LA OTRA CARA DE LA PANDEMIA

La desaceleración y posterior crisis económica parecen reflejarse -a paso lento y tímido- en el movimiento de estudiantes de las escuelas privadas a las públicas. Por tercer año consecutivo, Primaria pública gana terreno, mientras que en el último año las privadas pasaron de tener 76.535 alumnos a 74.239 (3% menos).

Tras la recuperación de la crisis de 2002, la educación pública había tenido una fuga de alumnos que, de a poco, se evidenciaba cada año. Pero en los últimos tres años esto empezó a cambiar y en este 2021 la relación de estudiantes de educación común en públicos y privados es casi idéntica a la observada en 2012: 83,5% vs. 16,5%. Así lo demuestran los datos de la Administación Nacional de Educación Pública (ANEP) a los que accedió El País.

“Las crisis económicas tienen cierta retracción en la matrícula privada, lo que se muestra con un delay de un año”, explica Juan Carlos Noya, presidente de la Asociación de Institutos de Educación Privada (Aidep). “Si la baja (en 2021) no fue tan marcada fue por la confianza de los padres en los centros privados, porque hubo una expectativa de que habría una mayor presencialidad y porque los colegios hicieron un esfuerzo en el incremento de las bonificaciones y en un ajuste de las cuotas muchas veces por debajo del IPC”.

La decisión de cambiar a un hijo de centro educativo no es tan sencilla como darse de baja en un club, abandonar Netflix o tomar cualquier otra medida de ajuste económico. A esa conclusión habían llegado los distintos estudios que realizó la ANEP en la última década y una investigación que había encabezado la expresidenta de Aidep, Zózima González.

De hecho, el estudio de González (directora del colegio Jean Piaget) muestra que los corrimientos a veces se dan entre privados o entre públicos, y que el salto de un sistema a otro suele manifestarse con más claridad entre las instituciones privadas de cuotas bajas y algunos públicos (las clases medias).

“En territorio se observa que hay un desplazamiento demográfico importante en búsqueda de trabajo. Eso ha provocado una movilidad de estudiantes”, asegura la directora de Planeamiento de Primaria, Ivonne Constantino. En este sentido, las autoridades vienen observando “un crecimiento en los pases de escolares de Montevideo a Canelones, desde la zona del Empalme Nicolich hacia el este”.

La búsqueda de fuentes de empleo, explica Constantino, también hace que “haya familias que piden el pase de su hijo para otra ciudad de un mismo departamento o que en zonas de los nuevos asentamientos que se han constituido por Neptunia y el resto del municipio de Salinas estén faltando edificaciones escolares”. Eso redunda en que Primaria constata bajas de matrículas en algunas zonas y auge en otra. Y eso que, al menos en la educación común, la matrícula del último año se incrementó en 1.371 alumnos.

En Uruguay nacen cada vez menos niños. Esa tendencia poblacional ya se está notando en los primeros años de la escolarización. En un informe que las autoridades educativas habían presentado en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), durante la última discusión por la asignación de recursos, se estimaba que para este año habría una reducción del 3,7% de la matrícula de la educación Inicial.

Eso fue lo que aconteció: hay menos niños menores de cinco años en el sistema educativo. Pero la baja fue casi del doble en los privados que en los públicos (5,4% vs. 2,9%). Según el presidente de la Aidep, “con los niños más pequeños se hace muy difícil sostener la virtualidad, entonces los padres prefieren evitarse el pago de una cuota y si el niño todavía está en una edad en que la educación no es obligatoria prefieren pagar por alguien que lo cuide o buscar una alternativa más económica”.

Ese mismo argumento explica, según Noya, la caída de la educación Especial (que atiende a alumnos con discapacidad) que en los institutos privados se redujo un 28% en un solo año.

Sin embargo, la directora de Planeamiento, Constantino, entiende que también hay una razón de oferta: “en la educación Inicial pública se están ampliando las instalaciones, se están inaugurando 44 centros bajo el régimen PPP y es probable que en un par de años notaremos si esa ampliación de la oferta influye o no en el corrimiento de la matrícula”.

La extensión del tiempo pedagógico en la escuela pública, así como la incorporación de talleres y segundas lenguas es otra de las variables que pueden explicar el movimiento de estudiantes de colegios privados a escuelas públicas.

Pese a que ya transcurrió un tercio del año lectivo, la directora Constantino sostiene que “con la vuelta masiva a la presencialidad es posible que haya nuevos pases de escuelas... porque mientras el alumno trabaja en la virtualidad no influye tanto la locación de la familia”.