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La trata de personas, ese flagelo que en los liceos uruguayos no se discute

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El Estado uruguayo firmó un plan de acción para el combate de la trata de personas en 2019 y 2020. Foto: Archivo

ENSEÑANZA

Es el tercer delito que más dinero mueve en el crimen organizado, pero en educación poco se aborda.

Si fuese una competencia entre las actividades del crimen organizado que mueven más dinero en el mundo, el tráfico y la trata de personas suben al podio y se llevan la medalla de bronce. Detrás del narcotráfico y la falsificación de moneda, los delitos de comercializar con humanos como si fuesen productos a la venta son los que más recaudan: más de US$ 31.600 millones al año según Naciones Unidas, lo mismo que el PIB de Estonia o Uganda.

Pero además de dinero, la trata de personas deja secuelas irreparables. Y entre sus víctimas, poco menos de la mitad son menores de edad. En Uruguay también.

Pese a ello, y aunque el Departamento de Estado de Estados Unidos viene insistiendo en que Uruguay “no está cumpliendo con los estándares mínimos de prevención de este flagelo”, a los liceos locales parece no importarles. O, mejor dicho, esta preocupación parece serles ajena en la inmensidad de problemas y desafíos que afrontan a diario en las aulas.

“No es nuestra prioridad, no tenemos tiempo”. Esa fue la respuesta de uno de los directores de un colegio público de gestión privada, en Casavalle, cuando uno de los rotarios de Montevideo le ofreció un taller gratuito que apunta a que los estudiantes sean precavidos sobre el tema.

Entre las víctimas de las redes de tráfico y trata suele haber de todo: la persona vulnerable y aquella que piensa “esto jamás me va a pasar”. Por eso la especialista argentina María Julia Moreyra, una de las formadoras en los talleres que está ofreciendo el Rotary, insiste en que la educación es más elemental de lo que se piensa. “Si se estás buscando trabajo, repara en lo siguiente: si te prometen un gran cambio de vida y mucho dinero en poco tiempo. Si no te exigen experiencia previa ni queda claro la actividad a realizar. Si, además, quienes te contratarán te ofrecen pagarte tu pasaje como adelanto”. Promesas comunes, ¿verdad?

Pero hay más: es necesario estudiar los derechos laborales previo a acudir a una entrevista de trabajo, es importante filtrar la información que subís a internet y es clave que si se viaja por trabajo hacerlo acompañado o no dejarle tu documento a nadie.

“Pareciera que existe un temor de hablar sobre estos temas, como si al expresarlo o prevenirlo lo estuviésemos incitando”, dijo Moreyra, coordinadora regional de Mujeres en Paz. “Para empoderar, como se dice ahora, hay que abordar los temas… es una responsabilidad de los educadores”.

Para Alejandro Pastori, catedrático de Derecho Internacional Público de la UdelaR, “la propia complejidad del delito hace necesario que se aborde” en clase. “Suele haber una anuencia de las autoridades para que se pueda producir el delito, suele haber complicidad policial, aduanera o alguien que haga la vista gorda”. Pero, además, “en la trata con fines de explotación sexual hay una complicidades del prostituyente, del cliente”.

Según el catedrático, hay cuestiones legales, hay aspectos de políticas públicas, pero también hay una necesidad de prevenir y combatir con más energía”.

Joven víctima de la trata de personas. Foto: AFP
Joven víctima de la trata de personas. Foto: AFP

En el último año y medio, el Ministerio de Desarrollo Social atendió a 125 casos nuevos de mujeres víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual. De todas ellas, siete de cada diez eran extranjeras.

Moreyra advierte, sin embargo, que Uruguay es “origen, tránsito y destino de la trata”, razón por la cual hay explotación interna y “hay otro tipo de explotaciones, como la laboral, que son menos reconocibles por las víctimas: trabajan muchas horas, duermen hacinados y no se les respeta sus derechos... sobre eso hay que hablar”.

Opinan los que saben.

María Julia Moreyra
María Julia Moreyra

Integrante de Mujeres en Paz

“Existe trata porque hay prostitución, y existe prostitución porque hay prostituyentes. Los hombres que demandan sexo y pagan por ello a una mujer, como si fuera un objeto, son los que mueven el ambiente prostibular. En Argentina la prostitución no es considerada un trabajo. En Uruguay sí. Los países nórdicos tratan de criminalizar al prostituyente. En pocos casos, el prostituyente a veces se sensibiliza y es el que colabora para denunciar que hay una mujer víctima”.

Alejandro Pastori
Alejandro Pastori

Profesor de derecho internacional

Uruguay tiene políticas públicas respecto de la trata. El problema es que he tenido entrevistas con instituciones que, se supone, son las que llevan adelante esas políticas contra la trata y no son capaces de darme un teléfono para hacer una denuncia a cualquier hora del día. La política no funciona. En Argentina, sin ir más lejos, hay una fiscalía especializada, hay un programa de rescate y un programa de reinserción de las víctimas para el día después”

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