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La llegada del COVID-19 a Uruguay cambió las reglas de la sociedad. Transformó desde la forma de relacionamos hasta cómo trabajamos y estudiamos. En este contexto, en que el asilamiento social es clave para frenar el avance de esta pandemia, el uso de plataformas y las nuevas tecnologías de la comunicación adoptan cada vez más importancia para formarnos.

La educación online ha sido la alternativa de estudio de quienes quieren ser grandes profesionales, pero no pueden asistir a un salón de clases. Hoy es la oportunidad para continuar con nuestros estudios.

En este marco y dada la realidad que estamos viviendo, la Escuela de Desarrollo Empresarial de UDE abrió una oferta de formación 100% virtual. “Es una forma de ganar el tiempo, para seguir aprendiendo, porque sabemos que las personas siguen pensando en tu futuro y nosotros también”, aseguró Carolina Abuchalja, directora de Facultades y miembro del Rectorado.

Si bien esta modalidad ya la ofrecía la universidad, en este contexto de pandemia mundial se reforzó la oferta de cursos online. En concreto, lanzó 11 cursos cortos 100% virtualesque se imparten con docentes uruguayos y argentinos. Estos son: Excel avanzado; Gestionar emociones; Gestión del talento; Manejo de crisis; Negociación efectiva; Oratoria; Plan de marketing; PNL; Salud mental; Servicio al cliente; y Técnicas de ventas.

El sello de calidad de UDE junto con la amplia oferta de cursos provocó que muchos extranjeros se interesaran. En la actualidad, cuentan también con alumnos de Argentina, Paraguay y Chile, entre otros.

Abuchalja enumeró las ventajas de este modelo de aprendizaje: “Las clases virtuales suelen ser menos intimidantes que las clases presenciales, lo cual ayuda a incrementar la participación de aquellos estudiantes que son más tímidos o reservados. Esto contribuye a una experiencia más enriquecedora gracias al intercambio de ideas, donde los alumnos disponen de mayor tiempo para procesar la información que reciben, reflexionar sobre lo que quieren decir y luego realizar un aporte”.

Así mismo, agregó, los profesores se vuelven más accesibles en el entorno online, con la posibilidad de interactuar con ellos por diferentes canales de comunicación.

Otro factor claves es que al estudiar en línea, el alumnos es quien su propio ritmo y organiza sus espacios de tiempo. Por otro lado, uno puede adelantar sus estudios sin necesidad de atrasarse o esperar el ritmo del resto de los compañeros. “Uno escoge los momentos del día en que es más productivo, ya sea en el día o en la noche”, recalcó la experta.

En este cambio, el rol del docente también se transforma, ya que el formador deja de ser fuente de todo conocimiento y pasa a actuar como un facilitador de los estudiantes en sus procesos de aprendizaje.

“El docente participa del proceso suministrando el uso de recursos y herramientas necesarias para que los estudiantes exploren y elaboren nuevos conocimientos y destrezas. En este sentido, el profesor pasa a actuar como gestor y acentúa su papel de orientador y mediador de las experiencias de aprendizaje”, explicó Abuchalja.

Y agregó que esta transformación, llevado a entornos virtuales,  requiere una doble adaptación por parte de docentes anclados en los viejos paradigmas, ya que deben modificar su rol al tiempo que adaptarse al nuevo entorno.

La cuarentena genera en muchas personas sentimientos negativos, tales como miedo, cansancio, impotencia e incertidumbre. Ese pánico, sin quererlo, muchas veces se contagia a los seres queridos que nos rodean. Por tal motivo, es esencial contar con actividades que ocupen nuestra mente, señaló la directora.

“¿Cómo afrontar en procesos tan largos cambios que nos marcarán para siempre? Una forma es ejercitarnos para sacar de cada día algo positivo. Otra forma es el ejercicio de reconocer cuando nos alteramos para tomar distancia, respirar y volver a nuestro eje”, afirmó.

Y continúo: “Al entrenar la mente de esta manera logramos equilibrar nuestras emociones, a partir de conseguir ser y estar equilibrados podemos ayudar a los demás a afrontar sus propios temores y desafíos. Así nos convertimos en personas valiosas de nuestro entorno”.

“Para salir realmente fortalecidos de esto, debemos fortalecernos cada uno en lo individual, para después ayudar a los que nos rodean”, remató.