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"Malestar": críticas al MEC tras aprobación de documento para que docentes tengan título universitario

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Pablo Da Silveira. Foto: Francisco Flores.
Ministro Pablo Da Silveira junto a autoridades del Ministrerio de Educacion y Cultura en Comision de Educacion y Cultura del Senado, para informar sobre la Ley de Promocion y Desarrollo del Teatro Independiente y sobre reapertura de teatros y salas de espectaculos durante la pandemia de coronavirus Covid19 en Uruguay, en el Palacio Legislativo en Montevideo, ND 20200807, ND 20200810, foto Francisco Flores - Archivo El Pais
Francisco Flores/Archivo El Pais

"TÍTULOS DE CARTÓN"

Oposición convocó al Parlamento al ministro de Educación, Pablo da Silveira. "Queremos que las autoridades nos responsan las dudas que surgen de la resolución”, dijo el senador frenteamplista Mahía.

Menos de 24 horas después de conocerse el resultado del referéndum por la Ley de Urgente Consideración (LUC), el lunes 28 de marzo el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) aprobó un documento con los criterios para que los maestros y profesores tengan título universitario. La “inmediatez” con la que se publicó esta resolución tras los comicios generó “sorpresa” en el Frente Amplio y “malestar” en el sindicato de docentes de Formación en Educación.

Es por eso que el senador frenteamplista José Carlos Mahía -que es profesor de Historia egresado del Instituto de Profesores Artigas (IPA) en 1989- convocará al Parlamento al ministro de Educación, Pablo da Silveira. “Uruguay tiene pendiente la titulación universitaria de los docentes, pero no se trata de tener un cartón a cambio de una prueba o cursillo; por eso queremos que las autoridades nos responsan las dudas que surgen de la resolución”, explicó el legislador.

El documento que acompaña la resolución del MEC -la que fue dada a conocer por El País- advierte que todo programa universitario de formación en educación deberá acumular un mínimo de 3.000 horas de docencia directa o de prácticas supervisadas para ser reconocido por el ministerio. A los futuros licenciados se les pedirá ese mínimo de tiempo cursado (el 75% tiene que haber sido de clases dictadas por docentes titulados) y además un examen de egreso.

Esa “prueba de certificación final”, como la llama el documento, será elaborada por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) y comprenderá “conocimientos básicos” como el manejo de la expresión escrita.

Pero lo que no exige el documento, cuestionó Mahía, es “la investigación académica y las horas de extensión como tiene que tener cualquier carrera que se jacte de universitaria”. ¿Se van a titular todos los docentes o solo algunos? ¿De qué manera? Estas son algunas de las preguntas que el senador opositor quiere hacerle al ministro.

El documento del MEC aclara que la investigación será eje transversal de la carrera, dado que no se exige un trabajo final (tesis).

El sindicato de docentes de Formación en Educación también cuestionó la resolución en un comunicado que tituló: “Títulos de cartón: blanqueando verdades”. Los profesores aducen que la nueva disposición es “una clara violación de la autonomía de la ANEP al definir las características que debería tener una carrera docente”. Al punto que, según reza el mismo comunicado, “la habilitación de la carrera” la haría la ANEP, pero el reconocimiento de la misma el MEC -el mismo sistema que tienen las universidades privadas.

Tiempos

El artículo 198 de la LUC -uno de los 135 que estuvieron en pugna en la consulta del último domingo de marzo- habilitó al MEC al “procedimiento voluntario de reconocimiento del nivel universitario de carreras de formación docente impartidas por entidades públicas no universitarias”. Por tanto ahí recayó la validez jurídica de la resolución que adoptó el ministerio.

Mahía dijo que le “llama la atención que el gobierno haya renunciado a un acuerdo político en esta materia, en la que hay interés de todas las partes de avanzar con la titulación docente”. Y puso como ejemplo que “el Frente Amplio, en el acierto o el error, hizo sus acuerdos y aunque no logró la universidad de la Educación, sí consiguió la instalación de la UTEC”.

En esa misma línea, el sindicato de docentes denunció que “es significativo el hecho de que se haya esperado hasta el resultado del referéndum para conocer su contenido: en la resolución del MEC aparecen, en forma clara, un conjunto de temas que venían siendo denunciados por las organizaciones sociales y políticas que apoyaron el Sí y que eran denostados como mentiras y tergiversaciones por parte de los partidos de la coalición (de gobierno)”.

El ministro Da Silveira justificó que la resolución había quedado “un poco en suspenso hasta que la cuestión (de la LUC) se dirimiera”, ya que entendían que si avanzaban podía interpretarse como una “falta de respeto hacia los ciudadanos”. El ministro insistió en Canal 12 con que “lo normal es que la formación docente tenga carácter universitario. El título de maestro y profesor de liceo es un título de carácter universitario”.

Mahía coincide, aunque criticó la manera en que lo quiere resolver el gobierno. “Uruguay sigue debatiendo sobre aquella dicotomía que hubo cuando se creó la Facultad de Humanidades y el IPA, esa oposición entre (Carlos) Vaz Ferreira y (Antonio) Grompone, entre el conocimiento por el conocimiento o la práctica docente. El tema es que nunca se avanzó en el paso concreto de un sistema de universidades públicas en que la formación docente sea similar a la de cualquier carrera universitaria”.

Fuentes del MEC, en tanto, señalaron la semana pasada a El País que “el avance en la titulación docente es clave para la transformación global de la educación: porque podemos cambiar planes, programas y modos en los centros educativos, pero si no cambiamos la formación de nuestros docentes no podemos avanzar”.

Récord: Más de 6.000 cursan para ser maestros

Juan Pedro Mir, exdirector de Educación, es docente en primer año de Magisterio y este 2022, dado el récord de inscriptos, está dando clases “en el comedor y el salón de actos”. Mientras las autoridades definen el rumbo y el carácter universitario de la formación docente, el interés por las carreras de maestros (en especial de educación inicial) empieza a despertarse en cada vez más jóvenes. Tanto es así que Magisterio de Montevideo tiene más de 6.000 personas cursando la carrera. La buena noticia emerge justo cuando la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) estimó que la cantidad de estudiantes en edad escolar se reducirá una cuarta parte hacia 2030 (por la baja de la natalidad). La directora de Planeamiento de ANEP, Adriana Aristimuño, aclaró que la idea no es recortar docentes, sino aprovechar al trabajo más focalizado y por fuera de la docencia directa.

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