sin ocupar, resultados similares. Lo cierto es que es un tema de fuerte polémica porque objetivamente para los empresarios es un problema grande. Ahora lo es menos porque la judicialización del conflicto llevó a que los empresarios lograran esos resultados. Se pueden tomar otras medidas discutibles, como piquetes en la vereda que no dejan entrar a quien quiere trabajar. Entramos en un terreno opinable porque no se está ocupando en ese caso.

—¿ Cree que los Consejos de Salarios seguirán siendo tripartitos en una administración de otra orientación?

Me parece muy difícil que se elimine totalmente. Es parte ya de la historia. Lo que se puede es bajar la incidencia del tripartismo. Podría haber un término medio que es lo que ocurre en muchos países

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Juan Manuel Rodríguez. Foto: Darwin Borrelli

LA ENTREVISTA DEL DOMINGO - JUAN MANUEL RODRÍGUEZJUAN PABLO CORREA

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad