Educación

Estafó en 2005 y, en teoría, no podía volver a la función pública.

En la cultura popular se dice que el número 13 es la mala suerte.

Casualidad, o no, en la codificación del BPS significa que una persona fue destituida por “mala conducta”. Con ese número y ese cartel carga desde 2005 el señor RS, profesor de Historia. En teoría no podría trabajar en la administración pública, pero en la práctica el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) lo sigue contratando como docente.

“Autorízase la asignación de 15 horas docente al prof. RS…”, se lee en más de uno de los contratos que ha avalado el MEC con la firma de la actual directora de Educación, Rosita Ángelo. Las contrataciones son, por lo general, para que RS dicte cursos en las comisiones departamentales que han incorporado a la Educación Policial y Militar al sistema terciario.

RS da clases en dos colegios y una universidad privada, pero nada le impide hacerlo. Sin embargo, la normativa uruguaya le prohíbe el ejercicio en la función pública, ya que hace más de una década hizo una “estafa” a la administración. Junto a una compañera revendía timbres profesionales, perjudicando a la caja del Estado.

La Comisión Nacional de Servicio Civil sería la que debería revisar el caso, pero en las ejecuciones del MEC se constata que ese paso fue salteado y que se le dio el alta en el BPS sin previa investigación.

En la declaración jurada que el MEC le hizo llenar a RS se aclara que fue funcionario público. ¿En qué organismo? En Secundaria de la ANEP. ¿Motivo de retiro? “No toma de horas docente”. Pero jamás se detalla su prontuario administrativo y eso que el número 13 de “mala conducta” se puede leer clarito en el registro del BPS.

El profesor en cuestión tiene 41 años y comenzó a cometer los delitos cuando todavía era estudiante de Profesorado, carrera que acabó en 2007. Luego cursó la especialización en Gestión Educativa.